La
guerra de OK Ferraz
sigue ahora, parodiando a Clausewitz, por otros medios. Para un servidor son no
menos preocupantes. Ni siquiera la entronización del hombre de Pontevedra en
los altares ha provocado un alto el fuego. Ahora, sin embargo, los obuses circulan
a golpe de twitter. Gestorianos y sanchistas –dispensen la tosca denominación
de estas banderías-- andan zurrándose la badana con un estajanovismo caballuno.
Un ejemplo inquietante es el duelo entre el Presidente de la Junta de Aragón y
el Alcalde de Valladolid. Uno entre tantos. Ok Ferraz está asediada de twiters
por todos los lados, menos por uno que le une al barranco.
El
presidente de Aragón y del PSOE en esa comunidad, Javier Lambán, ha provocado
ampollas con un tuit en el que pide dar "por concluida la Operación
Triunfo que empezó en julio de 2014" y hay que "tomar en serio a
España y al PSOE", una clara crítica a las primarias en las que salió
elegido Pedro Sánchez como secretario general. El primer edil
vallisoletano, Oscar Puente, responde sin miramientos: «Espero que si hay
expedientes de expulsión del PSOE, el de este señor se tramite el primero». Lambán
es un señor, no un compañero. Primera consideración: aquí no tiene cabida la
máxima bíblica del “amaos los unos a los otros”. Ahora es tuitearos los unos
contra los otros, a ser posible descalabrándose. Del twitter de Lambán se
desprende la primera impugnación de que la elección de Pedro Sánchez y del
método de las primarias como secretario general fue una bagatela del espíritu,
y Sánchez solamente el resultado de la Operación Triunfo y las primarias fueron
una verbena. ¿Bisbal o Bustamante?
Como es natural el obús de
Lambán se lanzó para que alguien contestara. Nadie de los gestorianos cayó en
la cuenta que la reciente biografía del partido –desde el Congreso de Sevilla
hasta Ok Ferraz-- había quedado reducida
a banalidad de banalidades. Oscar Puente, sanchista, le responde con un do de
pecho con la misma contundencia que Franco
Corelli lo hacía en la
famosa Di quella pira. En resumidas
cuentas, la lista de los caídos en este combate puede ser más larga que la de
cualquier novela de don Marcial
Lafuente Estefanía.
Este permanente Ok Ferraz
es un despropósito, especialmente cuando en esa reyerta intervienen
representantes institucionales de tan altas responsabilidades como, entre
otros, Lambán y Puente. Porque, se quiera o no, se acaba visualizando un conflicto entre instituciones. Ese
conflicto se corresponde, además, con el exagerado uso obscenamente partidista
que se hace de las instituciones. Máxime cuando en algunas de ellas se
convierten en intendencia para disparar contra el adversario o enemigo.
Hemos visto, entre otros, a
presidentes de Comunidades autónomas chicolear durante más eapacio-tiempo en
los rifirrafes políticos que en el ejercicio de su cargo institucional. Esa
indistinción entre cargo público y responsabilidad política partidaria no
conduce a nada bueno. Cosa que acaba siendo una fuente gratuita de conflictos
innecesarios. Que a estas alturas haya que decir estas cosas es asaz
preocupante. Quiere decir que a la democracia española todavía no le han salido
pelos en los sobacos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario