lunes, 31 de mayo de 2021

Esas derechas contraproducentes

 

No son pocos los analistas que sostienen que se está produciendo una ligera recuperación de la economía. No tengo motivos para llevarles la contraria, pero conviene constatar y recordar que han sido terribles los destrozos que ha ocasionado –y todavía no ha cesado— esta terrible pandemia. Tan sólo unos pocos botones de muestra: el poder de compra de los salarios está sufriendo su mayor caída de los últimos 45 años y el 35 por ciento de las empresas tuvo pérdidas operativas en 2020 con 100.000 negocios que han bajado las persianas. Son datos que ofrece, hoy, La Vanguardia.

Tan dramática situación le importa una higa a las derechas, ya sean carpetovetónicas o de Waterloo. No son coincidencias circunstancialmente buscadas sino de naturaleza. Que esto escandalice a los espoliques de uno y otro bando es harina de otro costal. La fe de los carboneros de una y otra barriada les lleva a tener los ojos llenos de pitarras.

La política española durante todo este periodo pandémico ha recordado a Penélope: tejiendo y destejiendo a la espera de la caída de Pedro Sánchez. De un lado, el gobierno haciendo una política razonablemente útil; de otro lado, las derechas de garrafón y calisay acosando al gobierno, haga lo que haga. La derecha doméstica es una anomalía en la política europea.

Por no representar, ni siquiera defiende los intereses de la derecha económica, interesada como siempre en el sosiego y en el menor ruido posible. La precariedad de cerebros ilustrados en el Partido Popular –o quizás el silencio miedica de sus exponentes aparentemente liberales--  hace que sean responsables de que no sea más rápida la salida de la crisis económica. Ello es mucho más visible en Cataluña donde el mundo empresarial organizado se ha llamado Andana en torno a la quimera del independentismo.  

Ahora –como ayer y anteayer— las derechas se preocupan sólo y solamente de incendiar el paisaje con motivo del indulto (todavía sin estar anunciado oficial ni oficiosamente) a los políticos presos catalanes. Con la coincidencia expresa de los rescoldos de quienes se dijeron ´hombres de estado´  de improbable orientación socialista. Sí,

En resumidas cuentas, más confusión en los cuatro puntos cardinales de la piel de toro.

 

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Lluís Rabell: ´Liderazgos´. https://lluisrabell.com/2021/05/30/liderazgos

Paco Rodrígz de Lecea: ´El sindicato y/o/con/sin partido. 

 

domingo, 30 de mayo de 2021

Mediten ustedes sobre el indulto (con calma)

 

El Partido Popular retoma los añejos artificios –la recogida de firmas y la visita a la Plaza de Colón--  con el ánimo de romperle el espinazo al gobierno de Pedro Sánchez. Ahora vuelve a intentarlo con el concurso de los filosofastros de la derecha, el tertulianismo de olla podrida y la espada toledana de la militante cofradía togada que, de la actitud simulada de la Brigada Aranzadi, han pasado a la muy activa División Acorazada Aranzadi. El Partido Popular vuelve a hacer el paseíllo con los mismos afanes que le llevaron a no conseguir sus objetivos. Más concretamente al fracaso.

Es curioso ese estilo de algunas fuerzas políticas que contantemente reinciden en el mismo tropezón y, pese a ello –o tal vez por ello--  vuelven a lo mismo al grito de «Lo volveremos a hacer» (Ho tornerem a fer). Nacionalistas catalanes y sus hermanastros, los nacionalistas carpetovetónicos, acumulan errores esperando, quizá, que la flauta suene por casualidad.

Así pues, vuelta la burra al trigo contra los indultos a los políticos presos. Las encuestas, más o menos cocinadas, y ese runrún nos cuentan que efectivamente el indulto no cae bien en la opinión pública española, hecha la excepción de Cataluña. Pues bien, que es una medida inteligente y razonablemente eficaz para rebajar la olla de presión catalana y española lo demuestra una airada Elisenda Paluzie, pata negra, presidenta de la Assemblea Nacional Catalana: «Los indultos nos desarman políticamente y serán nefastos internacionalmente». El agua clara y el chocolate espeso. Piénsenlo detenidamente. Y sobre todo, caigan en la cuenta de que si, por fas o nefas, cae el gobierno de Pedro Sánchez, el ciclo de nuevos derechos sociales que se está abriendo se va al garete.

