Es
cierto: Pedro Sánchez ha salido investido por
los pelos. Pero no es menos cierto que el búnker ha sido derrotado. La alianza
de los inquilinos del búnker ha fracasado estrepitosamente. Son las facciones políticas
de secano y orinal, la Brigada
Aranzadi, los periodistas de fortuna, de los almogávares de Waterloo y la Adoración Nocturna de Mosén
Cañizares, príncipe
de la Iglesia. Derrota, pues, sin paliativos del arma de la intimidación; de la
interpretación torticera, a sabiendas y queriendas, de la legislación; de la
práctica paroxísticamente mendaz de una opinión publicada por parte de escribas
agachados; y, definitivamente, revés del nuevo Palmar de Troya: no consiguió el necesario
quórum para rezar por España. O, tal vez, Dios no ha querido tener problemas
con doña Correlación de Fuerzas. Y hablando de
tan ilustre dama, doña Correlación, sería de interés provocar alguna
reflexión.
Sabemos
por experiencia que cuando los partidos de izquierda acceden al gobierno tienen
como fea costumbre desatender hasta límites insospechados su organización
interna. Se diría que el partido queda subsumido en la acción de gobierno que
sólo es divulgada a través de las comunicaciones mediáticas de los dirigentes.
Las estructuras intermedias se convierten en terminales burocráticas de las
orientaciones que se envían desde los gabinetes de prensa. El twit es el medio
de este vicio. De donde se infiere que la estructura se da por informada y, a
la vez, comoquiera que sabe que el líder, ya en el gobierno, se comunica con la
sociedad a través de la televisión, cree que se hace innecesaria la
participación activa.
Ahora
más que nunca se precisa la recuperación de la militancia, la militancia
creativa. Más todavía, los partidos de
izquierda deberían considerar que los desafíos que comporta el programa
de la coalición de progreso requieren nuevas incorporaciones. En resumidas cuentas, la acción propia de
cada partido de la coalición de izquierda –con su propia identidad-- es algo insoslayable a partir de ahora,
justamente para que la relación de fuerzas les sea beneficiosa. Para que,
frente al secano de las derechas, pueda decirse ¡qué verde era mi valle!
P/S.--- No está confirmado que Steve Bannon se haya visto
empinando abusivamente el codo. El padrastro del populismo europeo está
cosechando fracasos a granel. El de ayer fue de armas tomar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario