Explica Isidor
Boix su desagrado porque en el programa electoral de los Comunes se
apuesta por los convenios colectivos sectoriales de ámbito catalán sin
referencia alguna a los de ámbito ´estatal´. Para mayor información del sentido
del voto de Boix en las elecciones autonómicas del 21 de diciembre véase su
artículo en http://iboix.blogspot.com.es/2017/12/21-d-por-que-voy-votar-socialista-y-no.html.
En lo que a un servidor se refiere
tampoco entiendo esta posición del partido del profesor Domènech, que parece
redactada por un sindicalista muy cercano a la autarquía, al menos en el terreno
de las relaciones laborales. Pero comoquiera que en ninguna parte del programa
se explica qué ventajas tienen los convenios colectivos sectoriales catalanas,
separados de los de ámbito español, es obligado preguntarles a los redactores de
la propuesta qué motivos les ha llevado a fijar dicha postura.
Nada tengo contra los convenios
colectivos sectoriales de ámbito catalán. Pero menos todavía tengo razones para
negarle validez y utilidad a los de ámbito español. Pregunto: ¿alguien tiene algo en contra de los convenios, por ejemplo,
de Banca y Química? Por cierto, habría que refrescar la memoria que, en buena
medida, dichas negociaciones tuvieron como protagonistas principales a lo más
granado del sindicalismo catalán. Pongamos que hablo de Manel García Bel y Joaquim González.
Pues bien, si nada hay en contra de ello, ¿por qué el programa electoral de los
Comunes se entromete en dicha materia? O, más bien, ¿por qué el sindicalista
autárquico, autor del redactado, echa en saco roto dos ejemplos tan
representativos como los convenios ´estatales´ de Banca y Químicas, o del
Textil?
Hay además otras razones que
justifican la existencia de esa contractualidad. De un lado, la mayor
acumulación de fuerzas para defender unos planteamientos; de otro lado, la
relación entre esa fuerza acumulada y la solidaridad con los territorios más
débiles. Y otro motivo de no menor consideración: la relación entre convenios
colectivos y situación industrial. Es decir, el vínculo existente entre lo
conseguido –o se quiere alcanzar-- y el
desarrollo industrial en toda España. Estableciendo, dicho sea de paso, las
compatibilidades entre lo uno y lo otro. A saber, un convenio colectivo, del
ámbito que sea, no es una variable independiente del desarrollo industrial y de
servicios. ¿Lo entienden de esta manera los redactores de esa parte del
programa? No lo creo. Y es más, todo indica que son del parecer que es posible
una industria catalana sin relación con los procesos de transformación de los
aparatos productivos, tanto españoles como europeos. Sancta simplicitas!
Tal vez fuera necesario que los
redactores leyeran el convenio colectivo de Alstom recientemente firmado. Y
estudiaran la relación de su contenido con el proceso de fusión de dicha
empresa con Siemens. Lo sabemos: los sindicalistas de Alstom son de lo más
granado del sindicalismo catalán. Les viene de antiguo. Siempre estuvieron al
tanto de los vaivenes de doña Correlación de Fuerzas.
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