viernes, 29 de octubre de 2021

Carta abierta a la ministra Yolanda


 

Sin ningún protocolo te digo lo siguiente: estás demostrando la eficacia de la izquierda transformadora cuando se pone manos a la obra; no sabes hasta qué punto un servidor, un anciano sindicalista, tiene puestas en ti las esperanzas en arreglar no pocos desperfectos. Sigue por ahí, admirada Yolanda.

Y con menos protocolo, todavía, debo señalar que hasta donde yo recuerde es la primera vez que no coincido con nuestro común amigo, Joan Coscubiela. Me refiero a la exposición que ha hecho en su importante artículo en El País (1).

Ahora, sin pelos en la lengua, entraré en el fondo de lo que, con la impertinencia sincera de mi edad, me interesa tratar.

Querida ministra, creo que lo que tienes in mente –esa operación política, todavía poco concretada—no podrás llevarla a cabo. Desgraciadamente, quiero dejarlo claro. Estas son mis razones, tal vez erróneas pero muy meditadas: a) no tienes mando en plaza para edificar un nuevo sujeto político; b) tampoco te lo dejarán hacer los grupos dirigentes de Unidas Podemos, Izquierda Unida ni el PCE; c) por lo que, disculpa mi agria sinceridad, todos tus esfuerzos resultarán baldíos. Es más, conociendo el paño estimo que los tuyos empezarán a hacerte la vida imposible.

Me dicen voces amigas que estás en un momento demoscópico fantástico: no te fíes. La demoscopia es una persiana. Tienes, y me felicito, una gran popularidad y consideración. Pero todo ello es un aplauso por lo que estás haciendo, no –diría yo— para lo que quieres hacer.

Disculpa, querida compañera: puede darse la situación de que los tuyos te dejen caer por celos, por desacuerdo con tu proyecto o por todo ello mezclado. Entonces, si eso ocurre fatalmente, ¿qué utilidad tendrás para el movimiento organizado de los trabajadores? Sigue, pues, en el Ministerio, consigue más conquistas, es lo que te sugiere este viejo sindicalista que pocas veces comulgó con ruedas de molino. 


    1)   https://elpais.com/opinion/2021-10-29/yolanda-los-egos-y-el-partido-matrioska.html

 

jueves, 28 de octubre de 2021

¡Vamos al grano, ministras!


 

 

Quiero creer que se ha salvado el momento confuso de la negociación de la reforma laboral. Lo que no estoy en condicione es de vislumbrar si se trata de una tregua o de la superación del escollo. Porque ciertamente la pugna entre «metodología» y «contenidos» no deja de ser un eufemismo para o bien intentar salvar los muebles o bien una pugna por llevar el gobernalle de la negociación. Sea como fuere, según se nos dice, se ha superado la escaramuza.

A partir de ahora veremos qué contenidos motivan el acuerdo del Gobierno y cuáles el disenso. O hay voz única del Ejecutivo o el pescado acabará pudriéndose. El gobierno debe saber que, en caso de fracaso, será él mismo quien pierda más. Porque, desgraciadamente, tanto los socialistas como los de Unidas Podemos han hecho de la reforma laboral la piedra de toque de su acción política. Pedro Sánchez, pues, no se puede permitir ningún desliz tras haber anunciado en el sancta sanctorum de su reciente congreso que se derogará la reforma laboral. Tampoco Unidas Podemos puede permitirse ningún disparate. Se pegaría un tiro en sus pies y arruinaría el predicamento y las expectativas de esa gran ministra que es Yolanda Díaz.

lunes, 25 de octubre de 2021

Fatiga de coalición


 

 

Se podría decir que el PSOE y Unidas Podemos tienen una cierta fatiga de coalición. Ahora se encuentran ante una nueva crisis. Naturalmente el foco mediático siempre ha puesto más énfasis en los reiterados conflictos de los socios de gobierno, pero ha obviado que todas las crisis anteriores se han saldado razonablemente bien. Esto es un dato que no prefigura necesariamente lo que pueda ocurrir ahora, pero indica con claridad que siempre se han cosido las crisis.

No conviene, sin embargo, infravalorar los actuales descosidos, pero –en todo caso—llamo la atención de (algo más que) un detalle: Podemos retira su querella contra la presidenta del Congreso de los Diputados por lo de su diputado canario Rodríguez. Una señal de que UP no quiere echar más leña al fuego. Rodríguez, posiblemente decepcionado de los suyos, abandona la política.

Situación complicada ese cansancio o fatiga de coalición. Pero más complicado es el panorama socioeconómico: ¿qué va a pasar con el abastecimiento del gas, procedente de Argelia? ¿hasta dónde van a subir los precios de la energía? ¿cuántas fábricas están paradas por la falta de componentes…? Este es el panorama que debe suscitar la reacción de los socios de gobierno.

Urge que Calviño y Yolanda se entiendan. Hasta ahora lo han hecho.

viernes, 22 de octubre de 2021

Los ultras polacos y la Unión Europea

El gobierno polaco está intentando subirse a los faldones de la Unión Europea, aunque formalmente quien está al frente de esa operación es el Alto tribunal. Los jueces, en esta ocasión, son la prótesis de los ultraconservadores del partido Ley y Justicia que llegó al poder hace seis años. La cuestión de fondo que se deriva es, como se sabe, quién tiene la primacía legal si la legislación comunitaria o la polaca. No es un asunto baladí, es cosa de los fundamentos de la arquitectura institucional europea.

Entiendo que las autoridades comunitarias no pueden ir templando gaitas en este caso. Pues, si tal hiciera, estaría cantado una posición similar a la polaca en otros países –pongamos que hablo de Hungría— y daría aliento a los partidos políticos y movimientos anti europeístas. Más todavía, se estaría defraudando a los centenares de miles de manifestantes que el otro día se manifestaron en diversas ciudades de Polonia a favor de la UE.

Algunos sectores políticos en España recomiendan prudencia  a los halcones de la UE, decididos a aplicar la Constitución Europea, al tiempo que infravaloran a los ultraconservadores, polacos y húngaros, como revoltosillos. Se les ve el plumero.

Úsese la diplomacia, pero déjense las gaitas para otros menesteres. Los fundamentos y las paredes maestras de la casa europea no se tocan (si no es por consenso); con el patio y el retrete de cortesía ¡que hagan lo que quieran!

 

miércoles, 20 de octubre de 2021

Otegi


 

Los de Casado están sufriendo un ataque de perlesía: las recientes declaraciones de Arnaldo Otegi les han sumido en el estupor. Es lo que suele ocurrir a niveles geoestratégicos cuando los halcones de un lugar desaparecen: sus adversarios, los halcones de enfrente, corren el peligro de dejar de comer caliente. El Partido Popular que no tuvo argumentos viables para combatir a la banda terrorista de ETA, tampoco –por lo que se ve--  cuenta con argumentos para la paz. No los tuvo Aznar, ni Rajoy, menos los tiene este barbilindo de Casado. Nada tiene que celebrar el PP. Por dos razones: primera, fracasó su estrategia política en el País Vaco; segunda, bajo el gobierno de dicho partido no se produjo el ´adiós a las armas´. Lo que vendría a demostrar la mezquindad de su grupo dirigente. Por eso, cualquier elemento de sosiego es un potente adversario de esta canibalesca oposición.

 

Otegi ha tenido que hacer mangas y capirotes para encontrar una posición de síntesis entre las diversas almas de su beaterio. Pero, no me cabe la menor duda, de que esa síntesis --que llega tarde y podría ser consecuencia de la derrota histórica que ha sufrido el independentismo abertzale-- es un elemento positivo, a pesar de sus lagunas y ausencias.

La derrota: haber pensado –y mantenido durante lustros— que  podían derrotar al Estado, a través de la violencia con innumerables asesinatos; haber puesto las herramientas al servicio de la independencia en este mundo de la globalización interdependiente.

Las limitaciones: el uso de la metáfora como argumento elíptico para evitar el nombre de la bicha, esto es, la condena.  «Nunca tenía que haberse producido», tiene la pinta de ser el eufemismo para no tener que decir que aquello no tuvo razón de ser. Es el eufemismo como (limitada) síntesis. Un pasito adelante, cierto. Todavía les falta mucho que añadir: la condena firme, sin tapujos de un larguísimo y trágico proceso.

En estos momentos me quema la garganta, porque me acuerdo de mi amigo José Luis López Lacalle, (en la foto de arriba) padre fundador de Comisiones Obreras, asesinado por la banda terrorista.

Así las cosas, me pregunto: estos sucesos qué reflexión le merecen al independentismo catalán.   

lunes, 18 de octubre de 2021

Objetivo: derribar al Papa Francisco


 

 

Las derechas ultras domésticas han elevado el tiro y, tal vez de manera coordinada, apuntan contra el Papa Francisco. Es una novedad no irrelevante en el panorama español. Es como si esos grupos se hubieran propuesto dar vida al extinto Palmar de Troya. Se trata de un amasijo de ultraderechistas y antivacunas, de terraplanistas y enemigos del teorema de Pitágoras. O sea, un descomunal comistrajo, cuyos emblemas recientes han sido destacados personajes de la vida política española. Es el triángulo escaleno de Isabel Díaz Ayuso, Santiago Abascal y Paco Marhuenda; los dos primeros destacados miembros del palo del gallinero de los ultras, el siguiente es un notorio y conocido escriba sentado de los poderes fácticos, nuevos y viejos.

