Homenaje a Giuseppe Di Vittorio en el
aniversario de su muerte.
1.-- En muy repetidas ocasiones hemos
denunciado el déficit tecnológico que tenemos en España. Pues bien, tan
escuálidos niveles han descendido más todavía; la cosa está a la altura del
betún: el 30 por ciento de las firmas españolas han bajado la inversión
tecnológica, he aquí la referencia http://economia.elpais.com/economia/2014/10/31/actualidad/1414790242_697530.html. La pócima que abunda es la consideración de
que la eficiencia empresarial, privada y pública, pasa por los dogmas de la
reducción de los salarios y los hachazos de los recortes. Es como si un
matasanos recomendara a un enfermo de cáncer de pulmón que se fumara al día un
cartón de celtas cortos.
Hace tiempo, un lúcido Joaquim
González advertía: «La realidad nos demuestra [ … ] que desde la
chatarrería –esto es, desde la empresa que no innova o no es
obligada por la acción colectiva a ponerse al día-- se está
fisiológicamente o en puertas de la crisis o en crisis permanente y es por
esto que tampoco tengo dudas que mí
interpelante sabe muy bien, que desde ese territorio, el de
la empresa vieja, no se mejoran las condiciones de trabajo de los
asalariados y sus familias. Y, por extensión, tampoco la economía
general, ni las conquistas del Estado de bienestar ya que a estas
alturas --observando los efectos devastadores de la crisis y en estas páginas no
creo que nos debamos recordar-- que esta ha golpeado con más
saña allá donde el modelo productivo era o es aproximadamente pura
chatarrería». La referencia está en EFICIENCIA Y PRODUCTIVIDAD. En polémica con López Romito (dejando de lado
a Schumpeter). Veamos: nuestro amigo Quim González está alertando por igual a
empresarios y sindicatos de los efectos del problema: se está fisiológicamente
o en puertas de la crisis o en crisis
permanente con lo que las conquistas del Estado de bienestar están doblemente
amenazadas.
Tengo la
impresión que no saldremos del atasco histórico de nuestro déficit tecnológico
si no nos remontamos a las causas del mismo, de manera que sugiero que quien
corresponda escudriñe en esa dirección. Lo cierto, en todo caso, es que dicho
«atasco histórico» y endémico, como no podía ser menos, afectó también al
pluriverso de las izquierdas políticas y sociales. Éstas, promotoras de la equidad social, nunca construyeron una
relación entre innovación tecnológica y unas políticas sociales dignas de ese
nombre. Ahora, cuando se trata de entender que ya no se trata sólo ni
principalmente que la tecnología esté ligada, como tradicionalmente lo fuera a
sólo los procesos productivos, sino al
saber difuso, aparecen en España nuevos problemas, nuevas complicaciones: los
que se refieren a la recualificación de los procesos formativos e innovadores
de un saber que, a diferencia de otras “materias” cuando se usa no se consume
sino que se multiplica.
2.-- Tiene
razón el profesor Antonio Baylos cuando reclama
«el diseño del nuevo modelo de derecho del trabajo que, en cuanto a sus
contenidos y sus formas de desarrollo, se acomoden a los principios del Estado social
y del reconocimiento del trabajo como eje de atribución de los derechos de
ciudadanía. Abrir ese debate es oportuno, y este blog [Según
Antonio Baylos] contribuirá
dentro de sus modestas fuerzas a impulsarlo y difundirlo» (1). Es una
importante declaración de intenciones porque está reclamando que los juristas
del trabajo no se limiten a explicar cómo están las cosas sino, partiendo de
ello, cómo deberían ser. Y en ese deber
ser está la madre del cordero. Hasta donde yo me recuerdo esta es la
primera invitación que se hace al aparato reflexivo de las izquierdas a
escudriñar en el mundo de la innovación tecnológica, vinculada al trabajo que
cambia y a sus relaciones con el cosmos de los saberes.
Ahora bien,
no hace falta decir que el debate que propone el profesor Baylos no debe ser
autorreferencial, porque el sujeto de los iuslaboralistas no son ellos mismos
sino el conjunto asalariado en todas sus tipologías; lógicamente tampoco puede
ser una construcción artificial, al margen de los procesos de cambio del
trabajo y de sus consecuencias. Así pues, ese «nuevo modelo», para ser tal
–esto es, nuevo-- debe ser el cuerpo
jurídico que resulte de los contenidos de una negociación colectiva radicalmente
nueva, ya que como alguien ha dicho los agentes sociales son legisladores
implícitos. Para ser claros como el agua clara: si se mantiene la actual
negociación colectiva con sus contenidos, mayoritariamente envejecidos, no hay
posibilidad de un derecho del trabajo de nueva planta. Si se mantiene la actual
negociación colectiva, el sindicato y el derecho del trabajo se convertirán en
un péplum de cartón piedra que sólo servirá a los últimos mohicanos.
3.-- No se trata de establecer semejanzas, pero si
el derecho del trabajo se desarrolló junto a la evolución del compromiso políticosocial
keynesiano-fordista, ahora es preciso reescribir un nuevo pacto social en torno
al trabajo y a la innovación asumiendo una transformación radical del proceso
de desarrollo: más desarrollo, compatible con el medio ambiente; más derechos
propios de esta fase histórica; más saberes para todos; más participación activa e inteligente. En ese contexto puede y
debe tener encaje la propuesta del profesor Baylos. Pero el sindicato debe ser un sujeto que
exprese su alteridad propositiva, partiendo de las plataformas reivindicativas,
en este contexto de la innovación tecnológica, dejando atrás el sindicato “de
los manguitos”.
Para mayor abundamiento en el tema, véase LA PARÁBOLA DEL
SINDICATO.
(1)
http://baylos.blogspot.com.es/2014/11/rechazo-y-reversibilidad-del-modelo.html
Radio Parapanda. ACUDEN PRESUROSOS LOS ZORROS A PACIFICAR EL GALLINERO
Radio Parapanda. ACUDEN PRESUROSOS LOS ZORROS A PACIFICAR EL GALLINERO
1 comentario:
Bueno siempre es más facil recortar salarios y echar la culpa al empleado que hacer autocritica, ocurre en el aspecto economico y en el politico.
La desindustrializacion de España lo pagaremos muy caro, o mejor dicho, lo estamos pagando muy caro.
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