Se
confirmó lo que se comentaba en los mentideros: Caixa Bank y el Banco de
Sabadell hacen las maletas y se marchan a otras latitudes. Ahora los rumores
apuntan a que harán tres cuartos de lo mismo Gas Natural y Abertis. Todas ellas
son firmas de mucha envergadura. Pues bien, todavía ayer Oriol Junqueras cantinfleaba
en el programa Al rojo vivo: no se
irán de Cataluña. Puro apostolado.
Ciertamente,
la marcha de estas grandes firmas es una pésima noticia. Ahora bien, conviene
no perder la templanza ni los nervios. Porque con esta crisis tan descomunal
cualquier media verdad, rumor infundado o planteamiento frívolo puede acabar en
un estropicio caballuno. Por ejemplo, ayer el conocido profesor Barnardos (que se está
ganando a pulso ser llamado profesor Petardos) insistía en que puede haber un corralito en los bancos en Cataluña.
Aconsejaba temerariamente que todos los impositores hicieran como él, a saber:
abrir cuentas pantalla en bancos
fuera de Cataluña. Incluso un analista tan temperado como Manel Pérez hace hoy en La Vanguardia,
un paralelismo entre el corralito griego y lo que puede ocurrir en Cataluña.
La
situación están tan tensa y confusa que todavía puede aumentar su voltaje con
declaraciones de este jaez. Prohibido frivolizar, pues. En parte entiendo que
este tipo de augurios –los de Petardos y Manel Pérez-- podrían ser algo así como «ya lo dije yo».
Puro narcicismo. O, en el caso del redicho Petardos asegurarse de por vida su
condición de tertuliano de cabecera.
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