sábado, 12 de agosto de 2017

La irascibilidad de algunos independentistas



La idea de organizar un acto contra la independencia de Catalunya, que se explica en https://lopezbulla.blogspot.com.es/2017/08/no-la-independencia-de-cataluna-no-al-1.html,  está concitando un gran interés. Son ya muchas personas las que han solicitado colaborar en la preparación de dicho encuentro. Las tendremos en cuenta. Muchas gracias. También ha provocado una indisimulada irascibilidad. El independentista intolerante está permanentemente de guardia.

A su vez, el independentista tolerante encuentra normal que, desde otra mirada, haya quienes opten por otra orientación. De estos no hablamos y constatamos el respeto recíproco. Es más, al tolerante le incomoda la bilis que nos dedican los incontinentes. Por eso, hemos dicho que nosotros no  vamos contra los independentistas sino contra la idea de la independencia.  

El independentista que está de guardia nos acusa de: no ser demócratas, porque no respetamos a la mayoría; de servir los intereses del Partido Popular y de Ciudadanos; de ser unos viejos culos de mal asiento. Vale decir que nos esperábamos esos comentarios. Por lo que no nos ha sorprendido el elevado nivel de tales argumentos. Por partes.

«No somos demócratas». Pero ¿sabe alguien a priori quién tiene, por así decir, la mayoría? ¿Quién la ha contado? ¿Quién se la apropia y por qué? Más todavía, ¿a santo de qué se niega a cuatro y el cabo (o sea, los promotores de la convocatoria del acto) la libertad de opinar y organizar lo que deseen, respetando las reglas de la democracia? Y, por otra parte, ¿por qué esa inquietud?

«… de servir los intereses del PP y de Ciudadanos». Es tan falso como los antiguos duros sevillanos. Nuestras modestas biografías no avalan ese infundio, que se pone en circulación a falta de argumentos. Un ligero repaso de los escritos de este blog avalan nuestra orientación de izquierdas.

«Sois unos viejos». Bien, eso es verdad. La mayoría estamos cargados de años. Algunos tenemos ciertos achaques, ciertamente. ¿Y qué? A nuestra edad es un deber tener algunos alifafes. En todo caso, entre nosotros hay viejos que están todavía de buen ver, de buen pensar y de buen actuar.

En todo caso, es muy de agradecer que nos pongan a caldo. En el fondo están haciendo un buen servicio a lo que pretendemos hacer y ya hemos puesto en marcha.



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