En fin, estos cirróticos --repito, los que insultan, no los que debaten ásperamente-- ya tienen otro enemigo: Jordi Ribó i Flos. Que, al decir de aquellos, se ha pasado con armas y bagages al revisionismo histórico, dejando atrás el orujo garrafón.
El lema de este blog es: "Nada curo llorando y nada empeoraré si gozo de la alegría" (Arquíloco).
domingo, 30 de enero de 2011
NOVEDADES EN EL PACTO DE PENSIONES
En fin, estos cirróticos --repito, los que insultan, no los que debaten ásperamente-- ya tienen otro enemigo: Jordi Ribó i Flos. Que, al decir de aquellos, se ha pasado con armas y bagages al revisionismo histórico, dejando atrás el orujo garrafón.
jueves, 27 de enero de 2011
EL PREACUERDO SOBRE PENSIONES
En primer lugar por sus contenidos; valorarlos pormenorizadamente, como es natural, se encargarán los que han estado, dale que te pego, en la mesa de negociaciones. En segundo lugar porque el sindicalismo confederal ha roto la estrategia gubernamental, a saber, que las disposiciones sobre pensiones fueran única y exclusivamente obra del Ejecutivo. En tercer lugar, la quiebra del planteamiento de sólo (y solamente) la jubilación a los sesenta y siete años. Dicho lo cual, me permito hacer una segunda reflexión.
Está claro que una zona no irrelevante del Gobierno no sólo apostó contra la negociación sino que incluso casi a última hora intentó dinamitar el acuerdo, al tiempo que buscaba apoyos a tal fin en el grupo de los 100 economistas que publicaron un chipiritifláutico artículo de viejas resonancias colonialistas: “Más vale honra si barcos que barcos sin honra”. Por lo demás, sea como fuere el caso es que el Gobierno ha ido (en la recta final) al acuerdo obligado por las circunstancias, no porque crea realmente en que tan importantes asuntos deban ser negociados.
Los dirigentes sindicales han estado a la altura.
martes, 25 de enero de 2011
RECORTES EN LA SANIDAD
Mi apendicitis se alarmó y declarándose en rebeldía decidió servir para algo: dar por saco a quien la cobija. Es como si se dijera que si las medidas de este Ruiz se ponen en marcha, esto será la de dios es cristo. (Ahí es nada esa poda de 850 millones de euros, que se dice pronto). Y alzando su rebeldía a la condición clínica de aguda me hizo pasar dos días peor que Jesús en el famoso olivar. Hasta tal punto de que una ambulancia –sin que lo supiera este Ruiz-- me llevó volando al Hospital de Calella La Llopa. En menos que canta un gallo, el doctor Roger Pérez (y su equipo habitual) le cortó la cabeza, el tronco y las extremidades a la tal apendicitis aguda. Y taxativamente ordenó tales y tales medicamentos, antibióticos, pastillas. Un fenómeno el doctor Pérez (y su equipo habitual). Un hombre pragmático que me ha dicho: dos o tres días con dieta blanda; después, barra libre.
Ustedes dispensen, más adelante –cuando tenga alguna idea de lo que se está cociendo por ahí— haremos otro tipo de comentario. Esta chuchería la publico hoy porque tengo mono de blog. (Todavía huelo a antibiótico. Con este Ruiz olería a orujo "Últimas voluntades")
domingo, 16 de enero de 2011
UNA PROPUESTA PARA LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA
Me parece necesario que los sindicatos establezcan un protocolo propio que regule las maneras de abordar el desacuerdo a la hora de firmar o no el convenio en cuestión. Se trata de enfatizar las soluciones unitarias, pero cuando éstas –en tal o cual ámbito-- no son posibles habría que proponer que un instituto sindical formado por ambas organizaciones, de ámbito “superior”, medie infatigable e inteligentemente porque no se produzca un descuelgue unilateral. El “dictamen” de dicho instituto tendría un valor de indicación. Lo que, de momento, sería un paso.
Como puede verse, no se trata de laminar ni matizar la autonomía de los sujetos que negocian que, en último término, serían soberanos –tras el dictamen-- de hacer lo que consideren más apropiado. Simplemente se trata de una cautela en esa búsqueda de evitar lo que, en otras ocasiones (recientes o no) acaba convirtiéndose en una “guerra entre pobres”.
viernes, 14 de enero de 2011
MÁS SOBRE EL PACTO SOCIAL
La negociación entre el gobierno y el sindicalismo confederal español sobre la reforma de las pensiones se ha ido transformando para abordar otros temas aún abiertos, como la reforma de la negociación colectiva y el debate sobre las políticas activas de empleo. Se aprecia un cambio de discurso sindical, que recupera el importante documento propuesta del 2009 en el que exponía la necesidad de un gran pacto social y político para que las distintas fuerzas representativas, en sus respectivas competencias, acuerden un marco de referencia de la política económica y social. La posibilidad de “explorar” este acuerdo ha sido refrendada de forma abrumadora por el Consejo Confederal de CCOO y por el órgano de dirección correspondiente de UGT. La nueva perspectiva parece en consecuencia aceptada por los órganos sindicales como una propuesta dotada de racionalidad política. En efecto lo es, puesto que implica una forma de encarar la salida a la crisis muy diferente a la que el Gobierno ha ido llevando a la práctica desde mayo de 2010, y de la que hay manifestaciones tan importantes como el Acuerdo sobre el Empleo y la Negociación Colectiva 2010, 2011 y 2012 cuyos contenidos y función han sido anulados por la reforma laboral de la Ley 35/2010.
jueves, 13 de enero de 2011
EL REFERÉNDUM DE NISSAN
El referéndum que se ha celebrado en Nissan ha dado el siguiente resultado: el setenta por ciento de los trabajadores ha votado a favor del acuerdo que habían suscrito Ugt y Uso, lo que obviamente equivale a un insuceso de Comisiones Obreras. Comoquiera que no tengo los datos necesarios para establecer una opinión con fundamento dejaré de lado una valoración concreta del comportamiento de las fuerzas sindicales, de todas ellas, en este áspero contencioso. No tengo, por otra parte, motivos para una equidistancia entre unas y otras, repito: simplemente no tengo datos. Y, por otra parte, no acostumbro a dar razón a ciegas ni siquiera a los míos. No obstante, me permito una serie de reflexiones genéricas al respecto.
En este tipo de referéndums la hegemonía no está en los sindicatos sino en la dirección de las empresas. Es lo que también está ocurriendo en Fiat, Italia, aunque el caso de Nissan –quede rotundamente claro-- no es comparable. Lo que relaciona ambas situaciones es precisamente que el centro de gravedad está fuera de los sindicatos, aunque algunos de ellos, por ejemplo en Nissan, hayan pactado con con la contraparte. Digamos, pues, que el vínculo entre las dos situaciones es que se produce un referéndum donde se vacía su propio significado, ya que rechaza, dado el chantaje empresarial, con un visible prejuicio, uno de sus posibles resultados. En otras palabras, en estos casos, las empresas dirigen estas “guerras entre pobres”. Por otra parte, otra de las características es que, incluso los firmantes, siguen con el alma en vilo porque no saben cómo se comportará la empresa tras lo acordado. Lo que equivale a: la eficiencia económica del pacto sigue en entredicho. Cosa que ya ha sucedido en anteriores ocasiones en la mismísima Nissan, que siempre hizo de los acuerdos de su capa un sayo. Lo que, en el fondo, significa hasta qué punto el poder económico se está redistribuyendo en el mundo global, esto es, quién lo ejerce y quién lo controla.
miércoles, 12 de enero de 2011
UN PACTO DE ESTADO SIN MÁS DILACIÓN
¿Por qué es racional la propuesta sindical? Por una sencilla razón que, según parece, todavía no ha querido descubrir el Gobierno: porque de esa manera se establecen los vínculos y compatibilidades entre todos los grandes temas que siguen dispersos. Porque, es un decir, no se puede plantear una política de urbanismo haciendo de cada vecindario una isla sin relación alguna con el conjunto de la urbe. Y, en concreto, porque es un dislate establecer una serie de medidas en pensiones sin relación alguna con el modelo productivo; porque es un galimatías poner en marcha un nuevo modelo de negociación colectiva independiente de las trasformaciones en los centros de trabajo; porque no se pueden diseñar reformas energéticas y educativas sin compatibilidad con tales transformaciones.
