Ha nacido una estrella: Elisenda Paluzie, flamante
presidenta de la Assemblea
Nacional Catalana.
De ella hablaremos dentro de un momento.
El fracaso del procés está haciendo estragos en las
mismas organizaciones sociales que lo pusieron en marcha. Estragos, sin
embargo, es decir poco, pues todo indica que tales organizaciones han entrado
en un movimiento de entropía. La
decadencia parece haber llegado antes de lo que parecía. Ahora, agotados casi
todos los argumentos que se exhibieron en los escaparates del procés, se entra, por parte de algunos,
en el «cuanto peor, mejor», que acuñó en tiempos antiguos aquel Nikolay Gavrilovich Chernyshevsky. La Assemblea Nacional Catalana hace tiempo que entró en esa cofradía del
nihilismo. Su actual presidenta, Elisenda Paluzie, queda acreditada como fiel exponente de la entropía del
independentismo. De una entropía que está aliñada con fuertes dosis de
desvergüenza.
Afirma
esta señora que la aplicación del artículo 155 es irrelevante pues, al fin y al
cabo, el aparato administrativo de la Generalitat sigue funcionando (1). Lo ha
dicho ella: estupefactos «los Toros de Guisando, casi muerte y casi piedra,
mugieron como dos siglos hartos de pisar la tierra». Si es irrelevante, ¿a santo de qué las
movilizaciones –las pacíficas y las violentas--
que han tenido lugar? A continuación la flamante Paluzie –ex decana de
la Facultad de Económicas de la Universidad de Barcelona-- arremete contra todo bicho viviente desde
Esquerra Republicana de Catalunya hasta los Comunes, pasando por el PSC. Hasta
sus socios de Omnium Cultural
reciben una colleja. Fuera de la ANC no hay salvación. Los únicos que reciben
una mirada afectuosa son los Comités de Defensa de la
República. Extra ecclesiam nulla
salus. Es la vuelta al engreimiento del Nosaltres sols
(Nosotros solos).
La
salida que propone la dama es Carles Puigdemont. Cuanto
peor, mejor. O sea, la vuelta al origen del problema. Que es lo que en realidad
se gritará en la manifestación del 15 de este mes, domingo. Están avisados los
que acompañen de bracete a la dama ese día.
Una
última consideración: Europa vive unos momentos de tensión soterrada que, de no
remediarse, puede emerger con más complicaciones. Es el conflicto entre, de un
lado, la Rusia de Putin y, de otro lado, Europa y los Estados Unidos. Si no
andamos listos, se puede pasar de las expulsiones a mansalva de los diplomáticos
de ambos bandos a una situación complicada. El conflicto catalán es una miaja
en medio de ese berenjenal. Oigan, no vayamos a pollas que el agua está muy
fría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario