Michele Ventura, destacado dirigente florentino
del PCI y posteriormente del PDS, ha dicho: el grupo dirigente catalán me
parece diletante» (1). Diletante, o sea, aficionado. Conociendo la cortesía de
los viejos comunistas italianos podríamos convenir que en realidad quiere decir
que son unos pardillos. Confusamente pardillos. Porque ¿cómo interpretar las
palabras de Elsa Artadi,
número 10 de la lista del hombre de Bruselas, sentada ahora en el banquillo y,
según se dice, candidata en la sombra a presidir la Generalitat? Esta Artadi ha
declarado: «Una opción distinta a Puigdemont sería entrar en el marco mental del 155».
La número 10 no sólo reivindica
que es Puigdemont quien detenta la legitimidad, sino que aprovecha que el
Llobregat pasa cerca de Cornellà para propinar un coscorrón a Junqueras y los
suyos. Vosotros estás contaminados por el 155, sólo Puigdemont es el contenedor
de la dignidad. Junqueras,
pues, debe limitarse a recitar aquello de «Domine, non sum dignus». Una pugna
áspera por la posesión de la Túnica Sagrada.
Una diletante esta Elsa Artadi. Porque,
a estas alturas, decir que el artículo 155 es un «marco mental» es o estar en
Babia o licenciada en gilipollescencia o ambas cosas a la vez. Y, sin embargo,
esta Artadi Licenciada y máster en Economía
por la Universitat
Pompeu Fabra, Artadi se doctoró en la Universidad Harvard. Del 2006 a 2011 fue profesora de Economía de la
Università Bocconi en Milán. Durante esta época también
fue profesora en una universidad china y era miembro del comité científico del
Banco Mundial en Casablanca, consultora del Banco
Mundial en Washington y miembro del
comité científico de la European Economic Association. Que expresaría una
brillante carrera académica, pero con párvula capacidad política.
Un grupo dirigente diletante nos
ha llevado a esta situación. Un grupo de pardillos que se auto propone para
seguir en la misma ruta que nos ha llevado a este precipicio. A este laberinto:
división, política y social en Cataluña, entre independentistas y sus
contrarios; lucha cada vez más enconada entre el mantenimiento del milenarismo
escatológico de los de Puigdemont y los intentos de hacer política de Junqueras
y los suyos; y de ambos frente al Estado español. Demasiado para el cuerpo;
demasiado para estos diletantes.
¿Y Rajoy, qué? Previsto por don Luis de Góngora:
Amarrado al duro banco
de una galera turquesca,
ambas manos en el remo
y ambos ojos en la tierra,
un forzado de Dragut
en la playa de Marbella
se quejaba al ronco son
del remo y de la cadena:
«Oh sagrado mar de España,
famosa playa serena,
teatro donde se han hecho
cien mil navales tragedias…
se quejaba al ronco son
del remo y de la cadena:
«Oh sagrado mar de España,
famosa playa serena,
teatro donde se han hecho
cien mil navales tragedias…
(1)
Véase
el artículo de Enric Juliana El año de las banderas en La Vanguardia
de hoy.
Radio Parapanda.— Isidor Boix en http://iboix.blogspot.com.es/2017/12/salario-minimo-de-ciudad-pisarello-dixit.html