sábado, 31 de octubre de 2020

La intendencia del ´procés´ y el hilo ruso: vodka y ratafía


 

«Las palabras grabadas por la Guardia Civil a quienes se conoce como el Estado Mayor del procés producen cierta inquietud y escalofrío» (1). Son palabras de Lluís Foix, que a lo largo de su larga vida profesional las ha visto de todos los colores. Y sin embargo, lo que ha escuchado –no es lo mismo ´oír´ que ´escuchar´, nos advertían los maestros de antaño--  le ha producido «escalofrío». En mi caso, el asunto me ha causado diversas sensaciones en función de los temas que se iban tratando: estupefacción e hilaridad, especialmente. Y sobre todo la siguiente meditación: ¿este grupo de gentes es la que, bajo cuerda, ha dirigido la intendencia del procés? Respuesta: sí, padre. Esos caballeretes son la ´específica´ que lidera el cotarro. Ahora bien, en descargo de ellos, vale decir que a un proyecto estrambótico le corresponde la catadura de ese personal.

Estupefacción e hilaridad. La grabación de las cintas recoge las opiniones que algunos de los intendentes tienen de sus dirigentes. Por ejemplo, el pobre Quim Torra es tratado con menos consideración que yo pudiera hacerlo: «Subnormal profundo en política», le han catalogado de manera tan inmisericorde como objetiva. Incluso llegan a sugerir que personalmente está mal del magín.

Por otra parte, los intendentes llevan la casquería a tales extremos que hablan del primer dirigente del PDECat, David Bonvehí,  paralítico como un «tros de carn» (piltrafa). Es la caridad cristiana propia del patio de recreo de los colegios de élite.

Estupor, también. Por el nivel de las relaciones oscuras entre el dinero y el govern catalá para financiar todos los quilombos y zahúrdas que ha montado el procés. Es el espejo cóncavo del barcenazgo. Usar la palabra corrupción es una obra de caridad, pues –lo que hemos escuchado, que no oído--  se asemeja más a los establos de Augiás.

A estas alturas, además, estamos sin saber cómo se financia el caserón de Waterloo en un barrio bienestante de las afueras de Bruselas. Volvemos a preguntar: ¿de dónde saca pa tanto como destaca? Misterio o no tanto.

Lo que mueve a  hilaridad es la cháchara de Victor Terradellas, «payaso, tenor y jabalí». Es responsable de relaciones internacionales de Waterloo.  Explica una de Gila: diez mil soldados rusos y el apoyo de China a la causa de la independencia de Catalunya. El maestro Foix sugiere que «será interesante tirar de este hilo (de la cuestión rusa) para ver hasta qué punto la frivolidad se apoderó de algunas mentes oficiales y en la sombra del procés».

Punto final: celebro que los intendentes hayan salido en libertad, la cangrí no es su lugar, sino el frenopático.

 

Post scriptum.--- Al frenopático, digo, porque no han tenido en cuenta la máxima de don Venancio Sacristán: «Lo primero es antes».

1)   https://www.foixblog.com/2020/10/30/el-hilo-con-rusia/ de Lluís Foix.

 

Sugerencia: Nota bene.--- Mis amigos Isidor Boix Quim Gonzálezfitecos hasta el colodrillo, han cambiado de residencia bloguera. Ahora los podemos encontrar en: https://isidorboix.wordpress.com/ y elblogdequim.wordpress.com/ respectivamente.

 

viernes, 30 de octubre de 2020

Las tribulaciones de Pablo Casado


 

1.--- Pablo Casado es un chinchorro en un mar de tribulaciones. Para colmo de sus desdichas, que tienen honda repercusión en la política española, su capacidad política –y de ella, su falta de autoridad— están en precario.  Nunca un dirigente político español en la oposición ha tenido que bregar con tantos y tan graves asuntos como los que le ha tocado a este caballero.

El chinchorro de Casado está zarandeado por el oleaje de dos problemas de gran envergadura: el caso Kitchen y las novedades del de  Bárcenas, que vuelve a estar en candelero. Mar montañosa: olas de más de doce metros. La cosa es muy complicada de perimetrar. Con tanto quilombo simultáneo, los asesores de Casado no dan abasto para hilar fino.

Casado, además, está sufriendo unos efectos, que desquiciarían al más pintado: uno, las consecuencias del error de previsión de marzo pasado cuando creyó que Pedro Sánchez tenía las semanas contadas; otro, con más diapasón todavía, esto es, cada día que pasa el gobierno progresista se consolida más. Por otra parte, el chichorro ve con preocupación que el bergantín de las tres derechas está desarbolado: Ciudadanos intentando disponer de una singladura propia, autónoma y los de la grada de ultra—sur yendo a su aire, llamándoles no ya la «derechita cobarde» sino la «derechita colaboracionista». Atención, hemos visto a Espinosa de los Monteros en El Economista con pose de presidenciable. Ahí lo dejo.

Para mayor acumulación de borrascas, el chinchorro Casado parece incapaz de poner orden en sus propias filas: de un lado, la actitud bolsonariana de la  Ayuso; de otro lado, los presidentes ´colaboracionistas´ de Castilla León y Murcia. Más todavía, estos dos últimos claramente enfrentados a la primera en la lucha contra el coronavirus. El chinchorro Casado necesita brea.  Corre el peligro de convertir a su partido en la isla mínima.

Por otra parte, tiene interés lo que explica el maestro Enric Juliana en su crónica de hoy: «Queda claro que alguien intenta propulsar a Isabel Diaz Ayuso como posible alternativa de Casado para buscar una reconciliación con el ofendido electorado de Vox». Que es algo difícilmente de digerir, pero que –tratándose de Madrid— puede ser tan cierto como lo que predica el teorema de Pitágoras. Una hipótesis menos arriesgada sería esta: el sector de los hidalgos de bragueta (cayetanas y federicos) está meneando el árbol con la intención de que Casado no se despegue de los de ultra—sur. El narcisismo castizo de la política madrileña hace que tengan cabida mil y una cáfilas que se disputan la túnica sagrada. No sólo en el PP sino en todas las banderías partidarias.

 

2.---  Estado de alarma hasta el mes de las flores. Casado se abstiene, lo que significa objetivamente que facilita las cosas. Probablemente es un recado –sí o sí--  de doña Úrsula von der Leyen. Entre paréntesis: este preocupante intervencionismo es consecuencia de la política grotesca de Casado que crea problemas domésticos y más allá de los Pirineos. Casado se abstiene, pero observa que la feligresía independentista catalana vota de manera radicalmente diferenciada: ERC y una parte de los post post post convergentes votan a favor. Lo que es una novedad: los autos que ha abierto el juez por las actividades (algunas de ellas pintorescas) del economato de Waterloo.

 

3.--- Así las cosas, hemos de convenir que: primero, el centro izquierda, que sostiene al gobierno, está unido; segundo, las derechas, se encuentran divididas y confrontadas. El gobierno, «partido a partido» (docet  Cholo Simeone) está ganando aliados; el campo de la derecha es la suma de tres minifundios.

¿Optimismo? No, es mi particular análisis de la situación concreta. Hoy, empero, lo más preocupante es el humus que se está creando en lo más hondo de la sociedad de contestación, individual y organizada, contra las medidas de la pandemia.

 

Nota bene.--- Mis amigos Isidor Boix y Quim González, fitecos hasta el colodrillo, han cambiado de residencia bloguera. Ahora los podemos encontrar en: https://isidorboix.wordpress.com/ y elblogdequim.wordpress.com/ respectivamente.

 

Post scriptum.---  Para que las derechas domésticas se civilicen es preciso que sigan la orientación de don Venancio Sacristán: «Lo primero es antes».

 

jueves, 29 de octubre de 2020

´Pasos a la Izquierda´ nuevamente en la calle


 

Pasos a la Izquierda, su revista amiga, está nuevamente en los ciber quioscos. Es el número 20. Metiendo bulla copia y pega su primera página y recuerda que clicando en cada autor (está en rojito) tiene acceso directo al artículo. Nuestras felicitaciones a los editores.

 

«Hace exactamente cinco años salíamos Pasos a la Izquierda. En estos años hemos conseguido sacar adelante 20 números que compendian unas decenas de artículos y aportaciones sobre distintas temáticas y campos de interés para un pensamiento de izquierda a principios del siglo XXI. Con este número llegamos a un final de etapa de esta revista y los actuales editores lo explican en una Carta a los lectores donde se despiden de sus tareas y desean que la iniciativa pueda seguir adelante con otras manos y otros responsables.

»Las elecciones norteamericanas forman el bloque monográfico de este número. A ello le dedicamos una serie de artículos, rescatados unos de hemeroteca pero que pueden ayudar a contextualizar la encrucijada en que se encuentran los Estados Unidos. Así, publicamos, creemos que por primera vez en España, el diagnóstico que hacía en 1911 el líder intelectual W.E.B Du Bois sobre el problema de los negros dentro de la sociedad norteamericana. También recuperamos a dos clásicos de la izquierda intelectual americana: Irving Howe, con su análisis de 1986 sobre lo que significaba el reaganismo como cultura popular y factor de hegemonía en la ciudadanía y, por otro lado, Michael Walzer, con un vibrante ensayo compuesto a partir de la derrota de los demócratas ante Donald Trump en 2016 y la necesidad de construir una unidad ante el trumpismo. Otro acercamiento a la derrota de 2016 como palanca para recuperar la dirección de la política la hace Adolphe Reed con su análisis sobre los errores de la izquierda socialista y demócrata. Igualmente, Germán Labrador os acerca a algunos perfiles norteamericanos de sumo interés. Y, finalmente, traducimos una buena reflexión sobre la hegemónica cultura americana compuesta por Pierfranco Pellizzetti.

»Sobre otra realidad distante pero indispensable, China, Jaume Suau nos ofrece un análisis de su actual proceso. Igualmente, Lluis Camprubí  hace una primera aproximación a la dinámica de Europa al calor de esta crisis del coronavirus. Y, ya en nuestro propio campo interior, Josep Burgaya pone el microscopio sobre el procés independentista catalán, y con la colaboración de Antonio J. Sánchez aportamos una mirada que destaca el deterioro de las institución parlamentaria, en este caso a través de un dictamen aprobado por el Parlamento andaluz.

»La pandemia concentra la reflexión de Joan Benach, conocido experto en temas de salud pública. La reflexión sobre el mundo del trabajo estuvo entre los objetivos de nuestra revista desde su nacimiento y a ello le hemos dedicado una buena serie de artículos. En este número seguimos ese camino a través de las colaboraciones de Antonio Baylos, sobre la necesidad de un Estatuto del trabajo para el siglo XXI, y de Antonio Martín Artiles sobre los problemas que la digitalización ocasiona en la representatividad del mundo del trabajo. Nuestro habitual colaborador Tarso Genro compone una profunda reflexión sobre la perspectiva socialdemocrática ante las nuevas realidades tecnológicas.

»La sección de Arte y Cultura aborda diversos temas mediante las reflexiones de Juan Bosco Díaz-Urmeneta sobre el realismo pictórico, Fran G. Matute que, para prolongar la reflexión sobre las elecciones en EE.UU., nos propone un original trabajo sobre la música popular norteamericana y  Álvaro Salvador hace una incursión sobre la experiencia granadina del grupo y revista poética Poesía 70. La reciente muerte de la exponente intelectual italiana Rossana Rossanda la conmemoramos recuperando una entrevista con ella

»Finalmente, aportamos reseñas de tres libros que merecen nuestro interés y, creemos, el de los lectores. Por un lado, José Luis López Bulla realiza una reflexión en paralelo de la represión carcelaria franquista mediante su particular lectura del libro de Enric Juliana Aquí no hemos venido a estudiar; por el otro, Javier Aristu hace la suya con el recién publicado Viaje al Sur del llorado Juan Marsé. Y Juan Pinilla nos aporta su visión acerca del nuevo poemario de Álvaro Salvador Un cielo sin salida.

»Nuestra propuesta gráfica se centra en las elecciones norteamericanas a través de los movimientos surgidos en torno al Black Lives Matter en las calles de Estados Unidos. Enric Berenguer como habitualmente lo ha venido haciendo en los últimos números, ha hecho la selección y el comentario sobre las mismas. en que sea un número satisfactorio y que colme las expectativas del lector.»

 

Recordatorio.---  «Lo primero es antes», enseña don Venancio Sacristán.

 

miércoles, 28 de octubre de 2020

La nave va, el Gobierno va


 

E la nave va. Contra viento y marea, la nave  –o sea, el gobierno progresista-- mantiene su singladura.  A pesar del parte meteorológico, el Arca de Noé –es decir, el gobierno de coalición-- sigue su rumbo. Acertaron quienes pronosticaron que la anómala moción de censura fortalecería a Pedro Sánchez y al resto de la dotación del barco.  

La nave ha sorteado el primer escollo: el gobierno presenta los Presupuestos generales del Estado, fruto del acuerdo entre el PSOE y Unidas Podemos. Hasta donde sabemos, se ha llegado al acuerdo sin que se oyera una voz más alta que otra. Vale decir, sin que nadie exhibiera gratuitamente más músculo que el otro. No ha habido lucha por la limpieza de sangre socialdemócrata, sino sentido de la responsabilidad. Pedro y Pablo se han arremangado los brazos. Quienes desde las diversas antípodas del universo auguraban un nuevo encontronazo en el gobierno por ver quién era más responsable o más ´radical´ en lo relativo a las cuentas públicas, se han llevado un buen y amargo chasco. El tertulianaje sigue siendo chusquero.  

Demasiados errores de bulto están acumulando los covachuelistas de Pablo Casado. Un inciso: a Casado le están saliendo ciertas grietas. Los lenguajes de algunos presidentes autonómicos –Murcia, Andalucía y Castilla León--  están divergiendo sensiblemente del grupo dirigente de la calle Génova.

La nave va. Ahora rumbo a presentar las cuentas públicas en el Parlamento.

Con este gobierno y en esta situación se ha llegado a un acuerdo en el Pacto de Toledo. Éxito del gobierno progresista, y –no es irrelevante— una prueba de la eficacia del Departamento que dirige Yolanda Díaz una ministra comunista, hija de comunistas, de ese dirigente sindical, macizo de CC.OO, Suso. Un acuerdo de la mayor importancia tanto por el asunto en cuestión como por el momento en que se aprueba. Una primera valoración de urgencia sobre ese particular la tenemos en https://pilarcefe.wordpress.com/, la nueva residencia del blog de Quim González Muntadas.