El problema ya no es que Francisco deje de ser un referente sino que se ha convertido en una interferencia con su potente auctoritas. De ahí el explicitado rechazo de sectores religiosos de alto coturno y lustrosa sotana, políticos con mando en plaza y gacetilleros que ya comen caliente.

La primera fase de todos ellos es la deslegitimación: «el ciudadano Bergoglio», dice Abascal; «Francisco es un peronista», remacha Marhuenda y Ayuso se despachó a gusto hace días. La Conferencia Episcopal Española guardia un silencio clamoroso, mientras dice llamarse Andana sobre el mandato papal de investigar los casos de pederastia de obispos, arcedianos, arciprestes, monjes y curas de olla.

Mientras tanto, las asociaciones de cristianos de base cantan alrededor del fuego campamental aquello de «Kumbayá, Deu meu».   Educadamente  les digo: «Decid algo, almas de cántaro».

domingo, 17 de octubre de 2021

Sobre el salario mínimo


 

Estupefacción en la patronal española, irritación en las derechas políticas españolas: toda la artillería pesada que habían puesto en marcha contra el incremento del salario mínimo ha hecho el ridículo ante el acuerdo de los socialdemócratas alemanes, con los liberales --¡los liberales!— y los verdes de subir en un 25 por ciento (veinticinco) su actual salario mínimo.  Hasta donde nosotros sabemos, los liberales tienen poco que ver con los comunistas, podemitas «y otras gentes de mal vivir»; tampoco son gentes que frecuenten la pancarta y el lanzamiento de octavillas.  

A su vez, los economistas orgánicos  --subvencionados o no--  no saben dónde meterse tras la concesión del Premio Nobel a uno de los más prestigiosos economistas,  David Card, precisamente por sus estudios sobre los salarios. La argumentación de la Academía es que el premio se le concede por «demostrar con herramientas novedosos que, como siempre, la realidad es más compleja que lo que apuntan los modelos». A mi juicio, la clave de la argumentación es que el profesor Card «ha demostrado» mientras los adversarios de la elevación de los salarios se limitan a lanzar deposiciones con cinco duros de ideología.

Estas deposiciones ´teóricas´ vienen de antañazo y, también, han servido de teologúmeno para los empecinados adversarios de la reducción de la jornada laboral y los horarios de trabajo. Lo uno y lo otro (la elevación de los salarios y la reducción de la jornada) impedían –afirmaban, afirman y afirmarán--  que de una profunda enemistad de la creación de empleo. Si fuera así (haciendo sólo las cuentas de la vieja) estaríamos ahora hambrientos y en cueros.

Card ha demostrado, sus adversarios eructan. ¿Habrá liberales en España que se relacionen con sus colegas tedescos?

 

jueves, 14 de octubre de 2021

La decadente e irrelevante Cataluña


 

El Cercle d´Economia, una institución poco dada al tremendismo, ha emitido una declaración que pone los pelos de punta: Cataluña corre el peligro de entrar en «la decadencia y la irrelevancia». Este ha sido –lo saben los lectores de Metiendo bulla--  una de las formulaciones más recurrentes de este blog. Por supuesto, no nos alegramos de ello. El Cercle no ha tenido en esta ocasión pelos en la lengua, ni ha echado mano de eufemismos; es más, ha amonestado al presidente de la Generalitat Aragonès García. En otras palabras, ha dejado las viejas cautelas de antaño y ha decidido hablar, aunque tarde, con absoluta claridad.

 

Nuestro matiz, sin embargo, con tan importante declaración es el siguiente: tiempo ha que Cataluña entró en esa decadencia e irrelevancia; tiempo ha que Cataluña dejó de ser punto de referencia cultural dentro y fuera de España. Es más, podríamos establecer un correlato entre el procés y la evolución de esa marcha hacia la decadencia. Puigdemont, el hombre de Waterloo y Torra, el aventurero de la política,  han sido los chamarileros de ese itinerario confuso y demoledor.

