Unai Sordo es entrevistado por El Periódico. Sus
respuestas, sobrias, son atinadas. En una de ellas da a entender que el
gobierno debe dar prioridad a las políticas sociales y no tanto a las
territoriales. Es la contestación clásica de la izquierda social. Que, en
líneas generales, comparto.
Ahora bien, no se trataría, a mi juicio,
tanto de contraponer (Unai no lo ha hecho) lo social con lo territorial,
sino de: clarificar que lo social tiene –o debería tener-- su aplicación en el territorio, esto es, se
concreta en un lugar físico y que lo convencionalmente territorial debe tener
un fuerte contenido social. Me excuso por el aparente juego de palabras. Lo es
igualmente válido para las políticas contractuales que protagoniza el
sindicalismo confederal.
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