 

Ya habrán notado que el retrato de arriba nada tiene que ver con el texto. Es simple coquetería. Gracias. 

viernes, 28 de mayo de 2021

Madrid, paraíso fiscal


 

 

No somos pocos los que de un tiempo a esta parte venimos alertando de la política fiscal a la carta que se estila en algunas comunidades autónomas. Digamos que cada maestrillo aplica su librillo fiscal como cree que le va mejor electoralmente. Es la ley del taifato fiscal contra el que parece estrellarse cualquier intento, por serio que sea, de armonizar la cosa. Amigos míos dijeron que la comunidad de Madrid era un paraíso fiscal. Yo no me atreví a tanto.

Sin embargo, una institución tan empingorotada como al OCDE, tras propinar a la señora Ayuso una patada en la cruz de los leotardos, ha bautizado a Madrid «paraíso fiscal dentro del Estado». No hace falta recordar que dicho organismo internacional no es una peña de izquierdistas. En concreto, la OCDE nos alerta de la toxicidad de la política económica del gobierno autonómico en general y, muy en concreto, de la fiscalidad. Así pues,  nos encontramos con que la derecha extrema ayusiana compite en ´nacionalismo´ con los políticos catalanes de esa misma cuerda y, además, con los sectores de izquierdas que, contagiados directamente o de refilón, por el nacionalismo han redescubierto el valor medieval de los campanarios.

Seguramente Ayuso reaccionará así: echará la culpa al contubernio judeo—masónico que se ha incorporado a los eternos enemigos de España, perdón, de Madrid. Y habrá quien le siga de derechas, centro y, algunos, de izquierda.

 

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Quim González: Sindicalistas

Antonio Baylos: EL INFORME DE LA SALA DE LO PENAL DEL TRIBUNAL SUPREMO SOBRE EL INDULTO DE LOS CONDENADOS POR EL PROCÈS. UNA OPINIÓN DE ENRIQUE LILLO Y ANTONIO BAYLOS.

Lluís Rabell: Un indulto… para los federalistas

Paco Rodríguez de Lecea: LA SANTA COMPAÑA DE LOS JUECES

jueves, 27 de mayo de 2021

El indulto


 

La delicadísima cuestión del indulto a los políticos presos independentistas está trayendo de cabeza a una buena parte de la ciudadanía, aunque especialmente el que más siente esa circunvalación es el gobierno de Pedro Sánchez, que está siendo atacado por la cabeza, el tronco y las extremidades. Por si faltaba poco para el temporal, Felipe González ha sacado la lengua a pasear.

Parto de la frase final del billete del director de La Vanguardia, Jordi Juan, que afirma: «Ojalá al gobierno de  Pedro Sánchez no le tiemble el pulso y sea capaz de llevar a feliz término las medidas de gracia». Hoy mismo lo pueden consultar ustedes en el diario barcelonés. Coincido con tan sensata opinión, que va en dirección opuesta a la mayoría de los medios madrileños. En todo caso, el asunto está rematadamente mal.

En primer lugar, el poder judicial parte de un constructo medieval que tanto destrozo ha hecho en los cuatro puntos cardinales: «Fiat justitia et pereat mundus». O sea, hágase justicia aunque el mundo explote. Es una actitud severísima que, en anteriores ocasiones –pongamos que hablo del teniente coronel Tejero—brillo caritativamente por su ausencia.

Entiendo que esa costra togada opte porque políticamente –es decir, las consecuencias del no indulto— las cosas sigan pudriéndose. A más degradación, mayor poder político y simbólico tendrían los diversos sectores de esos estamentos judiciales.

El Partido Popular mantiene su actitud  cimarrona buscando todos los caminos y recovecos para quitarse a Pedro Sánchez del camino.  Y, a su vez, la menguada Inés Arrimadas suelta sus últimas bocanadas de oposición. A todos ellos se suma esas cáfilas de primates, instalados en los medios orales, escritos y televisivos. Saben que hay pienso a granel para dar y vender.

De momento, sin embargo, el presidente de la Generalitat recién estrenado ha dicho algo sensato: «cualquier medida que alivie el dolor será bienvenida». Así las cosas, de la misma manera que, casi siempre, le hemos puesto como un pingo, ahora no se nos caen los anillos afirmando que, hablando así, se va rebajando los elevados grados de la olla a presión.

Una olla a presión que atizan los hunos y los hotros. Felipe Gónzález se pone el delantal y cocina un comistrajo contra el indulto. Él, el hombre de Estado. Y, posiblemente, las vacas sagradas del felipismo volverán a dar la murga con su enésima orza de los abajofirmantes.

Ni que decir tiene que los políticos presos tampoco ponen las cosas fáciles. Y peor todavía los incendiarios que llaman, ahora, a inspirarse en la experiencia de la Irlanda de aquel meapilas Eamon de Valera. Es decir, a tiro limpio y bombas a diestro y siniestro.

Vale la pena el indulto, porque –en teoría--  rebajaría la tensión y, especialmente, sería una señal a importantes sectores independentistas, hartos de tanta murga que no les lleva a ninguna parte. Y, no se olvide, le quita pretextos a ese manicomio de Waterloo.

¿Que el indulto huele mal? De acuerdo, por eso me tapo las narices. Pero es preferible eso a que la situación sea definitivamente irrespirable.

 

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Isidor Boix:  ¿QUÉ HACER?

 

lunes, 24 de mayo de 2021

Siguen con el hacha a media altura


 

El gasolinero de cabecera del independentismo catalán, vecindario político de Junts per Cat, es Joan Canadell, un pintoresco empresario que, de la noche a la mañana, ha adquirido una cierta nombradía. Su principal característica es que se trata de uno tío echao p´alante. (Es una especie hoy abundante en Cataluña compensando lustros de sobriedad y austeridad aparentemente calvinista).  Siempre se le había adscrito a la cáfila de los más exaltados y –ahora con ciertos matices— no defrauda a sus más allegados.

La otra noche en TV3 mostró su más acrisolada bipolaridad mental. De un lado, aplaude el pacto de gobierno entre ERC y Junts; de otro lado, sigue con el hacha en la mano proponiendo destrozos al por mayor y detall.

Este Canadell necesita un cierto periodo de sosiego para que sus negocios –de gasolineras--  levanten el vuelo. La caja requiere un tiempo para hacer negocio. Ahora bien, el mentado gasolinero sabe que el cuerpo le pide a una considerable parte de la audiencia televisiva más de lo de siempre. Por lo tanto, para más adelante –afirma desparpajadamente—volveremos a la declaración unilateral de independencia. Dentro de año y medio o algo así. Y como a él mismo el cuerpo le pide más madera recuerda que Irlanda consiguió la independencia con muertes y toda la pesca. Telepatía con aquel amortizado Toni Comín que, tiempo ha, dijo tres cuartos de lo mismo: de los cristianos fundamentalistas también nos guarde Dios. Canadell y Comín, los penúltimos macabeos de Cataluña.

Pues bien, la otra línea paralela del contexto nos dice: «Madrid tiene el doble de trabajadores en banca y seguros que Barcelona y en total Madrid desde 2009 gana empleos mientras que en Cataluña se pierde un 20 por ciento».

Y lo peor es que Aragonès García sigue enviando dobles mensajes a la economía: gestión pragmática, con la mano diestra; culminar la independencia con la siniestra mano. Con el hacha a media altura y en diferido. 

 

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Paco Rodríguez de Lecea: COMO ANTES

 

Lluis Rabell: Un mordisco en la nuca

 

domingo, 23 de mayo de 2021

Divorcio de Puigdemont y Jordi Sánchez



 

Esto no tiene remedio: la política catalana ha entrado en unos niveles de enorme degradación.  No habían pasado ni veinticuatro horas de la investidura de Pere Aragonès García como presidente de la Generalitat cuando el hombre de Waterloo envía una carta ´a las bases´. Reproches a Esquerra Republicana de Catalunya a cascoporro con un hilo conductor: «la falta de unidad del independentismo». Lo escribe pocas horas después de haberse formado el gobierno autonómico. La hipótesis de que ese caballero desvaría no puede descartarse.

