En OK Ferraz se ha vendido todo el pescado que
quedaba. Ahora falta la puesta en marcha de lo que se ha decidido: 139 votos,
de un lado; 96, de la otra parte. Ahora falta saber qué pasará con quienes se
salten a la torera sus conclusiones. Veremos si se salen con la suya los
tozudos dirigentes del socialismo meridional que reclaman la cabeza de Miquel Iceta y los partidarios de rechazar a Mariano Rajoy. En todo caso, el viejo partido
socialista, «a fuer de liberal», sigue herido en toda regla.
No estamos en condiciones de
prever las consecuencias directas e indirectas que todo ese proceso, todavía no
acabado, tendrá en el viejo partido. Hay quien ya se ha adelantado a anunciar
el inminente gori gori. Nosotros no lo sabemos. Lo que parece es que no pintan
bien las cosas, pues todavía falta la caminata hasta el próximo Congreso. Ahora
bien, la experiencia nos dice que, cuando la efervescencia llega a tales
niveles, la discusión precongresual puede ser una logomaquia que finaliza con
la prótesis de los brazos de madera. Si
ello será así cabe la fundada hipótesis de que el Congreso se cerrará de la
peor manera, con las posiciones enquistadas durante un cierto tiempo. Mientras
tanto, el coste de oportunidad de la acción política de dicho partido podría
ser considerable.
En todo caso, la novedad es que
el nivel de la contestación de las bases de la pirámide ha dado una respuesta inamistosa
que no esperaba el grupo dirigente. Claro, lo más visible ha sido el
enfrentamiento de algunas personalidades que han disentido públicamente, pero
el mar de fondo –primero una marejadilla, después fuerte marejada-- es considerable. Si se confirma que las
firmas recogidas por el alcalde de Jun (Granada)
superan las 90.000 estamos ante una disidencia inédita en el PSOE. Lo que
indicaría un vasto desacuerdo con el secretario general perpetuo y su delegada
en la Tierra, la dama sevillana, que ha quedado achicharrada en estos avatares.
Al menos de momento. Así pues, para bien
o para mal una considerable parte de la afiliación socialista se ha quedado sin
referentes. Esta parte de la familia socialista posiblemente no buscará esos
referentes en los líderes de otras formaciones de izquierda. Es ese sector del PSOE que siempre vio con recelo
la frase de «socialista a fuer de liberal», que el secretario general perpetuo tomó
prestado de don Inda. En todo caso, todavía es la hora de que el secretario
general perpetuo explique qué por ello. Nosotros nos arriesgamos a definirlo,
siguiendo el léxico de la Vega de Granada, como un comistrajo, es decir, una
mezcla irregular y extravagante de alimentos. Pero si se quiere rehuir esta
explicación plebeya, diremos que es mera homeopatía.
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