Isidor Boix
1. Para saber dónde estamos, desde dónde partimos, me parece
imprescindible un análisis de cómo hemos actuado en la crisis, la estrategia y
sus resultados. Habría que establecer la relación entre: 1) los grandes y
solemnes eslóganes sobre la crisis y la austeridad, 2) los resultados (empleo,
salarios, modificaciones de la organización y las condiciones de trabajo, …) y
3) los medios para hacer frente a una realidad que hemos denunciado (examen de
las Huelga Generales convocadas -seguimiento no sólo estadístico, situación de
las empresas grandes que impulsaron su realización, y de las pymes-, de las
jornadas de movilización, …). Examinando si hemos quizás asumido las
consecuencias de la crisis, renunciando en la práctica a combatirla más allá de
las palabras.
2. Siendo supranacional el ámbito de la crisis, seguramente ello
obliga a desarrollar un similar análisis en ámbitos superiores, no tanto como
excusa, sino para contribuir también a la necesaria reflexión en los mismos.
3. Probablemente para este análisis sería interesante un sistema de
encuesta en los diversos ámbitos de presencia sindical, tanto de aquellos en
los que estamos notoriamente implantados como de aquellos de escasa o nula
presencia sindical.
4. Examinar la relación (o desconexión) entre las consignas
generales y la actuación concreta de nuestras principales organizaciones en los
centros de trabajo. Entre lo que decimos y lo que hacemos. Sin miedo a
encontrarnos con, creo, notables sorpresas, o jodidas comprobaciones. Porque
ello nos tendría que permitir un necesario ejercicio: aprender de lo que hacen
nuestras organizaciones, para implantar una permanente, aunque no única, consigna:
“aprender de lo que hacemos”.
5. A tal encuesta habría que seguir un análisis riguroso, no sólo
estadístico, de las actuales elecciones sindicales (cómo se han constituido las
candidaturas, que programas se contrapusieron, qué porcentaje de votación se ha
producido, qué resultados,…), comparándolo además con anteriores convocatorias.
6. Examinar con todo ello cómo nos hemos adaptado (para asumirla o
combatirla), o no, a la “coyuntura”, en cada momento, en cada situación,
partiendo del sindicalismo como expresión de los intereses “inmediatos” de los
trabajadores en tanto que tales.
7. Otra cuestión a examinar sería cómo nos ha afectado la que creo
inevitable tendencia a la burocratización de todas las estructuras, también de
las que se proclaman “antiburocráticas”. No estoy seguro de que todas las
medidas de adelgazamiento de estructuras tomadas bajo la presión de la crisis
en la última etapa hayan sido las más adecuadas.
8. Y, en la medida que parece que todos hemos asumido la necesidad
de la Acción Sindical
Transnacional, convendría ver cómo tenemos las correspondientes estructuras
sindicales supranacionales y los contenidos de su actuación. Aplicarles también
un método de encuesta para verificar si, como creo, algunos de nuestros
problemas, o muchos de ellos, se dan de forma similar en las mismas. Examen de
la realidad de las actuales organizaciones, abordando al mismo tiempo si
funcionan ya como organizaciones de dirección sindical o predomina su función
de simples coordinadoras. Incluyendo las crisis concretas que se estén
dando ahora en bastantes de las actuales estructuras sindicales supranacionales
(Confederación Europea de Sindicatos, Confederación Sindical Internacional,
Federaciones Sindicales Europeas e Internacionales, Comités de Empresa
Europeos). Parece inevitable que los sindicatos de mayor peso afiliativo, y
económico, en el mundo, como son los alemanes, nórdicos, estadounidense,
japonés o sudafricano, ocupen una mayor proporción de puestos de dirección, pero
sería deseable que en tal caso se olvidasen de que son alemanes, nórdicos, …,
es decir asumieran los intereses colectivos de los trabajadores de los ámbitos
en los que actúan, olvidándose de los suyos nacionales.
9. Sería útil también alguna consideración sobre las Huelgas
Generales griegas de estos años de crisis: seguimiento, resultados –económicos,
políticos, …-, así como de las NO Huelgas Generales alemana, nórdica, …
10. Desde el sindicalismo nos pronunciamos, y hacemos bien, ante las
consultas políticas a todos los niveles. Por ello tendríamos también que
analizar las relaciones entre el sindicalismo y los gobiernos “de izquierdas”,
analizando las efectivas, ¿inevitables?, tensiones que se dan, partiendo de la
proclamada, no sé si siempre bien entendida, mutua independencia y los
necesarios canales de diálogo y confrontación (inevitable entiendo también por
su diferencia, no sólo de sus “esencias”, sino también por los distintos
ámbitos sociales cuyos intereses colectivos deben expresar y defender). Tenemos
abundantes y no iguales experiencias actuales o recientes para analizarlo:
Francia, Italia, … centro y norte europeos, Venezuela, Brasil, Uruguay,
Bolivia, Ecuador, Perú, Argentina, …, Indonesia, … Interesante podría ser
también considerar las experiencias de la Unión Soviética ,
China, Vietnam, Cuba, pero éste sería otro, y largo, capítulo.
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