Ramón Mercader sigue vivo
Escribe Gregorio Luri
Ya que salgo citado, me parece conveniente apuntar algunas cosas que he ido
descubriendo con el tiempo (porque no he abandonado, ni mucho menos, la
investigación):
1. Sara Montiel y Ramón Mercader fueron amigos. Él la admiraba
profundamente. Pero no fueron amantes.
2. Sara visitaba con frecuencia la cárcel de Lecumberri porque su pareja de
entonces, Juan Manuel Plaza, figura relevante del PCE, suministraba a Ramón
materiales tecnológicos sofisticados para poner en funcionamiento una emisora
de radio que, desde la misma celda de Ramón, brindó importantísimos servicios
al espionaje soviético.
3. Ramón Mercader aprovechó las visitas de Sara a su celda para enseñarle a
leer y a escribir. Ella misma lo reconoció públicamente en la televisión
mexicana.
4. Sara sí tuvo amores con todo un señor Presidente de México y quizás
hacía aquí haya que mirar para explicar por qué ocultó el nacimiento de su hijo
(en el caso, no comprobado, de que lo tuviera).
5. ¿Participó Sara en operaciones de espionaje para los rusos en México?
Sospecho que ayudó en estos menesteres a Margarita Nelken y a Mateo
Papaicónomos (colaborador y amante de Nelken).
6. Sobre Caridad Mercader: Hoy sé que, lejos de empujar a su hijo al
asesinato de Trotsky, intentó convencerlo de lo contrario. Ramón decidió por su
cuenta su participación para ayudar a su amigo Leonid Eitingon, con el
convencimiento de que todo saldría de manera diferente a como salió.
7. Sara Montiel dijo alguna vez sobre Ramón Mercader lo siguiente:
"Sabía que mató a Trotsky, no que fuera un asesino".
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