jueves, 4 de febrero de 2021

La mesa de negociaciones como trampantojo


 

Ayer hablábamos de la reanudación de la mesa de negociaciones entre el Gobierno de Pedro Sánchez y el de la Generalitat, tras las elecciones del próximo 14 de este mes.  El resultado de esos comicios condicionará la rapidez o lentitud de la puesta en marcha de la mesa, el petitorio de cada cual y las pocas, muchas o ninguna posibilidades de sacar algo en limpio.

Con toda probabilidad el partido de Junqueras (ERC) seguirá estando en la mesa tras las elecciones. Y podemos conjeturar que, mientras Puigdemont sea decisivo en esa fracción post post post convergente, Waterloo no sólo no estará negociando sino que arremeterá contra quienes lo hagan. Así las cosas, esta fracción, auténtico mejunje de libertarianos y carlistas legitimistas con un chorreón de trumpismo irá desubicándose de la realidad, no sólo no propondrá soluciones a negociar sino que, además, irá perdiendo capacidad de intimidación ´a España´ y a sus competidores, Pere Aragonès García y allegados. Estos post post post convergentes, con Waterloo dirigiendo el cotarro, irán sumiéndose en la irrelevancia. Sus proclamas de «lo volveremos a hacer» o «reactivaremos la declaración unilateral de independencia» son elemento espiritual, sagrada eucaristía para mantener el rescoldo: «De rodillas, Señor, ante el Sagrario».

Por lo tanto, el elemento a tener en cuenta es ERC, el partido europeo más confuso. Es el único que puede poner en un brete al gobierno español, tenga éste una u otra caracterización. Aclaremos: es el brete del permanente desasosiego por el vuelo del moscardón de la amenaza de la independencia y la reactivación, cuando les interese, de la autodeterminación. Todo ello adobado por el vinagre de la insubordinación y la pimienta de la desobediencia. Más todavía, quienes no somos sospechosos de no querer que haya negociaciones –lo que comportaría la utilidad de la mesa--  debemos señalar que Junqueras – Aragonès solo necesitan la mesa para aparentar una moderación de circunstancias. Es un flanco que utilizan como reclamo del voto del independentista moderado o cansado de no ver solución por ninguna parte. En resumidas cuentas, la mesa es un trampantojo.

Con un resultado claro en las elecciones del 14 de Febrero todo ese magma puede cambiar. Un «resultado claro» es: a) que las fuerzas independentistas no tengan mayoría parlamentaria, y b) que Salvador Illa gane con una cierta diferencia más un buen resultado de la Albiach.  

En caso contrario tendremos más de lo mismo: la decadencia camino de la anomia.  Quien avisa no es traidor.

 

Post scriptum.--- «Lo primero es antes», que dijo don Venancio Sacristán. Que es de obligado conocimiento. Mucho más que saber qué es la recta de Euler.


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