El quid de la cuestión está en que el sector Waterloo nunca quiso –ni ahora tampoco, como puede verse por la carta que se ha mencionado— este gobierno. Por lo que, por si había dudas, ahora se explica que doña Elsa Artadi haya renunciado a formar parte del mismo. Y otro que sonaba para cubrir esa baja –un tal Josep Rius, también de la misma ínsula—igualmente ha renunciado a los entorchados de conceller. El cogollo de los de Puigdemont desautoriza, así, a la dirección de Junts per Cat y, más en concreto, a Jordi Sánchez. Pero también a ´a las bases´  que –dicen los que han hecho el recuento de los votos--  el resultado a favor de formar gobierno con ERC ha sobrepasado el 80 por ciento.  

Waterloo sabe perfectamente que el actual govern de Aragonès hará política autonomista y no independentista. Por lo que intenta aparecer como que él –y su cáfila más directa--  nada tienen que ver con ese enjuague. Y más todavía: todo indicaría que seguirá enredando un día sí y el otro también.

No se pierdan el detalle: el 80 por ciento de la militancia –hace mucho frío en la oposición— ha votado contra lo que planteaba Waterloo.  El exilio hace estragos. De momento, el divorcio. Sobre chispa más o menos es lo que le dije a mi amigo ayer en la playa de Pineda en la sobremesa. 

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Quim González: España 2050, el “mandala” de Pedro Sánchez

 

viernes, 21 de mayo de 2021

Aragonès García sigue soñando


 

La Cataluña independentista se está consolidando como un enorme almacén de simulacros. Cataluña o un Ballo in maschera. Se ha simulado que el futuro govern estará «consolidado», a pesar de que el lenguaje del abanico de Elsa Artadi lo desmiente. Baile de máscaras en ese intercambio de covachuelistas en la sala de máquinas de la Generalitat.

Pere Aragonès García tiene ya en sus manos el diploma de presidente (formal) del govern. Y, siguiendo la estética del abismo, empieza su discurso de investidura así: «Quiero ser presidente de la Generalitat para culminar la independencia». Aires de Waterloo para no infundir sospechas en las bases de las dos ramas del árbol independentista. Observen: habla de «culminar» la independencia. Los amanuenses de Aragonès saben a ciencia cierta el motivo del uso de ese verbo. O sea, la independencia está en marcha; Aragonés culminará –promete— el itinerario. Más gasolina que ahora aparece camuflada con propuestas de gestión política para las cosas de la vida. Es la variante con relación a la gestualidad de aquel Quim Torra que era independencia a palo seco.

Con todo, es pronto todavía para saber qué autoridad política tiene este Aragonès en todo el convento. El padre prior, Oriol Junqueras, está silente y Waterloo está dedicado en cuerpo y alma al monarca alauita en este conflicto con Marruecos. De momento sólo puedo decir que sigue insistiendo en hacer creer que la suma de los cuadrados de los catetos nada tiene que ver con el cuadrado de la hipotenusa en el triángulo rectángulo de la política catalana. Pura ensoñación.

jueves, 20 de mayo de 2021

Elsa Artadi o el barco zozobra en dique seco


 ¿En qué estarían pensando Aragonés García y Jordi Sánchez cuando anunciaron la formación de govern que, para mayor abundamiento, dijeron que estaba «cohesionado? A casi todos se nos pusieron las cejas como acentos circunflejos ante la contorsión de ambos dirigentes independentistas –uno pata negra, el otro por etapas. Pues bien, no han pasado veinticuatro horas y el barco, que todavía estaba en dique seco, ya ha tenido su primera avería. Elsa Artadi ha dicho que no será vicepresidenta con mando en Economía, Hacienda y los fondos europeos.

Podemos proponer un saco de hipótesis para aproximarnos a una explicación de la aparente espantá. La primera sería que es bien distinto predicar que dar trigo: se puede destacar en el gallinero de la agitación pero muy pocos pueden valer para gestionar ese potosí. Pero eso sería enseñar a los romanos y a los cartagineses sus vergüenzas: la Artadi no se atreve  con ese negociado. Pero, insisto, esto serían comentarios maldicentes y poco fundamentados.

