De hecho se palpaba el éxito de
la movilización de este 8 de Marzo. Hacía mucho
tiempo que no ocurría algo semejante. Las mujeres, semanas antes, ya estaban en
pie de paz. Todo un movimiento de movimientos en marcha. Así pues, no hay
exageración alguna en afirmar que hoy ha sido un día histórico. Es más, también
en esa importancia se incluye sobre todo el proceso anterior que la ha
conducido a ella: miles de asambleas, dentro y fuera de los centros de trabajo,
miles de reuniones y encuentros de todo tipo, dialogando los movimientos entre
sí, interviniendo en las redes sociales. En suma, creando hegemonía. Un proceso
que, vale la pena decirlo, ha puesto en retirada a los escasos piquetes anti 8
de Marzo, que han tenido que disfrazarse para evitar caer todavía en más ridículo.
Comoquiera que esa batalla preparatoria la ha ganado el movimiento feminista la
victoria del 8 de Marzo estaba cantada de antemano. La victoria póstuma de Mariana Pineda sobre Ramón Pedrosa.
Naturalmente las acciones de las
grandes urbes –todas ellas oceánicas-- han tenido la mayor visibilidad
mediática. Mandan los cánones de las audiencias. Pero ahí están viendo pasar el
tiempo, como la Puerta de Alcalá, un gran número de ciudades menores y pueblos
participando activamente en esta jornada. Entre otras muchas, Pineda de Mar con una magnífica concentración de
mujeres y hombres [en la foto de arriba].
O sea, centenares de miles de situaciones anónimas que no han aparecido
en los medios de comunicación contribuyendo con su testimonio a la gran
pedagogía de masas de la acción colectiva por la igualdad y la equidad. La
victoria de Hipatia contra sus verdugos.
Grande el movimiento de los
movimientos. En España y en más de ciento setenta países. Y grande es,
igualmente, el sindicalismo confederal. Conoceremos el balance pormenorizado.
En todo caso, puedo significar que hemos vivido una jornada de gran trascendencia.
A decir verdad podemos decir que nuestros sindicatos se han situado a la cabeza
del movimiento sindical europeo con su coraje. Las grandes empresas han
reaccionado, también los transportes, la sanidad, la enseñanza y la judicatura.
¿Qué dónde estaban los sindicatos? En los centros de trabajo dirigiendo la
huelga, en las calles y plazas en nutridas manifestaciones. Miles de comités de
comités de empresa adhiriéndose a la huelga. Y también provocando el gran
experimento cultural que se desprende de la decisión de la Federación de
Industria de Comisiones Obreras de Madrid: la
delegación de este sindicato en el convenio colectivo del Metal está integrada
exclusivamente por mujeres. Todo un ariete en la puesta al día del
sindicalismo. Y toda una venganza póstuma contra la oposición que sufrió la
eminente matemática francesa Marie-Sophie Germain (1776 – 1831) por parte del mundo académico de
la época.
Entiendo que hoy no se ha
desarrollado una acción simbólica, sino de una gran fisicidad: la salida a la
intemperie de un gran caudal de exigencias, viejas y nuevas, que demandan un
calendario de soluciones. Y, naturalmente, un giro en la praxis de la cultura
de la política y el sindicalismo. Se avanzará, en mi opinión, bajo tres condiciones: a) la
unidad social entre mujeres y hombres, b) la unidad de los grupos dirigentes de
todos los movimientos que han participado en esta gigantesca movilización del 8
de Marzo, y c) de la capacidad de sacar utilidades concretas de la gran
movilización de hoy, Ocho de Marzo del Dieciocho. Vale.
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