1.-- Ya conocen ustedes la noticia: CC.OO. UGT y
USO han firmado con la Generalitat de Catalunya un acuerdo que estipula el pago
de las horas extras que se debían a los funcionarios desde hace años. Nos
referimos a lo que cierto dirigente de la enésima versión de Convergència
calificó hace poco de «migajas». Como es natural, la huelga para hoy día fue
desconvocada. En mi opinión, la firma y la desconvocatoria son correctas.
La
sorpresa viene cuando, tras el acuerdo, USTEC, que se había negado a la
convocatoria de huelga, increpa a los firmantes y les llama traidores y otras
gilipollescencias. No obstante, estos pijo pana no se negarán a percibir los
atrasos. También en los pucheros está el Señor, afirmó Teresa
de Ávila, gran mujer.
2.-- El Popular hace semanas firmó un acuerdo con
los sindicatos CC.OO., UGT y otros que representan a un ochenta por ciento
largo de los empleados de la entidad un ERE. Sin embargo, Cgt, Cig, Ela y Lab
rechazan el expediente. Vale. Pero un 90 por ciento de los afiliados a estas
últimas organizaciones se acogen al mismo. Más que chocante.
3.-- Algunos sindicatos minoritarios convocan
huelgas en sectores del transporte, esperando que los servicios mínimos les
salven la cara y la huelga; luego, desparpajadamente denunciarán la práctica
abusiva de los mismos. En suma, se convoca el conflicto esperando que la
Administración lo impida. Estamos, pues, ante la huelga—calderilla.
Tres
son tres los ejemplos de algunas patologías de algunas organizaciones. Y, más
en concreto, del estajanovismo hipócrita de las mismas. Alguien tendría que
decirlo.
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