Por supuesto,
todavía es temprano para aproximarnos a los resultados electorales. Es muy pronto
para distanciarse del arqueo final, especialmente de algunas aparentes sorpresas.
Digo aparentes porque todo proceso
electoral es también la conclusión de una serie de movimientos tectónicos que
son anteriores al concreto cuadro de la expresión de las urnas. Sin embargo,
incluso con el riesgo de caer en lo superficial expongo a los amigos, conocidos
y saludados algunas cavilaciones. Que sin duda son insuficientes.
Primero.
Ciertamente, el bipartidismo ha sufrido un sonoro cogotazo. Pero, ¿es prudente,
a estas horas tan tempranas concluir que está definitivamente muerto? Tengan en
cuenta que tal vez el ave fénix podría ser un galápago.
Segundo. Las
llamadas sorpresas –esto es, la
afloración de algunos movimientos tectónicos--
parecen ser la expresión de un malestar muy consolidado de los efectos
de las políticas económicas y sociales, y de la degradación de las formas de la
política española. De ahí podríamos concluir, arriesgadamente o no, que el
movimiento de masas, producido durante estos años en clave social, ha tenido
mucho que ver en los resultados electorales.
Tercero.
Las formaciones a la izquierda del PSOE, en una u otra medida, han
rentabilizado esos movimientos de masas a las que antes nos referíamos. Ahora
bien, si el carácter de esa gran movilización social sostenida era de carácter
resistencial es claro que –sin quitar mérito alguno a sus resultados-- el arqueo de sus consensos obtenidos es, así
mismo, de resistencia. Por lo tanto, nos interpelamos a nosotros mismos: ¿cómo
transformar la resistencia en proyecto alternativo en los terrenos sociales y
políticos?
Cuarto. La
izquierda del PSOE es probable que haga un grupo parlamentario en Europa. De ahí,
suponemos ¿candorosamente?, que trabajarán en sede europarlamentaria con unos
niveles unitarios. ¿En qué medida esa práctica unitaria en Estrasburgo puede
favorecer una determinada relación
unitaria en España? Y, contrariamente, en vez de ello ¿se volverá a las
andadas? Esto es, los favorecidos por las sorpresas
¿seguirán su combate soterrado para ver quién se lleva la corona de laurel en
el territorio que está a la izquierda del PSOE? O, por el contrario, leerán sus
resultados como expresión de la diversidad cultural que tendencialmente puede
traducirse en itinerarios de unidad de los diversos.
Quinto. A
todo esto, vale la pena que el PSOE tome buena nota de los resultados. Una
pista para los grupos dirigentes del PSOE: el problema no está en la obsesión por
los «partidos pequeños» sino aproximarse al por qué ellos mismos se van empequeñeciendo.
2 comentarios:
Estimado Lopez Bulla, mojese un poco más y en vez de tanta reflexión sobre el PSOE, le agradeceríamos alguna referencia mas explícita al binomio IU-Podemos.
Gracias por adelantado
A qué le llama usted "tanta reflexión sobre el Psoe" si sólo se le menciona en cuatro exactas líneas"? Y sobre ese binomio, queda dicho lo que se ha dicho. LB
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