Así, pues, los hechos indican que «la nave va». Es más, como dice Manuel Gómez Acosta en un controvertido artículo en ´Crónica global´ «la presencia de la izquierda radical en el Gobierno puede ser un factor de estabilización en lo social» (1). Ahora –ahora mismito--  podemos hacer una leve corrección a esas palabras: la presencia de la ´izquierda radical´  es ya un factor de estabilización. La corrección del tiempo verbal es de la mayor importancia. Porque ´factor de estabilización´  es lograr un acuerdo del que también se ha hecho corresponsable el Partido Popular. La nave va, porque hay capacidad de dirección así en el puente de mando como en la sala de máquinas. Cierto, se mantienen los problemas viejos y nuevos; sigue el parte meteorológico indicando nubarrones. Pero las novedades están ahí.  De manera que vamos a dejarnos de puñetas planteando lo que primero hay que hacer y plantear lo que se debe hacer antes. Vale.

Post scriptum.--- Don Venancio Sacristán insiste: «Lo primero es antes». Así lo recogió el maestro Enric Juliana en la clausura de la presentación de su libro “Aquí no hemos venido a estudiar” en CC.OO. junto a Unai Sordo. Compruébelo en https://twitter.com/ccoo/status/1312349255408345089?s=21

 

martes, 27 de octubre de 2020

El desmesurado poder de los jefes de gabinete


 

 

Nos dicen los medios de información que  Iván Redondo y Pablo Hispán están negociando la duración temporal del Estado de alarma. Redondo e Hispán son los jefes de gabinete –o algo por el estilo--  de Pedro Sánchez y Pablo Casado respectivamente. Esta noticia me ha provocado sensaciones aproximadamente contradictorias. Me explico.

Entiendo que llegar a acuerdos útiles es altamente positivo; lo hemos dicho desde siempre. Lo es especialmente en este terreno de la lucha contra la pandemia, que hasta la presente está siendo el campo de Agramante de la lucha política española. Mis deseos son, pues, que de esas entrevistas Redondo – Hispán salgan acuerdos útiles, sensatos y fundamentados.

Ahora bien, me es antipático que ese papel contractual, que es una función eminentemente política,  no lo ejerzan los partidos, en este caso, el PSOE y el PP. Porque lo cierto es que los dos jefes de gabinete suplantan (o, si se prefiere no ser tan drástico, substituyen) a los auténticos sujetos tradicionales como, también para este caso, deberían ser los partidos. Y digo, para este caso, los partidos que tienen en teoría un papel substantivo más ´orgánico´ que los grupos parlamentarios. Mi preocupación es que esa figura --la del jefe de gabinete, cuya función debería ser técnica-- está adquiriendo funciones políticas y, a mi entender, suplantando las atribuciones de los partidos.

Los partidos, siempre inducidos por sus grupos dirigentes, han pasado de ser gradualmente un sujeto político a convertirse en un agente publicitario. Me contaban algunos amigos, antes de los rigores de la pandemia, que  ya no recordaban cuándo habían asistido a la ´ultima´ reunión. Sólo manda el jerarca de la cúpula central. El resto son estafetas terminales. El guasap ha substituido lo que antaño se conocía como ´vida de partido´. No es añoranza por mi parte, sino simple constatación de cómo están las cosas. El microscopio de las organizaciones de base ha sido substituido por el telescopio.

Lo comento con un amigo. Me dice: «no te olvides de que son tiempos de presidencialismo que, además, reduce el papel de los ministros; la cosa –me dice— empezó con Anar Zarzalejos».

A pesar de todo, lo menos que se le puede exigir a estos plenipotenciarios es que lleguen a un acuerdo. Útil, nada de mandangas.

 

Post scriptum.--- La gente de pueblo es sabia. Dos ejemplos. Mi amigo Daniel Martín, natural de Izavieja (Montes Orientales, Granada) escribe: «Del areopuerto del abuelo sin aviones hemos pasado al hospital de Ayuso sin sanitarios». Que es la más potente expresión del sarcasmo (que en Granada llaman malafoyá) de los tiempos pasados y presentes; será muy difícil superarlo.

Otro ejemplo: «Lo primero es antes», que enseña Venancio Sacristán. Yo soy de Daniel Martín y Venancio Sacristán.

lunes, 26 de octubre de 2020

Enric Juliana, el papa Francisco y Weimar


 

Apostaría que el Papa Francisco lee La Vanguardia y, especialmente, los artículos de Enric Juliana. Posiblemente el introductor del periodista de Badalona en las lecturas del Papa Bergoglio sea el nuncio apostólico en Madrid, el prelado filipino Bernardito Azua. O el cardenal de Brcelona, Omella. Lo digo porque Francisco, en la audiencia concedida a Pedro Sánchez –a Casado no le sentó bien la entrevista— habló del riesgo de que Weimar apareciera en la escena española. Este es un tema que Enric Juliana, que nunca da puntadas sin hilo, refiere de vez en cuando.

Yo veo las cosas de una manera distinta. No creo que sea gratuita la referencia a Weimar por parte del maestro de Badalona, pero entiendo que –hoy por hoy— existen diferencias substanciales con los acontecimientos dramáticos de aquella república. Son los siguientes:

Primero. En aquellos entonces Alemania estaba desahuciada económicamente y aislada en el continente europeo. Hoy es una potencia, no sólo europea sino global.

Segundo. En aquellos tiempos no existía el pararrayos, paraguas y colchón de la Unión Europea.

Tercero. Tampoco existían dos importantes institutos: el Estado de bienestar con sus amortiguadores sociales y el Banco Central Europeo con sus amortizadores económicos. Amortiguadores y amortizadores que hoy juegan un papel fundamental.

Cuarto. Weimar es también una secuela de la Gran Guerra y, más en concreto, de la nefasta política de los vencedores, que puso de los nervios a Keynes.

Estas cuatro consideraciones me llevan a no poder acompañar a Enric Juliana en este sentido. Al tiempo que recuerdo a mis amigos, conocidos y saludados que, en este tema, el Papa no habla ex cathedra. Con todo, no elevo a definitivas mis conclusiones. Vale la pena seguir reflexionando sobre ese particular.

 

Post scriptum.--- Mis felicitaciones efusivas a Juliana; ha salido ya otra nueva edición, en castellano y catalán, de su libro “Aquí no hemos venido a aprender”.  Buen guión cinematográfico puede salir de este libro. Y, de paso, añadimos que «Lo primero es antes», tal como enseña don Venancio Sacristán.  

domingo, 25 de octubre de 2020

Se necesita una Política Fiscal de Emergencia


«Gastar, gastar, gastar». Así titula Jordi Juan, director de La Vanguardia, su billete (casi una editorial) de hoy, domingo. Ese es el leitmotiv de su escrito. De acuerdo, lo diga el FMI o su porquero. Esta recomendación es, si cabe, mucho más necesaria para España, toda vez que –la verdad, no sabemos bien por qué--  estamos en el vagón de cola de los países de la OCDE en el porcentaje de gasto público sobre el producto interior bruto contra la crisis. Solamente un modestísimo 3,6 por ciento. Este es el dato que ofrece el FMI referido al pasado mes de septiembre. Las autoridades españolas deberían aclarar, primero, si el dato se ajusta a la verdad y, de ser así, segundo, cuál es la razón de esa poquedad. Excusas, las menos posibles.

Ahora bien, de acuerdo con la nueva doxa --«gastar, gastar, gastar»--  el primer término de la ecuación hay que equilibrarlo con el segundo, vale decir, con los ingresos para que sea posible gastar, gastar, gastar. En caso contrario se estaría hablando por boca de ganso. O hay una política fiscal concordante con ese gasto necesario o la consigna se quedará en agua de borrajas. Es aquí donde a los partidos políticos les entran las cagarrinas. Hablar de impuestos les provoca alferecía.  

Se precisa un gran acuerdo de “política fiscal de emergencia”. Es decir, para este periodo excepcional, mientras dure la tremenda situación en la que nos encontramos. Esta es, pues, la ocasión para que el gobierno progresista tenga un importante instrumento en sus manos; de igual modo, es la oportunidad de que Pablo Casado no use palabras centristas como substituto de las acciones de centro. O, por lo menos, de derecha no asilvestrada. De momento, no se puede decir que Casado haya cruzado el Rubicón, con lo que las cosas –en la práctica, que es lo importante—figuran como ex ante del discurso versus Abascal. Así pues, queda dicho: hay que plantearse una política fiscal de emergencia.

La cosa durará lo suyo. Por eso es necesario que el gobierno tenga la vista muy larga, también la oposición. Una mirada muy larga. Tanto como la de aquel isleño siciliano. Dice Claudio Eliano (170 – 235), en sus “Historias diversas” que «aquel isleño tenía una mirada tan aguda que, cuando dirigía las vista desde Lilibeo a Cartago, no se le escapaba nada. Dicen que indicaba el número de barcos que llegaban a  Cartago. Nunca se equivocaba». Hombre, ni tanto ni tan calvo. Vale.

 

Nota bene.--- El maestro Enric Juliana ha vuelto a citar a Weimar en su importante artículo de hoy en La Vanguardia. Me ha parecido oportuno recomendar a mis amigos, conocidos y saludados el libro “La Alemania de Weimar, presagio y tragedia”, de Eric D. Wetz (Turner Noema, 2009).
Francisco habla de Weimar, por Enric Juliana - La Vanguardia

Post scriptum.--- «Pienso, luego existo», dijo Descartes. Faltaría más. «Lo primero es antes», remató don Venancio Sacristán. 

sábado, 24 de octubre de 2020

Pablo Casado todavía es retórica


 

Hemos tomado nota del discurso de Pablo Casado en la  extraña moción de censura que presentó recientemente el partido de la ultra derecha. Las valoraciones sobre dicha intervención las hemos hecho en días anteriores 

En todo caso sorprende la desmesura con que ciertos analistas y determinados editorialistas han tratado la ´novedad´ de Casado. Los golpes de péndulo son demasiado frecuentes, también, en el mundillo del periodismo y de su sucedáneo el tertulianismo. Es exigible mayor mesura y ponderación.

