Antes y
durante la campaña de las autonómicas andaluzas Podemos
le ha refregado por la cara a Izquierda Unida
que siempre estuvo mendigando un pacto al PSOE en aquella comunidad autónoma. Un
repaso sincero a la memoria indicaría que no fue tal. Es más, el acuerdo de
llegar a un pacto fue el resultado de una consulta al conjunto de la organización,
donde sectores no irrelevantes –con personalidades destacadas claramente
contrarias-- mostraban abiertamente una
rotunda disconformidad. Ese repaso sincero a la memoria indicaría que IU no se
comportó como una orden mendicante sino como un sujeto político que finalmente
llegó a un acuerdo con los socialistas sobre la base de unos contenidos claros.
Y sin
embargo, Podemos atizó, tras la convocatoria anticipada de las elecciones, contra
Izquierda Unida echándole en cara una especie de subalternidad, posiblemente con
la idea de hacer tilín a los sectores que siempre estuvieron contrarios al hecho
de pactar. Repito: aquello fue una acusación tan injusta como falsa. Pero ahí
quedó esa sombra, lanzada por Podemos: quienes pactan con el PSOE, incluso con
independencia de los contenidos de dicho acuerdo, o son casta o se acercan a la
casta.
Se
celebraron las elecciones con unos resultados que en este blog ya se han
comentado. Podemos irrumpe en el Parlamente andaluz con unos resultados
excelentes y, sin lugar a dudas, muy merecidos. En resumen, que en menos que
canta un gallo –ya sea de Morón o de Atarfe--
dicha formación pasa, de manera contrastada, al escenario político e
institucional de Andalucía. Les felicito sin ninguna reserva mental.
Ahora bien,
de buenas a primeras, Podemos abre un postigo e intenta negociar con los
socialistas. ¿Por qué no?, me digo sin ninguna prevención apriorística.
Sorprende, no obstante, que haya una especie de costra en la memoria: ¿por qué
es motivo de acusación –sin fundamento, reitero-- que IU pactara con el PSOE, según Podemos, y
no lo sea ahora que ésta lo haga con Susana Díaz? Es más, ¿por qué fue
censurable aquel acuerdo, tras una consulta a la organización, y sin ella pueda
hacerlo ahora Podemos?
Todavía más:
se diga lo que se diga el caso es que el Podemos andaluz está siendo tutelado
en estas negociaciones por el grupo dirigente central. Nada que objetar, porque
cada cual en su casa hace las cosas como cree menester. No tengo por mi parte
crítica alguna al grupo dirigente central de Podemos y a la autoridad (y / o auctoritas) con relación a las
decisiones que deben tomar los andaluces. Por cierto, la que no tuvo Izquierda
Unida en su día, permitiendo que gobernara la derecha apostólica en
Extremadura. Pero que el grupo dirigente central de Podemos esté tutelando o protegiendo
o verificando –legítimamente, por supuesto--
lo que se llevan entre manos sus colegas andaluces expresaría, en mi
opinión, la importancia que concede Pablo Iglesias
El Joven
a un acuerdo de su gente con los socialistas andaluces. Así las cosas, Podemos
nos debería una explicación, que no fuera un anacoluto: por qué pueden hacerlo
ellos y no debieron hacerlo los de IU?
No sea que
al final la cosa se resuelva de esta manera tan chusca: yo estoy de acuerdo con
pactar y en contra de que tú lo hagas. Nada tengo en contra del desparpajo,
pero por lo menos rebocémoslo de una pizca de coherencia.
1 comentario:
Buenas tardes,
Estoy de acuerdo en parte de lo que dices, pero hay algo que a día de hoy no es cierto: que podemos haya pactado con el PSOE en Andalucia. No digo que no ocurra en pocos días, pero a día de hoy, no.
Ademas comparas un acuerdo de gobierno para toda la legislatura con un acuerdo puntual para abstenerse en la investidura de la lideresa del PSOE.
No digo que una cosa este bien y otra no. Pero esta claro que no es ni parecido un acuerdo y otro.
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