Nota editorial. El
nuevo libro de Josep Ramoneda me abre el apetito para reflexionar acerca de lo
que el autor llama “la izquierda necesaria”. Será un conjunto de ejercicios de
redacción con una serie de comentarios a cada capítulo –o conjunto de
capítulos—de dicho libro.
El maestro Josep Ramoneda nos ha hecho un nuevo
regalo con su nuevo libro La izquierda
necesaria. Contra el autoritarismo postdemocrático. (RBA Libros, 2012). Se trata de otro
importante ensayo que, como siempre, está escrito con una elegante sencillez. Con
un estilo que tiene la profundidad del filósofo y la agilidad del buen
periodista.
Prácticamente en el incípit el autor sitúa su primera
observación: la izquierda no tiene en su agenda aquel sello distintivo que la
caracterizó, a saber, la transformación de la sociedad. Ni siquiera, diría yo,
aquella calculada ambigüedad togliattiana que no aclaraba si se estaba por
romper con el capitalismo o trascender el capitalismo. Lo uno y lo otro no
aparecen en parte alguna en la declaración de intenciones de la izquierda. Se diría que la histórica división entre revolucionarios y reformistas se ha disfrazado
de noviembre para no infundir excesivas sospechas. Ramoneda indirectamente
levanta acta de ello y plantea la vieja exigencia de la necesidad de abrir imaginarios de emancipación. Tengo para
mí que si no se plantea dicho sentido la izquierda estará en el vaivén del
tacticismo permanente.
Comoquiera que todavía es pronto para enjuiciar el
libro –siempre a través de nuestro particular subjetivismo-- tendremos ocasión más delante de conversar
acerca de dónde está el baricentro de ese itinerario de emancipación. En todo
caso, estamos en condiciones de dar un anticipo: el que nos brinda el eslogan
de la magna concentración de los trabajadores italianos, convocados por la CGIL , el sábado 20 de
octubre, “Prima di tutto, il lavoro”.
Naturalmente, el trabajo que cambia en continua y acelerada transformación.
Por cierto, en el primer capítulo aparece un primer
elemento que, para mi paladar, merecería una mano de pintura. Esa mano de
pintura debería tener en cuenta las novedades de los últimos años matizando la idea
de Claus Offe, que toma prestada Ramoneda: “La sociedad se disuelve en un individualismo de lucha a muerte por la
subsistencia” [la cursiva es mía]. Yo
veo las cosas de otra manera: las sociedades europeas –y muy particularmente la
española-- están en un momento de
ebullición, no precisamente individualista, en clara confrontación con las políticas
económicas y sociales, en una fase incipiente de exigencia de regeneración de
la democracia.
Así pues, el dato actual es,
en efecto, “el ataque a fondo contra la condición de vida y trabajo, los
derechos sociales y el Estado de bienestar. Y, en ese contexto, en estos (duros) tiempos que corren, la
protesta y el rechazo se centran en las políticas de los gobiernos que siguen
las instrucciones de las autoridades europeas y de las instituciones
financieras internacionales. Sólo a partir del verano de este último año, las
movilizaciones de los trabajadores y trabajadoras de diferentes naciones
europeas han sido cada vez mayores, en especial ante la aprobación del Pacto
fiscal y de la regla del equilibrio presupuestario como forma de imponer
recortes dramáticos en el gasto público y extender la denominada “austeridad”
entendida como derogación práctica de los estándares mínimos de existencia de
las capas subalternas de la población. Todavía se desarrollan los calendarios
de movilizaciones país por país, y el 20 de octubre ha correspondido a
Inglaterra – con multitudinarias manifestaciones en Londres, en Glasgow o en
Belfast – y a Italia, con una concentración de más de cien mil personas en
Roma. El salto cualitativo se observará el 14 de noviembre, con la jornada de
lucha europea convocada por la CES
en la que coincidirán las jornadas de huelga general en España, Portugal,
Grecia y Chipre por el momento, y manifestaciones en todos los países europeos”.
Como se explica en http://baylos.blogspot.com.es/2012/10/po-ner-freno-la-violencia-del-poder.html.
Pues bien, lo que explica Baylos --lo que realmente estamos viendo-- no es precisamente "el crecimiento de una cultura de la indiferencia" sino fundamentalmente una radical contestación, sostenida en el tiempo y en el espacio, al "autoritarismo postdemocrático". Esta es la mano de pintura que proponemos para iniciar la lectura de “La izquierda necesaria” del maestro Ramoneda. Pero, en fin, todavía es pronto para zanjar una opinión definitiva sobre un libro que, en cualquier caso, merece la dicha leerlo atentamente, nunca en diagonal.
Pues bien, lo que explica Baylos --lo que realmente estamos viendo-- no es precisamente "el crecimiento de una cultura de la indiferencia" sino fundamentalmente una radical contestación, sostenida en el tiempo y en el espacio, al "autoritarismo postdemocrático". Esta es la mano de pintura que proponemos para iniciar la lectura de “La izquierda necesaria” del maestro Ramoneda. Pero, en fin, todavía es pronto para zanjar una opinión definitiva sobre un libro que, en cualquier caso, merece la dicha leerlo atentamente, nunca en diagonal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario