«En
lugar de continuar llorando por la derrota que fue, será mejor que nos
preparemos para la victoria. Si no, la izquierda está jodida». Frase que debería estar esculpida en el
mármol de la voluntad de las izquierdas. Su autor es Jordi
Jiménez Maluenda, destacado dirigente sindical de la primera generación
de CC.OO. en los primeros tiempos de la
democracia. Fue siempre una persona temperada. Aplaudo su frase y, con su misma
pasión, la recomiendo a los amigos, conocidos y saludados.
Se
trata de una sugerencia que, en primer lugar, se dirige a la izquierda de
nuestro patio de vecinos español. Pero, igualmente útil, para la izquierda
europea. Hoy mismo hemos tenido noticia del descalabro electoral del Labour
Party en el Reino Unido: los últimos campanarios laboristas han pasado a manos
del partido de Boris Johnson,
que está provocando un corrimiento de tierras en aquel país.
Tony Blair y su new new
new Labour dejó el partido desconchado ideológicamente, desarmado políticamente
y destartalado organizativamente. El Labour, tras Blair, pasó de estar en la
Gloria a estar cerca de sus antípodas.
Y, tras cada fracaso dijeron que «se tomarían medidas», y efectivamente
así fue. Se cambiaba la dirección del partido y ¡santas pascuas! «Tomar
medidas» debía entenderse como darle una ligera mano de pintura a lo que el
partido había hecho hasta entonces. Tres cuartos de lo mismo se ha hecho en
nuestra piel de toro. ´Tomar medidas´ en una singular sastrería que pone en
marcha unos ligeros retoques y ciertos afeites cosméticos, aunque manteniendo
la retórica de empedrado que llevó al batacazo. Porque –me temo que se entiende
de esa manera tan chusca-- buscar las
raíces del batacazo supondría, en la lógica de secano de los grupos dirigentes,
una total desestabilización del partido, en vez de aproximarse a las causas que
provocaron la acumulación de patologías que llevaron a no enterarse de lo que
se les venía encima y, por consiguiente, al estropicio electoral.
Finalmente,
me asombra que el Partido
Socialista Europeo exista formalmente y, simultáneamente, no de señales
de vida. Por lo demás, incluso ignoro si las otras izquierdas tienen una organización europea similar o no. Me
asombra –digo-- ya que se llora en
Madrid la pérdida de «su Alhama» y en Inglaterra el derrumbe de la muralla de
Adriano.
Lo
dicho: relean, apunten y retengan la frase—concepto que Jordi Jiménez ha puesto
en circulación en su cuenta de Facebook.
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