Importancia de las palabras de Casado contra Abascal, por supuesto. El primer dirigente popular ha marcado verbalmente territorio, no hay que restarle importancia. Ahora bien, hace falta decir que la política son esencialmente los hechos, la intervención cotidiana en las cosas concretas de la vida. El discurso político es, claro que sí, imprescindible, pero insuficiente si no va acompañado de los hechos que, además, concuerden con lo que se ha predicado. En caso distinto la cosa sería pura retórica. Non verba sed facta.

De ahí que todavía Casado esté pendiente de que su discurso se verifique en la práctica. Se le atribuye centrismo, su discurso lo era. Pero sería centrismo retórico si a continuación no explica si entrará en negociaciones sobre asuntos pendientes tan relevantes y urgentes como la renovación del Consejo General del Poder Judicial y otros institutos. «Obras son amores y no buenas razones», se decía antaño.

No es necesario que Casado se ponga la dentadura postiza del centrismo. Nos conformaríamos con que hiciera de derecha civilizada. De derecha canovista, le aconsejó Pablo Iglesias el Joven. Pero eso no casaría con medidas tan irasciblemente abascalistas como la retirada de las estatuas de Indalecio Prieto y Largo Caballero. Y borrar los versos de Miguel Hernández, que estaban en el Memorial de la Guerra Civil en Madrid.

 

Post scriptum.--- «Lo primero es antes». Enseña don Venancio Sacristán, padre del celebradísimo actor José Sacristán.

¿Quién ha ganado la batalla de la derecha indignada?


 

 

El reciente barómetro del CEO, de antes de la moción de censura, indica que Vox puede entrar en el Parlament de Catalunya con 5 diputados. Más allá de si es real o no, al menos indica una tendencia, que no aparece en la Torre del Homenaje de la democracia: un mar de fondo que está en la calle. Lo que viene a cuento por nuestro ejercicio de redacción, titulado ´Anatomía parcial de la moción de censura´. Los comentarios de mi amigo Manuel Gómez Acosta --  natural, como yo, de Andaluña y concretamente barcevillano, ingeniero industrial y reputado sindicalista en los viejos tiempos--  amplía mi texto, dando a sus atinadas reflexiones un alerta para quienes se contentan con los análisis que describen lo que pasa solo en la planta noble del edificio e ignoran lo que ocurre en la plaza pública. Dice Gómez Acosta:

«Han pasado 24 horas de la moción de censura y después de una cierta reflexión y de "escuchar" a las redes de agitación de la derecha y la extrema derecha, me permito hacer una reflexión desde el algoritmo de la duda. Cierto que VOX ha tenido una derrota parlamentaria, pero creo que puede haber ganado la batalla política en el campo de la derecha indignada. Existe mucha gente desorientada, cabreada y manipulada que ha sentido que el PP los ha abandonado y no representa/lidera su cabreo. Los partidos radicales como VOX en el campo de la derecha y otros en el terreno de la izquierda no apuestan por las victorias parlamentarias sino por el griterío, la calle, las redes sociales. Me temo que, al igual que Puigdemont, la apuesta de VOX es por "el cuanto peor, mejor". Si no hubiera en los próximos meses una cierta recuperación económica y se pudiera controlar la epidemia, el "tsunami" del desapego con las instituciones irá "in crescendo". Ojalá me equivocara. Solo queda un camino de esperanza la llegada de los Fondos Europeos que sin duda exigirán el máximo consenso institucional y posiblemente una ampliación del actual Gobierno de Coalición. Como siempre solo es la opinión de un simpatizante del Gobierno de Coalición progresista pero militante de la duda».

 

El toque de atención de mi amigo es de suma importancia porque los datos que tenemos del humus esa ultra derecha indignada son muy escasos. Contamos con esa noción general que nos dan las encuestas y sabemos los episodios, todavía esporádicos, de los comportamientos violentos de los militantes del odio al otro.  Pero no disponemos de una cartografía completa de ese humus. De ahí que pueda parecer osada la formulación de Manolo –«Vox ha ganado la batalla en el terreno de la derecha indignada»— pero  tal provocación (pro--vocare quiere decir volver a llamar) es un potente, necesario y sugerente toque de atención.

 

Post scriptum.--- «Lo primero es antes», docet don Venancio Sacristán.

viernes, 23 de octubre de 2020

Anatomía parcial de la moción de censura


 Derrotado y humillado, de la jactancia a la penuria. Así salió de la moción de censura el hombre de los Toros de Guisando.  El macizo de la raza, la furia ibérica no aguantó ni el primer asalto. Demasiadas exageraciones sobre su consistencia habían hecho correr los suyos. Un flan chino El Mandarín: seguramente el hazmerreír de sus conmilitones europeos.

