El
otro día Convergència
democrática de Catalunya, el partido de Jordi Pujol,
bajó definitivamente sus persianas; ahora está en manos de un concurso
de acreedores. Sin embargo, su viejo modelo sanitario sigue vivito y coleando. Lo decisivo de ese
modelo debe estar en manos privadas. La zorra de los particulares guardando las
gallinas públicas. Ahora, tras los momentos más dramáticos de la pandemia del
coronavirus, se reincide en el fortalecimiento de lo privado en el sector
sanitario en Cataluña. El independentismo tiene alma romántica y, a la vez,
cuerpo de parné. La Consejería de
Sanidad, en manos de ese centauro que es Esquerra Republicana de Catalunya, representa esa lengua
bífida: mitad poesía, mitad guita. Pasen y vean.
La
Consejería ha hecho un contrato con una filial de la multinacional Ferrovial, sin esa
chuchería del concurso público: 17,6 millones de euros para cubrir la gestión
burocrática del control y seguimiento de los nuevos contagios del coronavirus; tamaña
cantidad contrasta con la que se ha destinado a los Centros de Atención
Primaria (sector público): solo 4,5 millones. En resumidas cuentas, la redicha «nueva
normalidad» se concreta en la vieja práctica
de la externalización hacia los privados de los servicios públicos esenciales.
El modelo convergente ahora puesto en práctica sin ningún tipo de repulgos por
parte de las órdenes menores conventuales de Oriol Junqueras. Como quien indicia –plagiando
al obispo Torras i Bages-- Cataluña estará en manos del parné o no será.
Ferrovial,
hemos dicho. Se trata de una de las empresas que apareció como sujeto que
soborna en el Caso Palau,
que se llevó por delante al partido de Jordi Pujol. Pero Ferrovial pone sus
huevos en diversos nidos. Y ahora lo ha hecho en ERC. Dicen lenguas,
certeramente viperinas, que la liaison
con ese partido viene a través del ingeniero Roger Junqueras, hermano del primer dirigente de
ERC.
Yendo
por lo derecho: la ´nueva normalidad´ es que el viejo estilo de los convergentes
se hace cuerpo y sangre en los parciales de la familia Junqueras.
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