El lema de este blog es: "Nada curo llorando y nada empeoraré si gozo de la alegría" (Arquíloco).
jueves, 13 de noviembre de 2014
MARIANO RAJOY, ESE HOMBRE (Max Weber como telón de fondo)
Se tiene a Mariano Rajoy como una persona de
superlativa incompetencia; así lo afirma un amplio sector de estudiosos de la
marianología. La cosa no es nueva, pues hunde sus raíces en su paso por
diversos negociados en los que ha tenido responsabilidades políticas. Que no
sea el único de ese jaez, en nuestro país, es cosa sabida. Pero el detalle es
que ese hombre es el primer mandatario español. Más todavía, el caballero no ha
ganado con el paso del tiempo, y al revés de los buenos vinos pierde olor,
color y sabor. Tampoco, parece ser, es el único inepto de la historia política de
nuestra piel de toro, pero –otra vez el detalle-- es el que sufrimos los que ahora y aquí nos
encontramos. Por lo demás, en su dilatado historial político no ha logrado que
las cuchufletas fueran bajando de tono. La primera empezó cuando el maestro Fabián Estapé
le llamaba, afrancesando el apellido Rajoy,
Rayuás en la televisión: todo
un alarde de malafollá granaína casi
insuperable.
Aunque sea titubeando, sería cosa de averiguar de dónde viene tamaña
incompetencia. Voy a plantear algunas hipótesis que como tal, deben verse. De
un lado, estaría el carácter original del cursus
honorum del caballero; de otro lado, el carácter de la política. Y como redundantemente dijo don Pedro Antonio de Alarcón en el incipit de su Viaje a
Desde hace tiempo se está consolidando en las organizaciones políticas
(también en las de otro tipo) un escalafonato político cuyo origen poco tiene
que ver con una “primera militancia” en organizaciones y movimientos: se sale
de
Hablábamos del carácter de la política. Hoy, más que nunca, los
políticos son pensados por sujetos
que formalmente están fuera del quehacer público. De ese medo se reducen los
espacios autónomos de la política, que están en manos de otros poderes
económicos, mediáticos o de cualquier otra naturaleza. Así las cosas, si los
políticos son pensados por otros
cualquiera que tenga un cierto desparpajo puede llegar a cualquier lugar. Con
lo que Mariano, por ejemplo, no tiene por qué hacer un esfuerzo en discurrir:
es el paniaguado de otros. Sin duda,
podría esforzarse y ser diligente, pero eso es harina de otro costal.
Naturalmente, ambas hipótesis están condicionadas al estudio riguroso
de la marianología. En todo caso, a los marianólogos les quedaría un recurso
por explorar: ir de pesca en la literatura de Max Weber cuando refiere la incapacidad de los
«inquietos comandantes del regimiento» para «representar ante sus superiores
los intereses de aquellos que están a su cargo». Si seguimos ese hilo podemos
llegar al ovillo: es irrelevante que Mariano tenga pocas neuronas; la
explicación está en unas determinadas estructuras que trazan el camino para que
ciertas personas puedan llegar a determinados lugares.
Radio
Parapanda.-- EL NIÑO EN LA
BURBUJA (The Boy in the Bubble) [*]
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1 comentario:
Le voy a explicar algo que aún a mi me tiene intrigado:
Mi madre empezó a trabajar a los 9 años como aprendiza de modista. A los 14 hizo su primer vstido de novia. Trabajó en Santa Eulalia y Pertegaz, en Barcelona. Por lo que parece era muy buena en su oficio. Le pilló la guerra del 36 y se fue miliciana de la CNT a el frente de Cervera.
Cuando le llegó la edad de jubilación ni tenía papeles ni cotizacciones, bien que en S E y Pertegaz si que quedaba constancia, pero mínima.
Mi madre escribió entonces al que llevaba la cartera de Gobierno en España, el Martin Villa de puño y letra. Le explicó toda su vida, lo de la guerra incluída y de que no cobraba nada. Yo vi esa carta y le dije a mi madre que ni era manera , ni forma ni modo, porque este tipo a los de la CNT los odiaba. Mi madre no me hizo caso.
Pasaron los días, y al cabo de menos de un mes recibe una carta certificada. Y de puño y letra de un secretario del M Villa (así lo ponía), le dan una dirección en el Gobierno Civil para presentarse a un señor. Mi madre se presenta con la carta. El señor sólo le pide que corrobore el manuscrito. Lo corrobora . Buscan lo poco de santa Eulalia y lo del Pertegaz.
Al final de mes mi madre cobraba la pensión de 7.700 pesetas, que no era moco de pavo para la época.
Y mi madre siempre le estuvo agradecida.
Y para mi sigue siendo increible.
Y al cesar lo que es del cesar.
Salut
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