Moción de censura que, estaba previsto, fortalecería a Pedro Sánchez. Pero era una incógnita qué ocurriría con Pablo Casado.  Sin pelos en la lengua: este hombre ha pasado el trance con nota alta y también sale reforzado. A mi juicio, sale vigorizado ante los suyos, especialmente ante aquellos sectores que le eran críticos. Atención: por primera vez Pablo Casado aparece con cara de alternativa de gobierno. Poca broma. No captar esa novedad podría acarrear algunos disgustos.

Con todo, los medios han tomado nota de la ´variación´ de Casado y –quizás precipitadamente--  han hablado de abandono de las posiciones afines a Vox y reafirmación de centrismo por parte del Partido Popular. Ojalá, pero eso habrá que verlo. El espíritu gaseoso de ciertos políticos –y, más todavía, su machacona versatilidad--  hace que, en función de los movimientos demoscópicos, se pase del Polo Norte al Ecuador en menos que canta un gallo. O sea, saltar del coro extremista al caño centrista y viceversa. Todo eso se irá viendo.

Inés Arrimadas ha pasado de puntillas por la sesión parlamentaria. Inteligente discurso centrista –intenta gradualmente escabullirse de la foto de la fatídica plaza madrileña— tal vez pensando  que Casado iría por otros derroteros. Habrá pugna, y no amable precisamente, entre Ciudadanos y el PP por la primogenitura del centro.  El centro, ese lugar apetecible por tantos partidos (incluso el PSOE), puede ser un conjunto de minifundios.

En cualquier caso, Casado y  Arrimadas no pueden descuidar que tienen ambos una fuerte bolsa que les pedía que votaran a favor de Abascal. Las cosas en ningún sitio son blancas o negras. Por cierto, determinados sectores independentistas han llamado a que se vote a la moción.

En resumen, el sensato Aitor, portavoz del PNV, no dio en la tecla cuando afirmó que eso era una «patochada». Demasiadas variables en ese polinomio. Tanto domésticas como del conjunto de la global rosa de los vientos. Posiblemente tras las elecciones norteamericanas el panorama se aclarará un poquito más.

 

Post scriptum.--- Enric Juliana presentará en la sede de CC.OO. de Madrid el libro Aquí no hemos venido a estudiar. Será el próximo martes. Muy bien. Ahora bien, recuerda la máxima de don Venancio Sacristán: «Lo primero es antes». 

jueves, 22 de octubre de 2020

La moción no es una "patochada"


 

1.--- A veces, agarrarse a la ´navaja´ de Occam no da buenos resultados. Eso es lo que, me parece a mí, le pasó ayer al brillante portavoz del PNV, Aitor, cuando calificó la moción de censura como  una «patochada». No lo fue, en mi pobre entender.  La apariencia indicaba –eso sí— que aquello era una tomadura de pelo. Pero, ¡quiá! La cosa tenía su intríngulis en tres derivadas. Primera, demostrar a propios y extraños que el único dirigente de la derecha es Abascal, situando a Casado como un político del quiero y no puedo. Segundo, dar solemnidad parlamentaria a esa España que, según Machado, «ha de helarte el corazón», que hasta la presente estaba sesteando.  Tercero, anunciar a bombo y platillo que Abascal es el Enviado de Trump en la Tierra, de ahí las recurrentes críticas a China y a la Unión Europea, ejemplo de la rancia grotesquez de lo hispanamente carajillero; y, de paso, echarle un cable en puertas de las elecciones norteamericanas. De esa manera el candidato pondrá la mano para que el americano le envíe un suculento aguinaldo.

Así pues, de patochada, naíca de ná. Los escribidores del discurso de la moción tenían unos objetivos perfectamente diseñados. Que, ciertamente, en las réplicas desaparecieron. No es lo mismo leer un texto hecho por los negros que responder a cuerpo juncal, sin partitura.

La navaja de Occam, pues, es tan fiable como el método OginoKnaus.  

 

2.--- La (sólo en apariencia) estrambótica moción de censura, que ha presentado Vox, terminará como estaba pronosticado por los romanos y los cartagineses. A saber, con la soledad de quienes la activaron y con un reforzamiento del Gobierno, una vez constatado que –por el momento y durante un tiempo difícil de precisar— Pedro Sánchez no tiene quien le mueva la silla. De ello nos felicitamos. Con todo, la ciudadanía que ha seguido la sesión a través de la radio y la televisión habrá podido comprobar hasta qué punto de degradación ha llegado la vida parlamentaria. Los equidistantes remilgados no nombrarán a los responsables concretos de esa esquizofrenia política, serán genéricamente «los políticos». Nosotros no tenemos empacho: las derechas de secano y orinal han orquestado esa zahúrda, y –a falta de proyecto que llevarse a la boca--  han organizado ese barrizal, que con toda probabilidad durará.

