domingo, 7 de febrero de 2021

Sólo queda una semana: espabilaos, socialistas y comunes


 

 

1.--- Para que haya un gobierno postnacionalista, tras las elecciones autonómicas catalanas, se precisa que el electorado de manera mayoritaria vote a las izquierdas. Primera consideración: más PSC y menos Comunes no darían los números para una aritmética parlamentaria beneficiosa; tampoco lo sería menos PSC y más Comunes. Las cuentas saldrían con más PSC y más Comunes. Téngalo en cuenta los irascibles comentaristas de las llamadas redes sociales de una u otra dehesa política de las izquierdas que su ardor guerrero les lleva a no tener en cuenta que el problema es que ambos –socialistas y comunes o, si se prefiere, comunes y socialistas— tengan muchos más votos, muchísimos más, cada uno por separado y sumados los dos. El cerebro se tiene para eso; los intestinos son para otros asuntos domésticos, que no vienen al caso.

 

2.--- Mi amigo Isidor Boix ha planteado en su blog la necesidad de «un gobierno bipartito» (1). Ojalá, que en la Vega de Granada –con temblores o sin ellos-- pronunciamos ojala. Así pues, un gobierno de socialistas y comunes. Naturalmente, para que ello sea posible –entiende un servidor— hay una condición necesaria, aunque no suficiente: que la aritmética parlamentaria se acerque lo máximo posible a esa posibilidad—necesidad que apunta Isidor. El para qué de dicho gobierno queda explicado por su proponente en el mencionado artículo.

No quiero llevarle la contraria, ni tampoco puedo, a mi viejo amigo sobre ese particular. Simplemente, a través de esta conversación, quiero hacer unas consideraciones que en mi opinión no se han abordado nunca o yo nunca recuerdo que se hayan puesto encima de la mesa. Las trato en el siguiente punto.

 

3.--- El independentismo tiene una señal distintiva para movilizar a sus parciales: la república catalana. Y aspira a que los resultados oculten que el procés ha sido un fracaso y, de paso, mantener el autoengaño colectivo.

Cada fracción del independentismo tiene su característico toque de corneta para llamar a formación. Conseguir aproximadamente un pleno de votantes es medianamente posible.

Los socialistas, a su vez, han redescubierto un horizonte: el «efecto Illa» no es sólo ni principalmente su austera y flemática personalidad ante tanta zahúrda, sino una trasmisión de querer ganar las elecciones. Es lo nuevo frente a los viejos tiempos en los que el PSC – Poulidor en las autononómicas se comportaba como Penélope, la de Ulises.

De ahí que parezca visible la movilización socialista: es el interés –un interés que apunta a querer ser ganador— en torno a un candidato, Salvador Illa, que plantea una Cataluña no nacionalista que gradualmente vaya recuperando su pulso histórico.

Con esos elementos podemos esperar razonablemente un aumento significativo (aunque no sabemos su diapasón) de votos. O sea, más izquierda desde los socialistas. Más izquierda tanto para el gobierno bipartito que plantea Isidor Boix como para el gobierno postnacionalista.

 

4.---  Los Comunes tienen un desafío en lo que queda de campaña, sólo una semana: subir más electoralmente. Es necesario que los Comunes incrementen los votos.

Me aventuro a establecer esta conjetura: no conseguirán ese avance tirando a dar con la honda a los socialistas. Nunca se dio ese desiderátum. Necesitan poner encima de la mesa un interés de masas para ampliar su zócalo electoral. Repito: un interés de masas. El interés de los allegados de siempre no basta.

Les queda una semana. Sin embargo, no parece que dos elementos nuevos a los que la brillante candidata, Jéssica Albiach, ha señalado tengan fuerza movilizadora de masas, ni interés de masas para incrementar las adhesiones de masas. De masas, dispensen la testaruda reiteración. Plantea Albiach la «España confederal» y la necesidad de ganar para «controlar ideologicament al govern catalá». Son dos elementos nuevos bastante chocantes de escaso interés. No sirven para generar adhesiones de masas.

Es más, la España confederal que reclama Albiach se da de bruces con una corriente de opinión no irrelevante de federalistas en los Comunes, que se habrán quedado de una pieza. Por lo demás, parece un poco exagerado –aparte de la confusión del término y del concepto--  eso de controlar ideológicamente al gobierno que salga: ya sea bipartito, tripartito, multipartito o como encarte.

Finalmente, ruego a los Comunes que no exhiban músculo  en estos momentos electorales acerca de la Ley trans. Recuerden las enseñanzas del padre del actor José Sacristán. Introducir ahora elementos de confusión podría serles a ellos –y a las izquierdas—enormemente perjudicial.

 

5.--- En la antigua Roma se decía «Mors tua vita mea», que en la ciudad de los temblores, Santa Fe, se traduciría aproximadamente así: ciego tú, tuerto yo. Ojito, pues, con reproducirla en lo que queda de campaña por quien quiera que sea.

Así pues, ¡a las cosas, a las cosas!

 

Post scriptum.--- «Lo primero es antes», según don Venancio Sacristán.    

 

1)           https://isidorboix.wordpress.com/2021/02/04/porque-votare-a-salvador-illa-al-psc-el-14-f/

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