No parece que Aragonés García tenga el suficiente cuajo para corregir esa tendencia. Para muestra un botón: su socio preferencial para los Presupuestos de la Generalitat sigue siendo la CUP –una minoritaria y extraña formación que se disfraza de anticapitalista para no infundir excesivas sospechas--  en vez de negociar las cuentas públicas con el primer grupo parlamentario.

Para mí que el aviso del Cercle d´Economía le ha entrado al independentismo por un  oído y le ha salido por el otro.        

martes, 12 de octubre de 2021

La crisis de las derechas


 

He perdido la cuenta de los libros, artículos y folletos que hablan, con mayor o menor acierto, de la crisis de la izquierda. Pero no recuerdo cuándo se publicó algo sobre la crisis de la(s) derecha(s). Y si he de ser más explícito diré que pocos –se pueden contar con los dedos de media mano— han abordado la crisis del Partido Popular y de las derechas españolas.  Me dispensarán si les recuerdo que me refiero a la «crisis», no a las querellas internas de partido, que son una expresión más –pero no toda--  de la crisis de proyecto y de representación.

Se dijo que la convención itinerante del PP había cerrado los problemas internos y consolidado el liderazgo de Casado. Falso, ninguna convención o congreso soluciona nada que no haya sido resuelto previamente. Por lo demás, nada de las grandes ausencias del partido ha sido abordado, porque tales excusiones tenían un solo objetivo: contrarrestar el aliento de la señora Ayuso. Y algo más: abrir un oficioso proceso electoral. La convención, además, ha tenido dos sonoros patinazos con la presencia del convicto y confeso Sarkozy, alabado como modelo de gestión, y la descomposición intelectual de Mario Vargas Llosa.  

Es como si hubiera una imposibilidad –al menos por ahora, sin saber cuánto durará--  de que en España exista una derecha que haga política con punto de vista fundamentado. La que fue nave—Ciudadanos se ha convertido en un chinchorro, que hace aguas. De manera que por ahí tampoco vendrá un proyecto de nacimiento de la derecha que haga política.

Lo verdaderamente chocante es que no salga ninguna voz –tampoco de los moradores del cementerio de los elefantes— que ponga el grito en el cielo tras las últimas deposiciones de Casado: «España está en quiebra». No lo dice impasible el además, sino sonriente, como quien se alegra. Seguidismo de Vox, que –viendo que Casado le sopla en el cogote—arremete contra Europa, las Naciones Unidas y  los cuatro puntos cardinales de la rosa de los vientos.

Mientras exista esta derecha estaremos sumidos en la gran zahúrda nacional.  Sir Winston, De Gaulle y Alcide de Gaspari se harían cruces viendo este esperpento.

lunes, 11 de octubre de 2021

El fantasma de la inflación, oiga.


 

Oído cocina: hay indicios de que puede dispararse la inflación. Incluso, hay quien vaticina que no se trataría ahora de «algo transitorio, puede ser persistente». Se trata de Carmen Reinhart, economista jefa y vicepresidenta del Banco Mundial. Así pues, se trataría de que las autoridades y los agentes sociales no echen tales palabras en saco roto. De darse esta situación, que es una ruptura con el proceso de los últimos años de inflaciones razonables, se producirían desperfectos en la negociación colectiva y en la aplicación de las cuentas públicas del Estado y en los presupuestos de las Comunidades autónomas.

La situación es, en cierta medida, nueva, porque esta inflación tiene un componente energético muy relevante,  y –podemos afirmar con rotundidad--  que todo ello es un problema europeo. Lenta está en ese sentido la Unión Europea. Lo que complica la situación en España y en Europa. Esta lentitud asfixiante es la que da alas a los movimientos anti europeístas. Pero, sobre todo, es un auténtico calvario para las economías de las familias más modestas.

sábado, 9 de octubre de 2021

PASOS A LA IZQUIERDA de nuevo en la Red


 

La presentación de este nuevo número de Pasos a la Izquierda necesita, en primer, lugar que informemos del fallecimiento el pasado 19 de septiembre de nuestro amigo y compañero Javier Aristu, quien además de ser durante años editor, junto con Paco Rodríguez de Lecea, de esta revista, fue uno de los principales impulsores de la iniciativa con la que estamos comprometidos. Su empuje y entusiasmo, sus contribuciones y sugerencias nos han acompañado hasta el final, haciendo propuestas para este número 23. Los editores y el comité de redacción dedicarán una sección del próximo Pasos, que se publicará el próximo mes de diciembre, a su memoria y a las opiniones heterodoxas y estimulantes que siempre nos propuso. No obstante, algunos amigos y colaboradores de Pasos a la Izquierda han publicado remembranzas que queremos compartir: José Luis López BullaJavier Tébar Hurtado y Paco Rodriguez de Lecea.

En las páginas que siguen hay, de hecho, un homenaje implícito al amigo y compañero de aventuras. Suya fue la idea de iniciar un debate sobre la izquierda, su situación y futuro, que inicia la primera sección de este número. Quizás la iniciativa peque de cierta ingenuidad tal como está formulada en dos preguntas simples en su planteamiento y enormemente complejas y profundas en la respuesta, tal y como nos han hecho ver las cuatro primeras personas que han contribuido a abrir este debate: Albert Recio, César RenduelesJorge Riechmann e Ignacio Sánchez-Cuenca. No cabe sino agradecer el esfuerzo que han realizado y las sugerencias que aportan. Tal como era el parecer de Aristu, seguiremos buscando nuevas opiniones para los próximos números, esperando que la seriedad y rigor de las cuatro primeras respuestas provoque muchas más a lo largo de los próximos números.

A continuación, y para enmarcar en el ensayismo publicado sobre el asunto el problema de la izquierda, los editores hemos comparado las palabras de algunos clásicos recientes del pensamiento progresista, junto a reflexiones complementarias de otros autores, en “Un paseo por la izquierda” a modo de recordatorio, seguro que incompleto, y de sugerencias para su lectura.

El número 23 de la revista contiene también una extensa contribución sobre trabajo, cooperativismo y sindicatos. Entre los contenidos destacamos la traducción de la introducción al libro de Danièle Linhart sobre la insostenible subordinación de los trabajadores; la autora en sus últimos libros conmueve por su conocimiento de la realidad y capacidad de síntesis, sin olvidar las narraciones vívidas.

También es de agradecer la contribución de Mario Amadas, joven escritor de relatos y novelas, que plantea algunas preguntas pertinentes sobre el trabajo, la precariedad, la absurda jerarquía y la vida, desde sus vivencias laborales y cotidianas personales que, en cierta manera, son representativas de un amplio segmento de nuestra juventud titulada (y no titulada). Abundando en la cuestión, el joven sindicalista Javier Pueyo aporta una reflexión sobre juventud y crisis que recoge en lo fundamental su propia presentación al libro colectivo “Vidas low cost. Ser joven entre dos crisis” (2021), publicado por la Fundación 1º de Mayo en colaboración la editorial Catarata. Esta obra parte de la pregunta tan presente hoy ¿cómo es posible que las generaciones que constituyen “el futuro” de España —¿qué hay de su presente?— vayan a vivir peor que sus padres y deban soportar tasas de paro y temporalidad disparatadas, y la imposibilidad de emanciparse y planificar proyectos de vida propios?”. Los autores ofrecen la combinación de una visión más académica, desde el campo de la sociología y la antropología, aportando datos, explicaciones teóricas y reflexiones, así como también un breve epílogo de carácter ensayístico firmado por la novelista y periodista Ana Iris Simón.

Dando continuidad al tratamiento del fenómeno del cooperativismo en sus diferentes expresiones iniciado en el anterior número de la revista, en esta ocasión Gabriel Abascal, jurista y miembro del comité de redacción de Pasos, contribuye con un artículo donde nos presenta un panorama comparativo (Sudamérica, Europa y España) sobre la difícil y compleja relación entre sindicalismo y cooperativismo, del que destaca la aproximación y el relato detallado con que se aborda en esta ocasión el caso brasileño.

El sindicalista Ramón González Monroy ha contribuido con una reflexión de fondo sobre el significado del trabajo asalariado y las formas de organizar los intereses de las trabajadoras y trabajadores en algunos sectores determinados. El autor, quien combina análisis teórico solvente y experiencia práctica y diaria en sus responsabilidades sindicales, nos plantea algunas cuestiones sobre la naturaleza del sindicalismo hoy en un contexto de cambios. Centrándose en algunos conflictos vividos por las y los empleadas/os de banca y comercio, identifica con claridad determinados dilemas a los que hace frente el sindicalismo actual (desregulación, empoderamiento empresarial, tecnologías, plataformas y algoritmos) para concluir con las paradojas -el tejer y destejer, que se señala- y las contradicciones a las que debe hacer frente la acción sindical cotidiana.

