jueves, 31 de marzo de 2022

¿Qué hay de lo mío y los impuestos?


 

Parece que atravesamos una época en que el razonamiento político ha sido substituido por la consigna a palo seco; la consigna entendida como un avecrem donde se condensa un intento de programa, reducido a una astrosa aljofifa. Pongamos como ejemplo la recurrente consigna de «¡bajar los impuestos»!, auténtica vulgata de las derechas de taberna. Todo se reduce, si ustedes han caído en la cuenta, a un eructo retórico, que los interesadamente indocumentados elevan a dogma. Es un mocosuena—mocosuena que las derechas de taberna usan a destajo, que propalan venga o no a cuento. No es un caso exclusivamente español, pero es aquí donde adquiere mayor estridencia, mayor indocumentación.

A mi entender, la obsesión que la derecha tabernaria tiene por la bajada de los impuestos obedece a dos motivos: 1) que es lo único que se les ocurre, precarios como están de una política económica, digna de ese nombre; y 2) que ese latiguillo –bajar los impuestos--  tiene una relación directa con un inaceptable y tosco sentido común, que relaciona  menos impuestos con mayor poder adquisitivo. Lo que no quita que cada cual –individual o agremiado en cáfilas diversas--  pida a continuación al Estado «¿qué hay de lo mío»? Lo uno y lo otro es una inecuación irresoluble. Porque, entonces, ¿de dónde salen los dineros para financiar esto, lo otro y el qué hay de lo mío?

Se ha hablado de la personalidad de Feijóo como primer espada del Partido Popular, de su coruscante ´centrismo´. Exagerada publicidad. Es más, me da en la nariz que el nuevo tabernero ha incorporado a su barra de mostrador algunas tapas variadas de la caverna. Por ejemplo, cuando afirmó que el Gobierno se queda con los dineros de los impuestos. Feijóo afirma que está en contra de los populismos, pero él mismo los usa a la remanguillé. Vamos a ver qué hace la taberna cuando se voten en el Congreso el paquete de medidas del gobierno.

lunes, 28 de marzo de 2022

El 97,8 %


 

Leo la prensa diariamente por puro vicio y rutina. La costumbre me viene desde que era niño chico en Santa Fe; en mi casa estábamos suscritos al Ideal de Granada y al Abc de Sevilla que, según el maestro Ferino, no era tan facha como el de Madrid. Así que un servidor se creía que era el niño más informado de la Vega. Pero esta rutina se está convirtiendo, de un tiempo a esta parte, en una angustia que me deja atribulado durante todo el día.

Hoy, por ejemplo, leo las noticias dramáticas de esta guerra de Putin contra Ucrania. La tribulación de ese gran drama me llena de ansiedad. La cosa no tiene trazas de acabar, ni siquiera medio bien. Descanso y me viene a los ojos una gacetilla del afamado periodista Andreu Missé en El País, titulado –así de escueto--  97,8 %.  Más tribulaciones, más angustia; desde luego no comparable con lo de la guerra. En síntesis, Missé nos explica –tomando como fuente al mismísimo Consejo General del Poder Judicial— que el pasado año se dictaron 123.938 sentencias de las que 97,8 por ciento fueron favorables a los clientes. Y que desde 2017, tras la puesta en marcha de los juzgados especiales, han recibido 713.129 demandas, la mayoría han sido condenatorias para la Banca. Primera conclusión provisional: menos  mal que tenemos a la Justicia que nos defiende de la Banca. Segunda conclusión también provisional: los servicios jurídicos de la Banca  asesoran a los dueños para que roan los depósitos de los clientes, son dicho a la pata la llana unos depredadores fulastres.

Más todavía: para ganar el pleito cada cual tiene que hacer un peregrinaje de covachuela en covachuela, como la descrita en su día por Mariano José de Larra, padre de los periodistas españoles que dignifican la profesión. Pasan años hasta que se celebra el juicio. Viene después, tras la sentencia favorable, otro peregrinaje por otras tantas ventanillas, ojos de buey y puertas traseras hasta que al final es posible que el demandante haya muerto. Véase el caso de ese abogado coruñés: tras una reclamación hecha en 2021, la Audiencia le ha citado para el 28 de setiembre de 2026. Ese día se celebra la memoria de los siguientes santos: Wenceslao de Bohemia, Anemundo de Lyon, Caritón de Laura, Exuperio de Toulouse, Fausto de Riez, Salonio de Ginebra, Simón de Rojas, Zama de Bolonia, Eustoquio de Belén, Leoba de Maguncia, que francamente nada tiene que ver con lo que estamos comentando.

