Realismo:
sólo por el hecho de evitar una confrontación electoral entre las fuerza que se
auto consideran a la izquierda del PSOE ha
valido la pena la compleja y azarosa confluencia de diversos partidos en
Andalucía. Realismo: sólo por evitar los sopapos de la ley D´Hont, que castiga casi
siempre al último de la clase, ha valido la pena el acuerdo andaluz. Que se
haya hecho a trancas y barrancas parece que, en estos casos, es la normalidad.
Con todo, ahora no es el momento de gimotear, ni hacer pucheros, sino de meterse
en harina. Realismo: manos a la obra. Este realismo es el que, me parece a mí,
preside la cabeza de cartel, Inma Nieto, en la
coalición de la que estamos hablando, Por Andalucía.
Ganar a la derecha significa un significativo avance de los socialistas y otro
no menor de la coalición.
Ahora
bien, la mayoría de los medios hablan, con mayor o menor, aproximación a los
hechos que ´este es el proyecto de Yolanda Díez´. Y, de una a otra manera, El
País, hoy, editorializa sobre dicha vinculación. De momento, Yolanda no dice ni
oxte ni moxte. Pero, según las escasas referencias de la misma Díez, su proyecto
no va «de suma de partidos», y esta
coalición lo es. Yolanda habla de otra
cosa, que todavía está en el aire. Así pues, el apoyo de la vicepresidenta
del gobierno a la coalición andaluza no debe confundirse con algo que sigue
siendo un nasciturus.