Quiero dejar constancia de un hecho que, con toda
seguridad, no estará en la biografía de Manolo Escobar, recientemente
fallecido. No hace falta decir que este gran artista popular ha mandado en el universo de la copla
durante muchísimos años. Ni tampoco es nuestro objetivo realzar sus dotes artísticas
y su bonhomía personal. Lo que quiero añadir es algo que el gran público
seguramente desconoce. Vamos allá.
En los primeros andares de Comisiones Obreras de Badalona
se produjeron repetidas detenciones de destacados activistas. Me vienen a la
memoria los nombres legendarios de Adonio González y Pepe Sánchez, entre otros.
Era necesario, pues, una recogida de dineros en los centros de trabajo y en los
barrios. Para eso estaban compañeros de la talla de Gabriel Tito Márquez y sus amistades.
Manolo Escobar era entonces un joven cantante que,
después de hacer sus primeros pinitos en la barriada de La Salud y otros vecindarios,
había grabado algún que otro disco que provocó un formidable impacto popular. Tito
Márquez, junto a un amigo común, abordó varias veces al maestro en solicitud de
ayuda solidaria. Manolo, explicaba nuestro Tito, sonriendo como siempre hizo,
les dijo con afabilidad campera: «Aquí estamos pa lo que haga falta». Y, consciente de su enorme fama popular
remachó: «Decidme si hay que hacer algunas gestiones».
No hay comentarios:
Publicar un comentario