Albert Jiménez, investigador del Departament de Ciències Polítiques i Socials de la Universitat Pompeu Fabra y durante años miembro activo de la PAH Sabadell, nos ha proporcionado una síntesis de su investigación sobre la construcción y significado de los movimientos sociales a partir del estudio de caso de la propia PAH de Sabadell, objeto de su proyecto doctoral. En el texto se lleva a cabo un análisis detallado y sugerente sobre los términos clase, experiencia y organización en torno a la naturaleza y el proceso de creación de un movimiento, que defiende el autor constituiría “una institución de clase autónoma capaz de armonizar su propia organización con su composición y su contexto”, durante los periodos 2011-2012 y 2013-2015

Incorporando a Pasos el ángulo a la política actual latinoamericana, el profesor e historiador chileno Rodrigo Araya Gómez describe y nos ofrece un personal análisis de los acontecimientos chilenos que se vienen produciendo desde 2019. En términos generales, estos sucesos están siendo poco visibilizados por los medios de comunicación y el debate público. Sin embargo, Chile está en un proceso constituyente, de cambio en muchos sentidos, que representa un “desenganche” de la transición tutelada que se vivió en el país durante los años noventa, marcada por el general golpista Pinochet y sus epígonos. El autor nos proporciona una visión de los episodios vibrantes, llenos de vida y aliento, con sus luces y sus sombras que acaba en el conocido grito de esperanza: “y se abrieron las grandes alamedas”.

Cierra este número de Pasos un espacio de homenaje a Juan Bosco Díaz-Urmeneta, miembro del Consejo Asesor de la revista, colaborador y amigo que falleció el pasado mes de julio. Esta sección está compuesta por el texto del profesor de Lengua y Literatura Pedro Jiménez Manzorro “La mirada del Bosco”, como aproximación a la experiencia vital y de amistad que mantuvieron ambos, y por el ensayo de Juan Antonio Álvarez Reyes, Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, titulado “Juan Bosco Díaz-Urmeneta y la difícil modernidad” en el que se ofrece la visión de la trayectoria profesional de Bosco, ligada durante los últimos años a analizar de manera rigurosa esa difícil modernidad.

DOS CUESTIONES A DEBATE PARA LA IZQUIERDA

 

Dos cuestiones sobre el futuro de la izquierda en un mundo cambiante

A iniciativa de nuestro compañero y amigo Javier Aristu, asimismo uno de los impulsores de Pasos, iniciamos aquí esta sección a modo de debate que pretendemos que tenga continuidad, difundiendo nuevas aportaciones diversas y plurales. En esta primera entrega, contamos con las colaboraciones de Albert Recio, César Rendueles, Jorge Riechmann e Ignacio Sánchez-Cuenca. El breve texto que sigue es el enviado a los invitados al debate.  [LEER MÁS]

·         Cuestiones
1- ¿Cómo valora la situación actual de la izquierda política y social en Europa?
2. Desde su punto de vista: ¿cuál debería ser el Plan de Acción de la(s) izquierda(s) europea(s) si pretende que su proyecto emancipatorio alcance la hegemonía?

Aportación de Albert Recio Andreu

Alberto Recio Andreu es economista y profesor jubilado de economía de la UAB, miembro del equipo editorial de Revista de Economía Crítica y la Revista mientras tanto; comprometido en actividades y movimientos sociales. Entre sus textos publicados destacamos: Trabajo, personas, mercados: manual de economía laboral (Fuhem,1997); Capitalismo y formas de contratación laboral (Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, 1988). [LEER MÁS]

Apotación de César Rendueles

César Rendueles es filósofo, sociólogo, ensayista y profesor de sociología en la Universidad Complutense de Madrid. Entre sus numerosas obras, destacamos: Sociofobia (Capitán Swing, 2013), Capitalismo canalla. Una historia personal del capitalismo a través de la literatura (Seix Barral, 2015), En bruto. Una reivindicación del materialismo histórico (Los Libros de la Catarata, 2016), Contra la igualdad de oportunidades (Seix Barral, 2020). [LEER MÁS]

Apotación de Jorge Riechmann

Jorge Riehmann es poeta, traductor, ensayista, ecologista, doctor en Ciencias Políticas; ejerce como profesor de Filosofía Moral y Política en la Universidad Autónoma de Madrid. Entre sus publicaciones destacamos: Grafitis para neandertales (Eolas, 2019), Z (Huerga y Fierro editores, 2021), Otro fin del mundo es posible, decían los compañeros (MRA Ediciones, 2019) e Informe a la Subcomisión de Cuaternario (Árdora, 2021). [LEER MÁS]

Apotación de Ignacio Sánchez-Cuenca

Ignacio Sñanchez Cuenca es Catedrático de Ciencia Política en la Universidad Carlos III de Madrid. Entre sus últimos libros destacan La impotencia democrática (Catarata, 2014), La confusión nacional: La democracia española ante la crisis catalana (Catarata, 2018), La superioridad moral de la izquierda (Lengua de Trapo, 2018), La izquierda, fin de un ciclo (2019), Las raíces históricas del terrorismo revolucionario (Catarata, 2021). [LEER MÁS]

