Voy
a hablar descarnadamente, sin concesiones a ninguna galería. Lo que no es una novedad. Sin importarme una
higa que mis muertos sean destinatarios de toda la mierda habida y por haber.
Trataré de la huelga de hambre que han iniciado Jordi Sánchez y Jordi Turull,
según la versión que hace de ello la musa del independentismo.
La musa ha afirmado (traduzco del catalán): «Imagino que en
algún momento alguien de ERC se sumará a la huelga de hambre, pero son
decisiones personales». Y añade que dicha huelga es una acción política y el
gesto más importante que se ha hecho desde el 1 de Octubre».
Es chocante que, desde el Olimpo, la musa incite a la gente a
realizar un gesto tan duro como es una huelga de hambre. Y, como ella ha dado
una lectura del gesto de los huelguistas, un servidor interpreta, también
políticamente, el uso que la diosa menor hace de la acción de Sánchez y Turull.
La musa les está diciendo que el punto de referencia de la calle
soberanista son los que están haciendo –ahora y aquí-- nada menos que una huelga de hambre. Ellos y
sólo ellos son la estrella de la estelada
con el gesto político más importante desde el 1 de Octubre. La musa parece
interpelarles así: «¿No os habéis dado cuenta que la calle ahora está en manos
de esa gente que sólo pide migajas?».
Todo ello es la expresión más descarnada y áspera del conflicto
entre los sucesores del gran convergente y los de Junqueras. Simultáneamente han
aparecido en las calles unos pasquines que reclaman “Unitat per la
independencia”.
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