martes, 21 de julio de 2020

El manneken pis se mea en Pablo Casado




Escribe el Abate Coglione

En pleno fragor de las negociaciones en Bruselas cuando las cosas se iban poniendo feas a todo meter, el joven Pablo Casado decide echarle un cable a meneer Rutte, el holandés arisco con los países del Sur. Casado exhibe su patriotismo de bolsa escrotal. Reincidencia, pues, de la derecha en el diseño de una política exterior basada en: lo que internacionalmente beneficie a España con mandato de izquierdas es perjudicial para la derecha en general y muy particularmente para el Partido Popular.  En ese sentido, este Casado sabe que tiene aliados imperfectos (los aliados imperfectos crean también oscilaciones en las correlaciones de fuerza) en las fuerzas del independentismo más exacerbado. Enric Juliana, con una aproximación a la malafoyá granaína, llama a ese consorcio «el partido holandés». Le aclaro al maestro Juliana que la malafoyá es la peculiaridad que tiene el sarcasmo en la Vega de Granada.

Casado, mientras se estaban produciendo las negociaciones en Bruselas, lanza una andanada contra Pedro Sánchez. La intención es doble: de un lado, intenta debilitar a Sánchez en el escenario europeo y, de otro lado, pretende que los gobernantes frugales le impongan condiciones más duras que frenen las políticas progresistas del gobierno de coalición. A Casado le han dicho que un acuerdo medianamente aceptable en Bruselas consolida a Pedro Sánchez en España. Por lo que Casado intenta, a través de su grupo parlamentario europeo, que Angela Merkel no ampare los planteamientos de España.  Fracaso de Casado casaseno. Y nerviosismo en las filas del Partido Popular: toda su retahíla de propuestas económicas   –que tiene como estrella la bajada de impuestos--  es desautorizada por el Banco de España y el Fondo Monetario Internacional.

Primera conclusión provisional: Casado viaja en tartana al centro político haciendo tantas curvas como si estuviera ahíto de blanco pasto. Pero el centro político es un punto asintótico para Casado casaseno. Mientras tanto, el manneken pis se cisca en Casado.

Lo que deja escrito un servidor,  diplomado en Vaguedades, para información al beaterio y orientación al beaterío. Noten la diferencia que índica la tilde en la i. Sobre los contenidos del acuerdo dejaremos que lo haga el capataz de este blog, que es experto en generalidades.


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