Ayer,
Lunes Grande de Junio, se llegó a un importante acuerdo: la reforma de las
pensiones. Gobierno progresista, sindicatos y empresarios pactan unos importantes
contenidos. Aquí hay quien está por la labor frente y contra la cofradía de don
Quintín el Amargao que
es sólo un cacharro de obstrucción de la buena marcha del país. Los fusileros
del Partido Popular,
los escombros de Ciudadanos
y las escuadras de Vox
–en apariencia «recias, marciales»-- no
salen de su asombro.
El
acuerdo es bueno se mire por donde se mire. Por sus contenidos, en primer lugar
(1). Por el clima de distensión que añade a la situación política. Por la
eficacia del proceso negociador, extremadamente sobrio, sin tener nada que ver
con los postureos y las cacofonías mediáticas al uso.
Los
fusileros del Partido Popular se han quedado sin pólvora a pesar de haber
sufrido una humillación considerable, a saber, la eliminación de toda la
toxicidad de la reforma de 2013 –por ejemplo, el llamado factor de
sostenibilidad, entre otros-- que sólo contó con el apoyo de las bancadas de Rajoy.
Lunes
Grande de Junio, ayer. La utilidad del sindicato –utilidad y eficacia-- se ha puesto nuevamente de manifiesto. Ahora
bien, conviene recordar una de las debilidades del sindicato. A saber, no es
capaz de establecer una relación fecunda entre la importancia de lo que
consigue y su capacidad de explicar a sus representados el fruto de lo
conseguido. Por lo que hay un cierto desajuste entre las conquistas sociales y
los afiliados que deberían inscribirse como beneficiarios de las nuevas
conquistas. Vale la pena decir que esta dificultad viene desde los primeros
andares del movimiento sindical. Y en concreto, de Comisiones
Obreras.
Por lo que lo lógico sería que cabe esperar de un grupo dirigente sabio, eficaz, que ha sabido conducir estas negociaciones, que simultáneamente sea un sujeto que organiza las conquistas. Yendo por lo derecho: los momentos de las conquistas sociales son las ocasiones más idóneas para plantear la necesidad de la mayor afiliación al sindicalismo.
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