La gran crisis de 2008 ha dejado
una acentuación de la pobreza y la aparición de nuevos pobres no sólo en España
sino en los países industrializados. En el lado opuesto, las grandes fortunas
que, por lo general, se han consolidado y en no pocos casos han aumentado su
grosor. La revista Expansión da cuenta de ello
en su edición de ayer; el aumento de millonarios está siendo espectacular: un incremento
del 20 por ciento en Rusia, del 14 en los Países Bajos, del 13 en Suecia, del
11 en Francia, del 10 en Austria e Italia, del 7 en el Reino Unido. Y del 5 por
ciento en España. Son datos del año pasado. La crisis ha sido, pues, la
tragedia de los más y la gloria de los
menos.
Por ahí van los tiros en el
escenario global. En la poquedad del campanario, sin embargo, pasarán
desapercibidos por el ruido de las campanas que tañen llamando a vísperas
sicilianas. Y lo más grave: que los perdedores de la crisis se disfrazan de Noviembre para no infundir sospechas.
Cuando la metafísica substituye la razón pasan estas cosas… A saber, que Sísifo tarda en levantarse o se
le han pegado las sábanas. O quizá ha olvidado el dicho del Fausto: «cada cual
en su sitio es inmortal». Que, como metáfora, no debe tomarse al pie de la
letra; simplemente era una especulación caritativa de Goethe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario