¿Sudoku
o ajedrez? Enric Juliana cree que el embrollo
catalán se parece al sudoku; por su parte, Paco
Rodríguez de Lecea estima que es una partida de ajedrez. Dos analistas
temperados que no dan punto sin hilo. El primero desde las páginas de La
Vanguardia, el segundo en su blog Punto y
Contrapunto (1).
La
diferencia no es irrelevante para describir la situación. El maestro Juliana no
da las razones de su punto de vista; Paco Rodríguez, doctor sutil, se explaya
en argumentar qué le hace considerar el parecido con la partida de ajedrez. Lo
hace, además, desde su condición de consumado ajedrecista. Estoy con Paco. Y
diré más: el sudoku es un juego mecánico; el ajedrez es un complejo artificio
dialéctico con sus guerras de posiciones y de movimientos. Aunque en el caso
catalán esas guerras parecen de arte menor.
El
sudoki puede resolverse con cachaza y algún golpe de suerte; la partida de
ajedrez requiere otras condiciones. Decididamente estoy con Paco Rodríguez de
Lecea. Cuestión diferente es, sin embargo, si la partida catalana de ajedrez se
corresponde con un campeonato parroquiano o de más largo alcance.
Partida
de ajedrez. Que puede quedar en tablas y ser necesaria la repetición de las
elecciones. Lo que, en este caso, sería un estrepitoso fracaso de las fuerzas
políticas independentistas, que tienen la mayoría de escaños, no así de votos.
Repetir las elecciones sería mantener la incertidumbre política y agravar el
malestar de la economía. Con la acumulación de los problemas pendientes y su
superposición con los que van apareciendo.
El
choque entre los parciales del hombre de Bruselas y los de Junqueras se basa en
dos elementos. Uno, Puigdemont
entiende que debe ser relegitimado en su cargo de presidente; Esquerra
Republicana, a su vez, le urge a que aterrice en Barcelona, en caso contrario
sostiene que la presidencia debe ser para Junqueras. Dos posiciones que tienen el mismo
inconveniente: el alfil del ajedrez no se mueve como la torre. En todo caso
parece ser cierto que la Metafísica de Puigdemont ofrece más inconvenientes que
los intentos de hacer política por parte de los parciales de Junqueras, siempre
que dejemos aparte a Marta
Rovira, que vive sin vivir en ella. En ese contexto el sendero escatológico
del hombre de Bruselas pone más inconvenientes a la formación de gobierno que
la política de campanario de Junqueras.
Afirma
Paco Rodríguez que «no hay soluciones
cerradas en el ajedrez; hay muchas formas distintas de ganar la partida, y
también de perderla». Cierto. Pero en el caso de esta partida de ajedrez se
debería tener en cuenta que pueden perderla los espectadores.
Que, aunque no prevista en el juego,
sería una variable de la ajedrez política. La ciudadanía pagando los
platos rotos de la incontinencia de los que mueven las fichas en el tablero. Y,
como se ha apuntado en otras ocasiones, la decadencia. Torres más altas han
caído.
Permítaseme un recuerdo. Durante la última ocupación del edificio del
sindicato franquista por parte del sindicato de CC.OO. de Cataluña, que hoy es
la sede del sindicato en Vía Leietana, dos ilustres ocupantes jugaron una
partida de ajedrez: Paco Rodríguez y Marcos Manzano, secretario general de Energía, se vieron las caras en una partida famosa en
los pasillos de la quinta planta. No me acuerdo de quién se llevó el gato al
agua.
1) P. Rodriguez de Lecea: http://vamosapollas.blogspot.com.es/2018/01/catalunya-y-la-teoria-de-los-juegos.html
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