Alerta,
sindicatos. Se han encendido ciertas luces rojas que llaman a la reflexión.
Dos
elementos preocupantes nos vienen de Alemania: a) el quince por ciento de los trabajadores
sindicados votó en las últimas elecciones generales al partido nazi Alternativa para Alemania; b) a medida que se desarrollan las elecciones sindicales en Alemania
se confirma la presencia de las listas de candidatos y
organizaciones de extrema derecha en los comités de empresa en torno
a la organización nazi Centro
Automóvil.
Los
grupos neonazis se concentran en las compañías automovilísticas como BMW,
Daimler, Opel o Porsche –o sea, las grandes catedrales de la automoción-- donde
llegan a alcanzar representación en los comités de empresa de hasta el 15%.
Poca broma.
Naturalmente
esta situación requiere un estudio serio por parte de la DGB y la IG Metall alemanas. Y de igual
manera la Confederación Europea de Sindicatos se ve interpelada dado el peso
específico de los sindicatos alemanes que siempre fueron un bastión de
la socialdemocracia europea. Ni qué decir tiene que el sindicalismo confederal
español está obligado a analizar sosegadamente este problemón.
El
quince por ciento de la afiliación sindical que vota al partido nazi es una
masa considerable. Que incluso podría poner en entredicho si los sensores de la
DGB alemana estaban suficientemente informados de ese gradual, pero firme
corrimiento hacia esa Alternativa por Alemania. Es decir, si estaban al tanto
de los humores de los trabajadores en
el centro de trabajo. Más todavía, si los delegados sindicales tenían los oídos
despiertos en las conversaciones al pie de las máquinas, en los comedores, en
los vestuarios…
Por lo demás, la aparición de esa cosa sindical, Centro Automóvil, no ha
sido cosa de un día o unas semanas. Llevaba tiempo gestándose con unos líderes
organizando la cosa a pecho
descubierto. Se trata de unos líderes que no sólo votan a la ultraderecha sino
que son activistas declaradamente neonazis. Alerta, pues. Por supuesto, no se
trata de caer en el alarmismo. Pero, menos todavía, en la pereza de encogerse
de hombros.
Para mayor información, véase el
artículo del periodista Aldo Mas
en https://www.eldiario.es/economia/ultraderecha-irrumpe-empresas-alemanas_0_760474631.html
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