¿En los puentes de mando de la política se sabe algo de estas cosas que mortifican a centenares de miles de personas de carne y hueso? Lo saben. ¿Y por qué no intervienen? Ya lo dejó escrito don Francisco de Quevedo y Villegas: «Poderoso caballero / es don Dinero».

Menos reformas de chichinabo y más ir do se encuentran esos aparentes pequeños problemas que joden la marrana a dios y su madre. Ya lo dijo aquella formidable mujer, Teresa de Ávila, «también en los pucheros anda Dios».  

Referencia 97,8% | Economía | EL PAÍS

sábado, 26 de marzo de 2022

«Amor constante, más allá de la muerte »


 

Esta mañana hemos esparcido las cenizas de la Muchacha del 78. Se me fue hace un poco más de un año, y por motivos que no hacen al caso no he podido esparcirlas antes. Ha sido en un paraje bellísimo en la montaña amiga en pleno Maresme.

Adios, Roser, una vez más. Te he leído el soneto de Quevedo que tanto te gustaba. Lo he hecho tartamudeando y el final –eso me han dicho--  apenas si se oía. Aunque todos nos lo sabíamos de memoria.

 

Cerrar podrá mis ojos la postrera

sombra que me llevare el blanco día,

 y podrá desatar esta alma mía

hora a su afán ansioso lisonjera;

 

mas no, de esotra parte, en la ribera,

 dejará la memoria, en donde ardía:

nadar sabe mi llama la agua fría,

 y perder el respeto a ley severa.

 

 Alma a quien todo un dios prisión ha sido,

venas que humor a tanto fuego han dado,

medulas que han gloriosamente ardido,

 

su cuerpo dejará, no su cuidado;

 serán ceniza, mas tendrá sentido;

polvo serán, mas polvo enamorado.

lunes, 21 de marzo de 2022

Muchos chinos en China


El tiempo tiene en China una característica muy distinta de la nuestra. Algo que nada tiene que ver con el cristianismo o, pongamos por caso, con las ocurrencias de Bergson. El tiempo es oro en paño para los dirigentes chinos: lo fue para Mao y Chu Enlai y para los que, aparentando seguirles, fueron sucediéndose en el puente de mando y la sala de máquinas de aquel gran país. Por lo que la gestión del tiempo es la principal arma china en esta terrible agresión de Putin a Ucrania.

Durante años y años China ha ido labrando, sembrando y cosechando, un importante manantial económico, científico y militar. Sin prisas ni aspavientos. Laus Nixon. Hoy, vayamos al grano, es dueña de medio mundo. De ahí que mire la guerra de Putin con unos ojos previsores y en el fondo diciéndose: «A mí no me joden la marrana ni los romanos ni los cartagineses». De ahí que su posición sea intencionadamente estrábica, «ojos bizcos», como aquellos ojos saltones de aquella Marujita Diaz. Los chinos están interesados en continuar su marcha para situarse a la cabeza del poder mundial. En ganarles la carrera a los Estados Unidos, a Rusia y a la Unión Europea. Y para ello –me parece a mí —les conviene el debilitamiento de todos ellos. Así pues, en principio la guerra de Putin, venza quien venza, favorece a los chinos. Siempre y cuando el conflicto no afecte a más países y le obligue a ella a entrar en el drama. Mientras la guerra esté ´controlada´ China cree que a) los contendientes se debilitarán, b) ella no se desgastará económicamente c) y aparecería como la principal –mejor dicho, única— capaz de imponer una solución. O, sea el mundo en sus manos. Muchos chinos en China, y fuera de ella.  

En conclusión, a Xi Jinping la va bien, de momento,  la guerra de Putin. De momento. Por eso creo que empezará a mediar en el momento que se descontrole y amenace a China con los efectos devastadores de una guerra con más diapasón. Nada que ver con el libro rojo de Mao. Más bien con la fría cabeza de Chu Enlai.    

P/S.---  Así las cosas, se me antoja que la necesaria solidaridad con Ucrania es una manera de advertir a los chinos de que se metan en harina. 

jueves, 17 de marzo de 2022

El descabello del independentismo


 

 

El independentismo catalán ha tenido siempre pocas luces: partía hace unos años de una considerable fuerza movilizadora y llegó a pensar que la independencia y la república catalana estaban a la vuelta de la esquina. Ese era el sístole de la situación catalana; el diástole, sin embargo, iba en la de unos grupos dirigentes, así en la política convencional como en el propio movimiento, cada vez más obcecados en la idea fija de la independencia como en su enfrentamiento con el Estado español. En ocasiones, no obstante, el Estado no trató con inteligencia política la situación catalana.

El independentismo tenía en su seno la preñez de su autodestrucción: la dependencia hacia los partidos políticos que eran quienes dirigían el cotarro desde las covachuelas del poder.

Con todo, la idea –la ruptura con España--  era un estrambótico desiderátum. Confiaban angelicalmente en la UE, aunque esta se cansó de repetirles que nanay. Algunos chicolearon cabe Putin para concitar apoyos a la causa. Dislate cum laude. Y aquella rosa manoseada por tantos acabó por chuchurrirse. Se acabó lo que se daba. Primera conclusión un tanto chocante: el movimiento independentista se mató así mismo. Lo que no quiere decir que, suicidado ahora, no tenga en barbecho decenas de miles de feligreses dispuestos a lo que sea. Cada vez menos, por supuesto. Pura bambolla.

A ellos se ha dirigido la incombustible Clara Ponsati, eurodiputada, renovando el mensaje del chicoleante Toni Comín: hace tiempo ésta caballero llamó a dar la vida por Cataluña; ella suplicando, desde la mesa camilla de su hogar, que había que darlo todo por Cataluña. La capitana Araña.

Que el movimiento está roto es algo bien visible. Una ruptura –como causa o efecto, no lo sé— que siempre estuvo en la zahúrda de las relaciones entre los post post post convergentes y los de ERC. Finalmente, el toro del independentismo ha sufrido un descabello por parte del diputado Rufián, diestro en esas lides, llamando a los post post post convergentes sonoros piropos: ´señoritos´, ´pijos´, amigos de Putin. Por lo que esta generación de dirigentes de los hunos y los hotros será incapaz de arreglar la ruptura del independentismo. Ojalá sea así. Porque un movimiento que se suicida no es de fiar. 

domingo, 13 de marzo de 2022

Feijóo: ¿subir o bajar la escalera?


 

El Partido Popular tiene todas las trazas de ser un archipiélago de asociaciones de agraviados entre sí. Estos grupos se reproducen como las amebas y surgen tras el destronamiento del que manda en un momento dado. Ahora aparece la célula de los casadistas, también agraviada por el resto de las diversas tribus. Pero el casadismo, sin embargo, ha dejado un escabroso menhir en la geografía política española: Castilla—León con su gobierno de la taberna y la caverna. Esa herencia perseguirá al nuevo, Núñez Feijóo, hasta el día del Big Crunch.  

Este Feijó había sido visto como si fuera el huevo cósmico o Big bang, es decir el inicio del nuevo universo pepero. Exageraciones. Era, en el interior del partido, una manera de minusvalorar a un Casado que cada día se asemejaba más al gallo de Morón.

La primera gran decisión de Feijóo ha sido no decidir: ni subir ni bajar la escalera, quedarse quieto como don Tancredo ante la decisión de su correligionario, castellano  o leonés, de dejar pasar a la tienda de Alvargonzález a un beligerante sarraceno. Que ha sido agasajado a cuerpo de rey con la presidencia de las Cortes, la vicepresidencia del gobierno y varios ministrillos.

Feijóo con céltica equidistancia entre el querer y el poder se lava las manos; de un lado clama contra los populismos, de otro lado, permite que la caverna se instale cómodamente donde ella exigía. Por lo que, así las cosas, se nos vienen algunos interrogantes: ¿por qué ha permitido la acumulación de más costra en el partido? ¿por qué no ha corregido el pacto (más bien, imposición) de Vox a ese Mañueco? ¿es de ley el ´centrismo´ de Feijóo? ¿el llamado centrismo se define por «palabras, palabras, palabras» o por los hechos?

De entrada, siguiendo las enseñanzas de doña Empiria, podemos barruntar que las asociaciones de agraviados del PP guardan en las cajas de caudales este descomunal dislate de un hombre, Feijóo, que sabemos cómo ha empezado; el tiempo y sus agraviados, pasados y venideros, descubrirán cómo acaba. De momento hasta los colegas del grupo parlamentario europeo están que trinan con el alto mando del PP, sea este quien sea.  

