Dejémonos
de espejismos: no es posible, a pesar de lo que está tronando, que las
izquierdas concurran unitariamente en las próximas elecciones. Nadie quiere
crear las condiciones políticas para que sea de esa manera. Sea o no un error,
eso es lo que hay. Que un servidor manifieste mi disgusto por ello no cambia en
absoluto las cosas.
Ahora bien,
si no es posible una confluencia electoral de las izquierdas (no necesariamente
explicitada en una lista unitaria) nada se pierde, al menos como hipótesis, en
investigar qué comportamientos deberían tener entre sí dichas fuerzas políticas
con la idea de no dañar las expectativas de desalojo de la derecha del
gobierno. ¿Sería excesivo un protocolo
para evitar el ataque desaforado entre ellas? Vale, pero ¿cómo se mide lo que
es desaforado y qué diapasón tiene? ¿Sería demasiado, en ausencia de ese
protocolo, pactar un talante de
mínimos, aunque sólo fuera verbalmente? Tampoco
sería extraño que nadie quisiera saber nada de ese talante de mínimos. Quedaría
entonces esperar a que las fuerzas de izquierda se movieran en torno a un sobrentendido en aras a que la campaña
electoral discurriera por un camino de conllevancia aproximadamente pacífica.
Si tampoco esto no es posible, a todos ellos habrá que decirles que
posteriormente apechuguen con los resultados. Si desprecian estos
planteamientos de más a menos –protocolo, talante de mínimos, sobrentendido— la
toponomástica de las izquierdas no merece el reino de este mundo. Entonces
habrá que esperar a que Sísifo acabe el bachillerato.
Dejo claro
lo siguiente: no considero ninguna forma unitaria como un fetiche, sino como un
instrumento necesario (aunque no suficiente) para conseguir unos determinados
objetivos. Lo contrario de ello es, por lo general, la vieja e inútil idea que
se desprende de aquella mors tua vita mea,
cuya traducción libre sería: muérete para que yo viva. Que tantas derrotas ha
propinado a quien la teorizó y practicó exasperadamente. Llevando a las
catedrales de las izquierdas a ser chabolas o chambaos alojando en su seno a
cuatro y el cabo. Entonces, las izquierdas no podrán controlar sus esfínteres del alma.
Radio Parapanda.-- LA SARTÉN Y EL CAZO
Radio Parapanda.-- LA SARTÉN Y EL CAZO
1 comentario:
Quizas es hora de saber que es de izquierdas y que de derechas en este pais.
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