Pablo Casado posiblemente arreciará su patológica bronca porque necesita demostrar a sus mesnadas lo infundado de las acusaciones de «derechita cobarde». Y, por otra parte, los de Abascal no querrán perder comba en esa competición cacofónica.

Es el momento de Arrimadas. Su discurso de ayer por la tarde fue constructivo y, todo indicaría, que poco a poco intenta alejarse de la toxicidad de aquel Rivera que dejó Ciudadanos hecho unos zorros. Doña Inés tiene buen olfato. Empieza a hablar como los dirigentes de la derecha económica: acuerdos y pactos. Que hasta ahora tienen mejor relación con la ministra de Trabajo, Yolanda Díez, comunista hasta el cielo de la boca.

La bronca continuará, ya lo hemos dicho. Seguramente con más diapasón todavía. Por eso es preciso que los dirigentes socialistas y de Unidas Podemos tengan el mayor temple para no caer en la provocación. Seamos claros: el destajismo de los insultos tiene dos explicaciones. Una, es consecuencia de la ausencia de proyecto político; dos, se lanzan las provocaciones para que se pierdan los estribos. Así pues, temple; mucho temple, incluso flema.

En todo caso, el resultado de la moción de censura es un punto de inflexión que demuestra que: las derechas numantinas no tienen proyecto, pero pueden trasladar a la calle un intermitente desasosiego social. De ahí, el temple que se reclamaba antes.

Ahora bien, soy del parecer que el gobierno debe aumentar sus relaciones y mejorarlas con los socios preferentes. Los grandes retos siguen pendientes: aprobación de los presupuestos y buen diseño de la distribución de los fondos europeos. Lo uno y lo otro con el objetivo de combatir la pandemia. Esto es el ´antes´ de lo ´primero´ que define los pasos tácticos que propone este blog.

 

Post  scriptum.--- Don Venancio Sacristán, mecánico ajustador y filósofo post socrático siempre enseñó que «lo primero es antes».


miércoles, 21 de octubre de 2020

Madrid, ciudad de los prodigios hoy: moción de censura y absolución de Trapero


 

No es ningún secreto: hoy es veinte de octubre de 2020, también Madrid donde últimamente se están viviendo sucesos prodigiosos. Prodigio es, por ejemplo, la moción de censura que, aunque  formalmente se plantea «contra Pedro Sánchez y Pablo Iglesias», dicen quienes la han presentado, Vox, en realidad es dinamita en la sede del Partido Popular. Ya lo dijimos ayer. Prodigio menor es igualmente, la coincidencia de la absolución del que fuera Mayor de los Mossos de l´Esquadra, Josep Lluis Trapero, con la mentada moción de censura.

Madrid es, al menos hoy, la ciudad de los prodigios.

1.--- Trapero y sus compañeros han sido absueltos de las acusaciones de apoyo a la jornada del tristemente célebre 1 – O, concretamente de sedición y desobediencia. Así lo ha considerado el Tribunal con la excepción de la magistrada Concepción Espejel (´nuestra Concha´, según María Dolores ´de´ Cospedal). Es relevante que el Tribunal considere fantasiosas las acusaciones del coronel Pérez de los Cobos, paradigma de la chapuza de correaje, un personaje que a buen seguro fue asesorado por la Brigada Aranzadi y por su hermano, Francisco Pérez de los Cobos, presidente del Tribunal Constitucional.

Primera consideración: hay jueces en Berlín, digo, en Madrid. Segunda:
Waterloo tiene nuevamente mal las cosas para opinar. Tercera consideración: el andamiaje jurídico de la operación Trapero, diseñado por la fracción bronca de la Brigada Aranzadi, fue un ejemplo de ideología tóxica.

2.--- Desorientación en el Partido Popular ante la moción: José María Aznar
, la madre de todas las batallas, plantea que su grupo vote no; Esperanza Aguirre, la que pudo haber sido y no fue, reclama el sí; y Cayetana Álvarez de Toledo, que fue y de momento no es, exige el barroco ´no contra el no´, que ella interpreta como abstención. Pablo Casado, aturrullado, afirma que eso ni le ocupa ni le preocupa. Mientras tanto –intentando disimular su impotencia-- hace un quite por chicuelinas y responde que ´en su momento´  se sabrá la orientación de voto. Se trata de hacer tiempo para que Aznar y su hechura encuentren una solución al embrollo interno.  Un barullo que es la expresión de la ´inanidad intelectual´ de los dirigentes del Partido Popular, una característica que señala Lluis Amiguet hoy en La Vanguardia.

Madrid, ciudad de los prodigios.


Post scriptum.--- Don Venancio Sacristán enseña con perseverancia: “Lo 
primero es antes”.

Sugerencia:  

Carta tártara. Las derechas con antifaz o la infleibilidad mental  infoLibre por Javier Tébar