En concreto, el asunto tan espinoso de las pensiones habría que reenviarlo a ese pacto de Estado. Lo que no sólo no significaría desdoro alguno para el gobierno sino justamente el mejor acomodo para que esa reforma tenga cara y ojos en el contexto más idóneo de un paquete general. Porque, así como un conjunto de retales dispersos no conforman un traje, de igual modo una batahola de medidas acaba siendo algo así como el ejército de Pancho Villa.
Precisamente este mismo blog decía el 11 de febrero de 2009: “Es de cajón que mientras más tarde se aborde la necesidad de entrar en la concertación se complicarán más las cosas. O, si se prefiere, conforme se van agravando los problemas, más difíciles encontrarán la salida los interlocutores que se sentarían triangularmente. De manera que es la hora de correr a todo gas”. Pues bien, en parte por no haber abordado a tiempo dicho pacto de Estado nos encontramos con estos pelos tan mal peinados. Sucedió, en aquellos entonces, que una sociedad anónima de sordos, ante la propuesta de pacto de estado, preguntó: ¿de qué hablan esos? En fin, ¿continúan siendo sordos?
Radio Parapanda. Desde Soportújar se escribe esto: LA DERECHA YA MANDA: el gobierno de los mejores, naturalmente quien habla es don Lluis Casas.
martes, 11 de enero de 2011
GLOBALIZACIÓN Y DESLOCALIZACIONES
Riccardo Stalignò. A finales de los ochenta usted escribía que los riesgos globales son nuestros riesgos. Hoy la globalización entra en nuestras fábricas y cambia las reglas. ¿Podemos resistir? ¿Y cómo?
Pregunta. En Risikogesellschaft usted imaginaba una sociedad cosmopolita como “nexo global de responsabilidad donde los individuos –y no sólo sus representantes-- pudieran participar directamente en las decisiones políticas”. Aquí, sin embargo, nos encontramos con lo opuesto. ¿Es esta la relación entre capital y derechos?
Respuesta. Debo admitir que es un buen contraejemplo en mi optimismo de entonces. Creo todavía que los individuos –por ejemplo, los consumidores con consciencia política-- son un gigante durmiente. Si se agrupan y organizan sus decisiones de comprar o no comprar tal cosa puede valer casi tanto más que un voto. La misma acción coordinada vale para los trabajadores. A escala internacional hay una competición de sistemas económicos; muchos de ellos, como el chino, puede ser más eficiente que el occidental. Hay que inventar otros modelos.
Respuesta. Es un argumento inmanente, sólo bueno para contextos limitados. Sin embargo, pensando en los trabajos de mayor cualificación –aquellos sobre los que todavía podemos ser competitivos-- en la medida que se recortan los derechos más se reduce la identificación del empleado con la empresa, y con ello, la flexibilidad y creatividad que se necesita para prosperar. Al final, redefiniendo Estado y sindicatos en una dimensión trasnacional, también las empresas se darían cuenta de que democracia y productividad son dos lados de la misma medalla.
Pregunta. La globalización se rige por la deslocalización hacia países menos desarrollados. De ese modo, las empresas ahora y se enriquecen. Pero, ¿por qué una parte de estos beneficios no se redistribuye, siguiendo un principio de vasos comunicantes, entre los trabajadores de los países en los que tienen la razón social?
