Homenaje a Norberto Bobbio
La gestora del PSOE no descarta excluir a las bases del PSC de la elección
del secretario general. Lo dicen
mentideros de Madrid y Barcelona. Lo que visto desde los tendidos del coso
socialista parece ser un disparate. O tal vez es un globo sonda–antiguamente
llamado Radio Macuto-- para tantear
desde Ok Ferraz a los levantiscos socialistas catalanes.
Entiendo que es un dislate. Que a un servidor no le afecte dicha medida, si
es verdad, no excluye que lo considere algo sencillamente disparatado. Soy del
parecer que la Gestora no puede hacer dicho planteamiento porque rompería el
carácter federal del PSOE. Tampoco el
PSC puede aceptarlo, ya que no puede invadir, suprimiendo, los derechos de sus
militantes. Estos derechos no son propiedad de ningún grupo dirigente sino de cada
afiliado. Es un derecho, por así decirlo, uti
singuli.
Por otra parte, hay observaciones contundentes del maestro Norberto Bobbio que aclaran que determinados
derechos, individuales y colectivos, no pueden ser laminados por ningún
organismo que, para entendernos, llamaremos “de arriba”. A eso el maestro turinés le llama la
«indecibilidad». O lo que es lo mismo: estos derechos son un coto ininviolable.
Sin lugar a dudas, elegir a la dirección del partido es uno de esos derechos.
Ni siquiera los Estatutos pueden ir en contra de ello. La Gestora –es un
consejo gratuito— haría bien en estudiar para lo que estamos comentando (y para
lo que sea menester) estudiar a fondo el
libro de Bobbio El tiempo de los derechos, que editó la Editorial Sistema
(1991) con prólogo de Gregorio Peces-Barba. Digamos, pues, que la Gestora debería recurrir a la fuente sapiencial de
Bobbio, aunque tuviera el riesgo de crear un peligroso antecedente. Quiero
decir, un beneficioso precedente.
En resumidas cuentas: ni el PSOE puede plantearlo al PSC, ni éste puede
pedirlo a sus afiliados.
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