 

P/S Paco Rodríguez de Lecea: CASTILLA LA VIEJA

 

jueves, 10 de marzo de 2022

Luis Romero: raíces, tronco y ramas del movimiento obrero


 Luis Romero nos ha dejado.

De luto está el movimiento obrero.

Silencio en todos los andamios,

silencio en todo lo que trabaja.

Ya lo dijo el poeta: ´tardará mucho en nacer,

si es que nace, un andaluz…´

 

(Suena la Internacional)  https://www.youtube.com/watch?v=UjW9qh0kyFg

miércoles, 9 de marzo de 2022

Grandeza y división del movimiento feminista

El movimiento feminista dio ayer el do pecho en las calles y plazas. Día grande para las mujeres y la democracia. Lástima que tan importante jornada estuviera presidida por la división del movimiento. Hubo algunas excepciones. Una exultante Carme Ortega me cuenta que «en Mataró ha habido una sola manifestación unitaria, grande y hermosa». No me extraña, las dirigentes mataronesas son mayoritariamente trabajadoras del textil, con décadas de experiencia sindical y vecinal. Siempre al grano.

Sin embargo, ayer quedó señalado el día que públicamente se expresó organizadamente la división. Es decir, cada bando del movimiento feminista exhibió su propio carné de identidad en detrimento de las banderas de la unidad. Mi primera conclusión provisional: el virus izquierdoso de las escisiones y continuas rupturas también ha llegado al movimiento de las mujeres. Y, como desgraciadamente bien se sabe, cuando un movimiento se rompe, dicha desgracia tiene los siglos contados. Fíjense hasta qué punto el movimiento sindical, cuyos orígenes y motivos desconocen la mayoría de sus dirigentes actuales, sigue hoy cada uno en su casa a pesar de que  unos y otros exhiben a diario menos diferencias.

Posiblemente cada sector  del feminismo entrará en una fase de autolegitimación contra la del otro, en un itinerario de justificar sus diferencias.  Y es que la división se teoriza, mientras la unidad requiere pocas palabras.

Sería ilusorio y, predicando en el desierto, si ahora propugnásemos el reencuentro y la unidad de los dos grandes cachos del feminismo. Pero sí es responsable que entiendan que, al menos, deberían practicar la unidad de acción. Siempre y cuando unas y otras sean ellas mismas y piensen con su propia cabeza; siempre y cuando rechacen ser un instrumento ancilar de ´mamá partido´, que –como madrastra chicoleante— siempre va a lo suyo.   

 

P/S.---  Carme Ortega en la manifestación de ayer en la ciudad de Mataró.


lunes, 7 de marzo de 2022

Podemos: «puro interés faccional»


 

 

No está el horno para bollos. Y, encima, nos cae la invasión de Ucrania. Nos estamos reponiendo de la pandemia, aunque todavía sigue provocando luto y dolor y la recuperación económica es lenta y desigual. Y, ahora, nos viene de lleno el brutal ataque de Putin, haciendo astillas el Derecho internacional.

Pues bien, en este contexto del que todavía no se vislumbra una solución hasta que China vea que se han debilitado Rusia, Estados Unidos y la Unión Europea, en ese contexto –digo--  vuelve la burra al trigo: o sea, nuevo conflicto de Podemos con el gobierno de coalición del que forma parte y conflicto también entre Izquierda Unida y Podemos. En mi casa santaferina se diría que ´Dios le da nueces a quien no  puede roerlas´. Cosas de los antiguos.

Entiendo que nadie está en condiciones de atisbar cuándo y cómo acabará el ataque ruso a Ucrania. Es más, tampoco nadie se atreve a imaginar cómo reaccionaría el estrambótico dirigente ruso si las cosas le fueran a peor. (De momento tiene que estar metabolizando su humillación: pensaba que se haría con Ucrania en un santiamén y la cosa se prolongará más de lo que el sátrapa hubiera deseado).

Pero nos parece que el conflicto podría ser duradero provocando una hecatombe en Ucrania y una situación económica durísima en Europa. Y en ese encuadre, la juventud «divino tesoro» de Podemos, sacando a colación los textos de la gauche divine, se enfrenta al Gobierno. Más madera.

Tiene razón Izquierda Unida cuando avisa a Podemos: existe el riesgo de ruptura y adelanto electoral. Ojo, Feijóo no es Casado. Es más, IU sin pelos en la lengua recrimina a Podemos: «Pudiera pensarse que hay un cierto interés en construir un nuevo campo político de división por puro interés faccional».