Pere Jódar y Javier Tébar: Un paseo junto con algunos “clásicos” del pensamiento de izquierdas

Rescatamos aquí la intervención de diversos autores, historiadores y filósofos, que han reflexionado sobre la izquierda en algunas de sus últimas obras. Una primera constatación llamativa es que hablando del futuro de la izquierda las referencias que se presentan sean autores, en un buen número de casos, ya fallecidos. Quizás sea un reflejo de lo que Traverso titula Melancolía de izquierda, no siempre bien interpretada. [LEER MÁS]

TRABAJO

 

Danièle Linhart: La insostenible subordinación de los asalariados (introducción) 

Es impresionante. Frente a la noble entrada de una gran escuela de negocios en el centro de París, una larga, larguísima cola. […] En ella, franceses por supuesto, pero también suizos, quebequenses, belgas. Lo sé porque, con este tiempo húmedo y frío, la espera es desagradable y como buena socióloga indago quién está a mi lado. Son consultores, expertos, profesionales de la empresa. Esperábamos el «Campus de las empresas liberadas» a las puertas de la Escuela Superior de Comercio. [LEER MÁS]

Mario Amadas: Las preguntas pertinentes. Sobre el trabajo como espacio de dominación

Jacques Vergès es famoso por varias cosas, la primera de las cuales, probablemente, sea la de haber sido el abogado defensor del nazi Klaus Barbie,. Barbet Schroeder le dedicó un fascinante documental llamado El abogado del terror en el que hacía un análisis de su pensamiento, de su crítica al poder estructural. En el espacio de trabajo, de cualquier trabajo que tengamos, se puede ver ese mismo poder, y, como resultado, unas dinámicas de dominación a las que oponerse implica un riesgo real. [LEER MÁS]

Javier Pueyo: Juventud y crisis: no nos quedemos en la superficie del debate

La cuestión juvenil ha vuelto a entrar en los últimos tiempos en el debate público. Hay quienes se preguntan cómo es posible que las generaciones que constituyen “el futuro” de España vayan a vivir peor que sus padres y deban soportar tasas de paro y temporalidad tan disparatadas, una imposibilidad de planificar proyectos de vida propios. (…) “¿Qué herencia estamos dejando a quienes vienen detrás?”, deslizan algunas voces con la impotencia con la que se observa un desastre meteorológico. [LEER MÁS]

SINDICALISMO

 

Gabriel Abascal: Sindicalismo y Economía social: una reflexión sobre una relación compleja y algunas experiencias prácticas

Sindicatos y cooperativas de producción y consumo son instrumentos creados en el Siglo XIX por los trabajadores para hacer frente a los peores efectos de la Primera Revolución Industrial manifestados en la sobreexplotación de la clase trabajadora de la época. A pesar de este origen común, lo cierto es que, en términos históricos, el sindicalismo y el cooperativismo han seguido demasiadas veces caminos distintos. [LEER MÁS]

Ramón González Monroy: Extensión, acción, repliegue, extensión. Las organizaciones sindicales ante los ciclos económicos, una “Penélope” constitucional

Hay conceptos diversos de trabajo. Nos gusta pensar en él, con cierta ortodoxia “marxista humanista” que diría Kathi Weeks, como un elemento a proteger y preservar; imprescindible para la vida social, pilar básico de realización humana. Pero como bien expone la autora de El problema del Trabajo. Feminismo, marxismo, políticas contra el Trabajo e imaginarios más allá del Trabajo, hay múltiples valoraciones filosóficas y materiales del valor del trabajo y de su contrapunto ocioso. [LEER MÁS]

MOVIMIENTOS SOCIALES

 

Albert Jiménez: Experiencia, organización y sujeto político a través de la lucha por la vivienda digna en la PAHC. El caso de Sabadell

La evolución de la situación “post-covid” que parece irse consolidando ha traído consigo una coyuntura en la que los escenarios políticos, sociales y económicos derivados son capaces de aunar una situación de bloqueo y debilidad política institucional con una depresión económica prolongada y, de forma especialmente notable, con la ausencia de un impulso de movilización significativo. En este sentido, las diferencias -a la baja- con el periodo iniciado en 2008 son patentes. [LEER MÁS]

POLÍTICA INTERNACIONAL

 

Rodrigo Araya Gómez. “Y se abrieron las grandes Alamedas”. Cambio político y proceso constituyente en el Chile de la post revuelta de octubre del 2019