lunes, 3 de enero de 2011
CAINISMO SINDICAL
En apretada síntesis: dos sindicatos, CSIL y UIL, acuerdan un convenio colectivo en Fiat que destruye derechos indisponibles y que, además, plantea que quien no firme el pacto (como es el caso de la FIOM-Cgil) para --seguir participando en el escenario de las relaciones industriales de la empresa-- debe ser admitida unánimemente por los sindicatos firmantes y la dirección de la Fiat. Lo que equivale a la eliminación de quien no firma el acuerdo, la Fiom. O sea, tres sujetos no institucionales se abrogan unilateral y autoritariamente la destrucción de un derecho constitucional. Irrumpen, como puede verse, en ese escenario –incluso vedado a los poderes del Estado— de lo que está prohibido como “convención democrática acerca de lo que es indecidible para cualquier mayoría” en el que tanto insistió, primero, Norberto Bobbio y, después, Luigi Ferrajoli. Es decir, ya no sólo es el quién y el cómo de las decisiones, sino el qué: qué no debe decidirse –es decir, la lesión de los derechos de libertad— y, por el contrario, qué debe decidirse, o sea, la satisfacción de los derechos sociales.
No hace falta ser bachiller en leyes para percibir que estamos ante un problema que va más allá de la cuestión jurídica. Nos encontramos ante el contagio de la estofa berlusconiana hacia una parte no irrelevante de la sociedad civil, en este caso dos organizaciones sindicales y la dirección de Fiat. Que se pasa por la cruz de los pantalones toda convención democrática. Y, por supuesto, hacia el mundillo de los esclavos felices que, en este caso, son la CSIL y la UIL. En resumidas cuentas, Berlusconi no acaba en sí mismo, cuenta con aguerridos palmeros en su rumba macabra. Unos sujetos que no tienen inconveniente en participar activamente en “la empresarialización de la regulación social del trabajo” como han expresado recientemente los autores del Manifiesto de apoyo a la Fiom, que hemos publicado en la entrada anterior. Hablando en plata, para inmolarse como el peor Arlequín, el servidor de dos amos. Para inmolarse, decimos, en el propio corazón de lo más substantivo del sindicalismo: el convenio colectivo. Lo que nos provoca una tan urgente como necesaria discusión al respecto: aquí, en España, con la intentona de liquidar la ultraactividad, tal como la sueñan algunos de nuestros, en expresión de Keynes, “orates en el poder” y las insistentes exigencias del Banco de España, exigiendo la eliminación de las cláusulas de revisión salarial; en Italia con el precedente de Fiat. Y, en ambos países, con el punto de mira patronal (y sus palmeros institucionales) que se orientan a la construcción de un welfare empresarial que se orienta a un sistema político de signo autoritario. Se trata de una gran cuestión que, tal vez, concite un debate de cara al Congreso de la Confederación Europea de Sindicatos que tiene su cita en Mayo. Vale.
Comentario de Antonio Baylos al respecto.
Querido José Luís: Te sugiero que a tu entrada añadas lo que sigue a continuación. Hay un problema técnico-político en esa actuación de FIAT, que es la “privatización” de la negociación colectiva y la mancata legislación de desarrollo del art. 39 de la Constitución italiana sobre el “erga omnes”, que habría hecho imposible la libertad en la selección del interlocutor, que es lo que hacen en FIAT y aquí en España se pretende / pretendió con los convenios extraestatutarios. La unidad de acción sindical es una condición necesaria para hacer imposible (o más difícil) esta empresarialización que fuerza un consenso con sindicatos “seleccionados” por el poder privado del empresario como interlocutores “beneficiados” por ese mismo acto de elección. También aquí en Italia, como pasa en Francia, la idea de la representatividad sindical no se une al principio de mayoría como un requisito inescindible, y por tanto es posible realizar esa “conventio ad excludendum” del sindicato mayoritario. Pero eso aquí y en Sebastopol se llama amarillismo sindical o colusión entre los intereses empresariales y de otros sindicatos en excluir al sindicato más representativo de los trabajadores. El problema italiano es que esta maniobra se acompaña de un referéndum entre los trabajadores a los que se les hace por la fuerza cómplices y partícipes de esta “abjuración” del sindicato mayoritario, como el niño del Lápiz del carpintero se ve obligado a lanzar la piedra sobre el maestro al que llevan a fusilar, (símil excesivo, pero asi son las asociaciones de imágines o collegato imago).