Cabe
la posibilidad –una posibilidad no es una certeza— de que la situación
política vaya reduciendo sus grados de
algarabía tóxica. El presidente de la CEOE se ha manifestado favorable a los
indultos a los políticos presos catalanes, también lo ha hecho el Foment, la
patronal catalana. A Pablo Casado se le ha
puesto cara de palo como la de Buster Keaton. Seguramente sir Winston
necesitaría un coñac doble para sobreponerse viendo la estolidez de la derecha
española.
La
jerarquía de la Iglesia católica catalana también se ha pronunciado a favor de
los indultos. Estupor en la Adoración Nocturna de la meseta. Estos curas
–dirán-- no son de los nuestros.
Pues
bien, el problema de Casado y el de la Adoración Nocturna no es sólo ni
principalmente el problema catalán, sino la desubicación de su partido –que,
además, está enredado en la gran pocilga de la corrupción—de las grandes
señales del mundo contemporáneo: Biden y el papa Francisco.
Lo
decimos con cautela: se está abriendo un nuevo escenario global que tiene
naturalmente sus repercusiones en nuestro país. Hace unas semanas la bronca era
atronadora; es cierto que la discordia se mantiene, pero los grados van
menguando muy lentamente. Y para mejor avío la pandemia, todavía viva, va
debilitándose.
Lo
decimos con cautela, porque todavía en el gobierno catalán de Pere Aragonès García persisten las estupideces
políticas y las incongruencias. La visita del president a Waterloo es un
auténtico disparate. Aragonès: un paso adelante y tres para atrás.
Mientras
tanto, el gobierno progresista ve que las autoridades europeas aprueban la
política económica española. Pedro Sánchez tiene
más vidas que los gatos. Y encima Bruselas nos dice que la reforma laboral y la
de las pensiones es cosa de las negociaciones del gobierno, sindicatos y los
empresarios.
Casado
estupefacto. Su problema: todavía no ha pasado del catón moderno.
Blogosfera.
Discurso
del papa Francisco a la OIT: https://www.hoac.es/2019/06/27/mensaje-del-papa-francisco-a-la-reunion-centenaria-de-la-oit/
PRL.-- NO A TODO
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