Para
los botánicos Mayo es el mes de las flores. Para el antiguo beaterío de la Vega
de Granada Mayo era el mes de las «flores a María que madre nuestra es». Mayo luminosamente
botánico; Mayo religiosamente mariano. Mayo de Linneo, Mayo de las niñas de
Fátima. Pero este Mayo de 2020 ha sido completamente distinto. Mes de
confinamiento. Mes de bronca política.
Pero
Mayo ha sido también el mes que ha visto que la renta básica se ha puesto en
marcha. Una propuesta estrella que figuraba en los pactos del PSOE con Unidas Podemos.
Dos millones trescientas mil personas se verán favorecidas por esta medida. Ahora
se trataría de lo siguiente: que no quede nadie, que tenga derecho a ella, se
quede sin cobrarla; que las organizaciones territoriales de los partidos
firmantes expliquen, a ser posible conjuntamente, los contenidos concretos de
la medida; y, a partir de ahí, ensanchar la base social de apoyo al gobierno
progresista. Lo digo porque este mes de mayo ha hecho visible esta
descompensación: la oposición política ha puesto en marcha toda una serie de
movilizaciones –minoritarias e irrelevantes por ahora, ciertamente-- pero las bases de los partidos de la
coalición del gobierno parecen estar delegando en la acción política de sus
cúpulas.
Estos
no son tiempos de sacar la lengua a pasear desmesurada e irasciblemente. Frente
a los ataques de las derechas iracundas hay que seguir la máxima de otro
filósofo, también llamado Ortega, «parar, templar
y mandar». Domingo se llamaba y era de Borox. Que es lo que justamente no se ha
hecho por parte del vicepresidente del Gobierno ante las provocaciones de la
ultra derecha mientras se desarrollaba la Comisión de Reconstrucción. Paró, templó y mandó Patxi
López. Esa ha sido la línea –ponderación y templanza-- del ministro Grande Marlaska ante el acoso de ese voluntariosamente
inepto de Pérez de los Cobos,
sochantre de unos cantantes tóxicos. En resumidas cuentas, una de las lecciones
que algunos deberían sacar desde el hemisferio del gobierno es: escoge tú el
terreno de la lid desde la opción laica; y desde la religiosa «no te dejes caer
en la tentación y líbranos del mal».
Mes
de mayo, mes de Nissan. Que pone de manifiesto: el carácter salvaje y sin
reglas del vertiginoso proceso de reestructuración y reconversión de la gran industria
a nivel global; y la impotencia de los Estados nacionales ante el poder de las
trasnacionales. Son asuntos que conoce teóricamente
el sindicalismo pero que le cuesta entrar en el terreno práctico.
Post
scriptum.--- Voces de alerta sonaron «cerca del Guadalquivir»: el Estado ha
ingresado, durante el mes de Abril, un
30 por ciento menos. Poca broma, oiga.
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