1.-- Escribe el Juez Llanera: «Cualquier
limitación derivada de la limitación de la libertad en la que se encuentran los
investigados no puede suponer la modificación de la aritmética parlamentaria
configurada por la voluntad de las urnas». Cuestión diferente, añadirá más
adelante, es que «esa modificación la provoquen los diputados electos que se
han marchado y permanecen en Bruselas». (La Vanguardia de hoy). Con esta dogmática
jurídica el magistrado permite que Junqueras, Forn
y Sànchez deleguen su
voto en la sesión de investidura en el Parlament de Catalunya.
El Magistrado del Supremo, a mi
entender, no acierta. Porque el Parlamento no es solamente un lugar donde se
vota: se habla durante más tiempo que el que se dedica al hecho mecánico de la
votación. Parlamentar no es sólo votar sino debatir, negociar y, por supuesto
como conclusión, votar. Llanera, por consiguiente, tiene un concepto
reduccionista del hecho de parlamentar. Y no somos pocos los que tenemos
interés en que Junqueras, Forn y Jordi Sànchez hablen. Esto es, que expliquen qué
les ha llevado a la gran rectificación: nada de declaraciones unilaterales de
independencia, todo dentro de la Constitución Española. Una aclaración
indispensable en el discurso de respuesta al orador que presenta la
investidura. No lo podrán hacer porque seguirán en prisión. Así las cosas,
queda tiznada la parte central de la argumentación de Llanera: «Cualquier
limitación derivada de la limitación de la libertad en la que se encuentran los
investigados…».
Llanera justifica su decisión de
no permitir la presencia de los diputados electos encarcelados por temor,
afirma, de que se provoquen desórdenes y alborotos. Un razonamiento peregrino.
No hace falta ser excesivamente lince para intuir que eso no es lo que conviene
a los detenidos ni a sus formaciones políticas. Claro, la presencia de ellos
acudiendo al Parlament provocaría una nueva exhibición de músculo movilizador,
pero me atrevo a decir que los gritos no llegarían al río.
2.-- En menos de dos meses ha caído la clave de
bóveda de la estrategia independentista. Personalidades importantes se han
desdicho ante el Tribunal Supremo del método empleado por el procés, del que ellas fueron
principalísimos protagonistas. Todos ellos, además, son –o hasta ahora han
sido-- dirigentes del PDeCAT y de ERC. Han enviado al baúl de los recuerdos la
declaración unilateral de independencia y el dribiling de la Constitución…
Cada cual intenta gestionar su
biografía a su propia conveniencia. La auto rectificación que todos ellos han
hecho ante el Tribunal Supremo tiene una enorme importancia porque se trata,
como hemos dicho más arriba, de personas principalísimas en la vida política
catalana; y porque el conflicto mayúsculo que han protagonizado ha puesto en
vilo a toda la sociedad catalana y española. De ahí que la auto rectificación
se trate de un asunto público, político. O sea, va más allá de la gestión
personal de la propia biografía de todos aquellos que se han retractado. Por
ello les es exigible dar públicas explicaciones. No sólo a sus parciales, sino
a toda la ciudadanía. Pues las consecuencias de los actos de tales dirigentes
han afectado gravemente a todos. Es una situación que tardará décadas en
remontarse.
Es lógico, pues, que nos
preguntemos si esta gran rectificación es la consecuencia de un razonamiento
intelectual o de qué. Mi arriesgada respuesta es que no obedece a una lógica
intelectual, sino a una consideración de auto defensa para salir de la cárcel.
Ciertamente, es legítimo pero la ética de quienes lo han hecho ha quedado a la
altura del betún. En todo caso, gente habrá –y no serán pocos-- que se felicitará de la astucia de los que
organizaron una intemerata que todavía dura.
3.-- El discurso del procés no sólo ha perdido fuerza. De hecho, ha quedado malparado
tras la rectificación –«il grande rifiuto», diría Dante
Alighieri— de una serie de voces del
independentismo. El «todo dentro de la Constitución» lo redimensiona todo. Para
seguir cacareando ese gallo necesita otro plumaje. Pero eso no se lo podremos
oír a Junqueras y a Sànchez en el Parlament. La miopía de Llanera lo ha
impedido hasta ahora.
Nota final.-- Que ciertos sectores del independentismo
están hechos polvo lo demuestra el twitter de ese Jordi Turull, avinagrado ex portavoz del
Gobierno de Puigdemont.
Comoquiera que el hombre está tiritando de desorientación sólo se le ocurre
arremeter contra Joan Coscubiela: «@jcoscu Sort i encerts en la teva
nova etapa ara que deixes de ser diputat. Segur que a la FAES valoraran la teva
expertesa i l’IBEX35 la teva lleialtat». Turull: «de te fabula narratur». O, lo
que es parecido: por la boca del twitter muere el pez.
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