El ejercicio de observar los últimos acontecimientos en Chile se ha convertido en una tarea titánica, a raíz de la velocidad con que van cambiando los hechos y la complejidad de los mismos (…) Hacer la historia del proceso constituyente reúne uno de los principales problemas de la historia del tiempo presente, el análisis de procesos inconclusos, pero también evidencia alguna de sus fortalezas, como la multiplicidad de fuentes a las cuales puede recurrir el investigador (Bedárida, 1998, 24). [LEER MÁS]

ARTE. RECORDANDO A JUAN BOSCO

 

Pedro Jiménez Manzorro: La mirada del Bosco

No se trata en esta ocasión del recuerdo de una persona que ha pasado recientemente a la inmortalidad, sino de poner, negro sobre blanco, las líneas maestras de su saber mirar y de su saber hacer. No podría tratar aquí de la visión de Bosco sobre la realidad, puesto que son muchas las conversaciones informales mantenidas a lo largo de décadas: ni él ni el lector ni quien escribe esto vivimos resguardados en frescas tinajas durante decenios. [LEER MÁS]

Juan Antonio Álvarez Reyes: Juan Bosco Díaz-Urmeneta y la difícil modernidad

En el año 2007, José Lebrero, actual director del Museo Picasso de Málaga, y Juan Bosco Díaz-Urmeneta pusieron en marcha “Tranformaciones. Arte y estética desde 1960”, desde entonces este seminario se ha celebrado anualmente, con el paréntesis de 2020 por la pandemia. La difícil modernidad de Sevilla y Andalucía ocupó la edición de 2010 y, cabría decir, que Díaz-Urmeneta dedicó las últimas décadas de su vida a analizar rigurosamente esa difícil modernidad. [LEER MÁS]

lunes, 4 de octubre de 2021

Reitero: el procés ha muerto


 

Cuando hace pocos días afirmé que «el procés había muerto» algunos amigos no compartieron dicha afirmación y otros, más precavidos, señalaron que será necesario esperar las anunciadas movilizaciones del 1 de Octubre. Sostengo, como Pereira, que el procés –no el independentismo— ya no está en este valle de lágrimas.

Que pueda haber manifestaciones multitudinarias y ruidosas (no ha sido el caso de las que se han producido este fin de semana en Cataluña) no quiere decir que el procés siga vivo. El procés, un imaginario estrambóticamente confuso, era una idea quimérica apoyada por una importantísima parte de la sociedad catalana; hoy todo ello se ha ido deshilachando, en parte porque se ha dado un cambio en el liderazgo de la Generalitat, el agotamiento del efecto Puigdemont y la pérdida de capacidad de intimidación de los post post post convergentes y, sobre todo, de la CUP.

¿Qué hemos visto este fin de semana? «Varios miles» de personas manifestándose que sin ánimo de ofender diremos que eran cuatro y el cabo. A pesar del efecto que gratuitamente se pronosticó sobre las potentes manifestaciones contra la detención del hombre de Waterloo en la isla de Cerdeña.

Se acabó el carbón, sólo quedan las brasas.  

viernes, 1 de octubre de 2021

Ayer murió el procés


No es aventurado afirmar que ayer murió el procés. Esquerra y los post post post convergentes no votan en el Parlament a favor de la propuesta de la CUP que pretendía la convocatoria de un referéndum unilateral por la independencia de Cataluña en esta legislatura. Podría decirse que el poder de intimidación de la CUP está en crisis, tal vez definitiva. Se puede decir que ella propició la caída de Artur Mas, impuso a Carles Puigdemont como primer jerarca de la Generalitat e inspiró, con su política de chantajes, todo el confuso itinerario político catalán de los últimos años. Ayer la CUP se quedó sin plumas y con escaso cacareo.

Que Esquerra y los post post post convergentes hayan congelado –no eliminado--  el referéndum unilateral significa que el procés es ya un cadáver y que la CUP ha dejado de ser lo que era. Nueva situación, pues, en Cataluña. Es lo que temía el hombre de Waterloo, se lo veía venir; de ahí que montara la zapatiesta en Cerdeña para volver a ser polo de referencia y mantener las esencias del procés. Al final todo ha quedado en agua de borrajas: Puigdemont ya no tiene quien le escriba.  Y es que, como señala hoy Màrius Carol, el 75 por ciento de los catalanes considera que el procés ha resultado un fracaso.  

Estupor también en la convención del nuevo—viejo Partido Popular: los mismos catalanes se están librando ellos mismos del procés.