Me
da la impresión que la pintoresca acción política catalana de hace algún tiempo
se ha convertido en un traqueteo espasmódico de situaciones esperpénticas. Los
protagonistas de ese singular teatrillo, en realidad un tío vivo, son Esquerra Republicana de Catalunya y los post post post
convergentes. La oposición mantiene testarudamente su reincidente ataraxia
viendo con pasmosa pachorra, «en el salón del ángulo obscuro … silenciosa y
cubierta de polvo», el vodevil que representan los independentistas.
Ya
hemos dicho en otras ocasiones que este conflicto es, también, el resultado del
fracaso –ahora ya definitivo-- del procés,
también muestra la ausencia del qué hacer en esta coyuntura. Primera conclusión
provisional: los políticos, y sobre todo los aprendices de políticos, que
quieran ir de farol a partir de ahora saben a qué se arriesgan. Los ríos catalanes
no son el Mississipi donde lucir sus tiernas aptitudes de becario de tahúr.
Estamos
ante una legislatura que, según hemos comprobado ahora, nació muerta. Su
cometido fue el lanzamiento de proclamas contra «el invasor». Ahora, lo que quiso
ser terne aparece definitivamente chuchurrío.
Posiblemente sin la pandemia se habrían producido elecciones autonómicas
anticipadas. Tal vez, el Tribunal Supremo habría descabalgado al diligente Torra. Tan activo como aquel Honorato de la Sardá.
Torra se ha convertido incluso en un marmolillo para su propio partido, Junts per Cat y en un inconveniente
para ERC. Con este caballero los post post post convergentes no pueden derrotar a los de Junqueras; a su
vez, ERC entiende que para qué va a quemarse hundiendo a Torra si, dentro de
poco, el Tribunal Supremo, lo mandará a freír espárragos. Así pues, equilibrio
de esperpentos que mantiene a Torra en la cathedra de Jordi Pujol.
Más
todavía, los post post post convergentes no pueden desembarazarse del tan
repetido Torra porque sería tanto como reconocer que este personaje ha sido
pieza clave de su historiado fracaso. Y
los de ERC temen como a una vara verde aparecer ´ante la Historia´ como los responsables de una ruptura
definitiva del independentismo catalán. Equilibrio de esperpentos.
Y,
sin embargo, me huelo que las elecciones autonómicas catalanas, cuando se rompa
el equilibrio de esperpentos con o sin la sentencia del Tribunal Supremo,
tendrán este olor –o ausencia de ello, según Vespasiano--
de los fondos del plan de reestructuración que vienen de Europa.
Addenda.--- Los maestros de aquella confusión,
seguramente sin mala intención, hartos de no aparecer en pantalla reaparecen en escena. El tink thank Soberanies –nuevo redentorista
de la izquierda-- ha venido a este mundo,
no sabemos si con una hogaza de pan bajo el brazo o con una tenora. Mis mejores
deseos.
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