Tal vez Pablo Iglesias el Joven crea que lo que está pasando es un video juego o la representación de una serie televisiva.

viernes, 4 de marzo de 2022

¿Hasta dónde llega ´lo peor´?


 

 

Tras hablar por teléfono con Putin, Macron nos ha dicho que «lo peor está por llegar».  Toco madera porque no se me alcanza el límite de «lo peor». Porque, tal como están las cosas, ¿qué es «lo peor»? ¿Se trata de la ocupación de Ucrania y la imposición de un gobierno títere en Kiev o hay algo más? De entrada sólo sabemos que Putin quiere la rendición incondicional de Ucrania para poner las condiciones que se le antojen. Lo que siendo mucho e inaceptable tal vez al déspota de Moscú  le parezca poco; un déspota que, además, hay serios motivos para pensar que su cabeza no está bien atornillada. O, como algunos indican que lo de Ucrania es sólo un aperitivo para recrear el antiguo territorio soviético. Insisto, la sesera de Putin está fuera de toda lógica «universal y necesaria».

Porque, ¿cómo es posible que no previera él y su camarilla que la invasión no iba a ser un paseíllo? ¿hasta qué punto pensó que los ucranios iban a ser unos calzonazos? ¿cómo es que no tuvo en cuenta la posibilidad de que se iba a quedar más sólo que la una? Incluso confió en la inquebrantable solidaridad china, que finalmente no está siendo tal: abstención en el Consejo de Seguridad de la ONU y el Banco Asiático de Inversión e Infraestructuras, chino, le ha cerrado el grifo a Rusia y a Bielorrusia. Y sin embargo, el déspota tiró p´alante.

Este déspota hará mucho daño porque actúa alocadamente. O con una forma mentis desconocida para nosotros. Así es que o China le levanta el gallo a Putin y le corta todo tipo de ayuda o estamos abocados a un conflicto bélico duradero.

jueves, 3 de marzo de 2022

¡Armas para Ucrania!


Hace bien Pedro Sánchez enviando ayuda militar, incluido armamento, a la Ucrania invadida, violando el derecho internacional.  Con todos mis respetos: desatinan, y no poco, quienes afirman que «Contribuir a la escalada bélica no va a resolver antes el conflicto». Son palabras de la dirección de Podemos.

Desde que tengo uso de razón veo a un sector de la izquierda, en esto «de la guerra», como el alma de Garibay, de mazo en calabazo. Cuando en mi casa santaferina mis padre adoptivo, el maestro confitero, Ceferino Isla, me explicaba con gran amargura que las democracias europeas decidieron no ayudar a la República española. Yo, niño chico todavía, cogí una gran sofocación y les llamé de todo a los mandamases de tales potencias. Ahora, ahora mismo –en ese asunto concreto de la invasión rusa de Putin a Ucrania—es aceptable otro Comité de no intervención? ¿Vamos a dejar solos y en la estacada a quienes en sus casas, calles y plazas están defendiendo lo suyo?  Digo esto porque determinada izquierda de chiruka y anorak responde por lo general a todas las invasiones con el latiguillo de «No a la guerra». Ignorando que, de lo que se trata realmente, es: ¿los pueblos invadidos manu militari tienen el derecho de defenderse y repeler la agresión? Pero, comoquiera que quien invade es el más poderoso, ¿cómo debe defenderse el pequeño y repeler la agresión? Con todo lo que tenga a su alcance. No obstante, si la desproporción militar entre unos y otros es tan enorme como en el caso de Rusia y Ucrania ¿qué debe hacer el más débil? Armarse hasta los dientes con lo que tenga y solicitar ayuda y solidaridad a todos los países, armamento militar incluido? Soprende, pues, que las palabras de la señora Belarra (Podemos) dando a entender que la autodefensa militar y ciudadana es “contribuir a la escalada bélica”. Y causa sonrojo ver cómo la solidaridad con Ucrania, sí, la solidaridad es adjetivada como “contribuir a la escalada bélica”.

                Vale. Dejemos pues que la Belarra envíe esparadrapos y carne de                  membrillo a todos los que luchan en uno y otro bando. Por                              nuestra     parte, harticos de tanto buenismo de ursulinas,                             mandemos todo lo que podamos. Por supuesto, también las armas.