jueves, 2 de julio de 2020

Los agentes sociales, sujetos de reconstrucción del país




Hasta la presente los trabajos de la comisión parlamentaria de la reconstrucción son una exhibición de ese  chichinabo que se caracteriza por hacer creer que la vieja gallina que se vende es un pavo real. Sus trabajos son más bien la expresión del conflicto político que se está librando que un intento de elaborar un proyecto de salida de la crisis sanitaria. De un conflicto político que esencialmente tiene su raíz en las intenciones de la derecha derrocante, que no tolera la alternancia. Quizá el gobierno no tenía otra salida que admitir esa comisión –que fue a propuesta del Partido Popular--  esperando que bajaran los grados de la caldera a presión. No ha sido así, porque además el clima electoral gallego y vaso –y la antesala de las catalanas--  lo hacían imposible. Bien, no queda otro remedio que esperar las conclusiones de esos trabajos, aunque según parece las cosas pueden enredarse con un cambio de humor del Partido Nacionalista Vasco.  En todo caso, podría ser que (según los datos que disponemos) las conclusiones sean meros placebos.

Simultáneamente a esa, llamémoslo así, pérdida de tiempo se desarrollan las negociaciones y –en algunos casos, acuerdos ya cerrados--  entre el sindicalismo confederal y la CEOE. De momento –dígase sin escatimar elogios--  son, fuera del gobierno, los dos agentes de la reconstrucción del país. No es la primera vez que los sindicatos lo hacen.

Pues bien, entiendo que, así las cosas, estos dos agentes de la reconstrucción deberían abordar una parte substancial de aquello que, tras la comisión parlamentaria, o bien es pura hojarasca o bien no se ha tocado. La condición ´laica´ de estos dos agentes es una garantía necesaria (aunque no suficiente) para meterse en harina. Absténgase los analistas a la violeta afirmando que eso es pansindicalismo; ni tampoco sería el intento de suplencia por parte de los agentes sociales de aquello que correspondería a los partidos políticos. Simplemente es algo más sencillo: comoquiera que los obligados a hacerlo se dedican a otros asuntos, especialmente metafísicos, es preciso que alguien se arremangue. Ya lo dijo Teresa de Ávila: «También en los pucheros está el Señor».

Es la utilidad de la concertación social. Y para decirlo con palabras de Antonio Baylos: «Con ello desde luego se demuestra la importancia que tiene la concertación social en las transiciones derivadas de las crisis económicas. Es en efecto un elemento central en la gobernanza de las crisis, que se conecta directamente con el mandato general de la OIT, el diálogo entre el poder público y los interlocutores sociales como elemento clave de la participación democrática, y que aparece recogido en los convenios 98, 144, 154 y en numerosísimas Recomendaciones de la OIT» en https://baylos.blogspot.com/2020/06/el-ii-acuerdo-social-de-defensa-del.html.  


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