Ahora bien, sea como fuere, el caso es que la dimisionaria ha abierto una crisis múltiple: de un lado, desluce la panoplia para investir a Aragonés como presidente (formal) de Cataluña; de otro lado, manifiesta que un grupo del Gotha post post post convergente no ve con buenos ojos el acuerdo ERC --- Junts x Cat y a la vez atiza el desorden en los de Waterloo para ver quién ´sucede´ a la no vicepresidenta. Más todavía, es un reproche en toda la regla a Jordi Sánchez,  primer espada, también formal,  de los post post post convergentes. Y, tal vez lo vayamos viendo, no será el último.

Es la estética del abismo.

 

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Lluis Rabell: No disparéis al pianista

 

Paco Rodríguez de Lecea: ELSA ARTADI HA DIT QUE NO! BISCA LA REBOLUCIÓ!

 

Quim González: https://elblogdequim.wordpress.com/2020/08/13/140-000-millones-la-joderemos-una-vez-mas-2/?fbclid=IwAR1FctQxtO7QyBM01XHukkfe3WbWWR0MkGGePDthNBa0YdpC8FZVbY-8t2w

 

 


miércoles, 19 de mayo de 2021

Una post convergente guardando las gallinas


 

«El abismo es un gran seductor de los catalanes». La frase es de Antoni Puigverd, un intelectual nada amigo de estridencias ni tremendismos; en pocas ocasiones lo dicho ha tenido tanta veracidad como en los últimos tiempos.

Una prueba palpable de lo que dice Puigverd es la disparatada formación del nuevo gobierno catalán y las circunstancias grotescas que lo han rodeado. Que es el mismo que el anterior, aunque con las covachuelas cambiadas: donde estaba ERC ahora gestionan los post post post convergentes de Waterloo y asociados. Pasó el tiempo en que Cataluña estaba en el pantano, ahora se encuentra en situación cangrejil.

Situación disparatada, decimos. Lo más estridente será, según fuentes aproximadamente bien informadas,  que doña Elsa Artadi --Waterloo a todo meter-- se hará cargo de las talegas de Economía y Hacienda más los zurrones de los fondos europeos.  Millones a porrillo.

Hay que celebrar la propuesta de Salvador Illa, el vencedor de las elecciones catalanas, de tender la mano al gobierno para gestionar dichos fondos. Porque, de un lado, es una manera de controlar que ese inmenso dineral no se convierta en un saco de reptiles y, de otro lado, los fondos respondan a las necesidades de presente y futuro de Cataluña. Dejar esos dineros sólo en manos de Artadi haría bueno el chiste mejicano: «Con eso Lupita no tiene ni pa limpiarse el culo». Illa como elemento de corrección de ese lobo guardando las ovejas.

 

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Next Generation Catalonia, por  Manuel Gómez Acosta

Sobre Franco Battiato: https://elpais.com/cultura/2021-05-18/muere-el-musico-franco-battiato-a-los-76-anos.html

martes, 18 de mayo de 2021

Era sólo el poder, a palo seco



(Reseña de urgencia) 

Naturalmente de lo que se trataba era del reparto de la túnica sagrada. Del poder, a palo seco. Junts per Cat, el partido de Waterloo y sus variantes, ha practicado una intensa luz de gas que no han podido soportar los de ERC. Junts se ha quedado con lo más grande de la prenda: Economía y Hacienda con la gestión de los fondos europeos; Infraestructuras, Investigación—Universidades y Justicia más alguna tapa más. A Esquerra Republicana de Catalunya le ha tocado la raspa. Eso sí, Pere Aragonès García será el presidente formal de la Generalitat. De un govern que es un conjunto de tapas variadas. ´Formal´, he dicho. Ha sido presidente cuando Waterloo ha querido y en las condiciones que previó. Pere Aragonès ha hecho el negocio de Roberto el de las cabras.

Mi hipótesis: será un gobierno inestable, pues en él se concentrarán todas las contradicciones y litigios de los partidos que lo conforman así en relación al independentismo como hacia Madrid.

De momento se ha evitado la nueva convocatoria electoral, pero los problemas se han aplazado y siguen en la epidermis de uno y otro partido.

Lo más preocupante de todo: los fondos europeos estarán en manos de Elsa Artadi, Waterloo pata negra, que intentará poner en marcha una corte de los milagros post moderna.

 

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Lluis Rabell:. El parto de los montes

Andreu Claret: Puigdemont se lleva el gato al agua

lunes, 17 de mayo de 2021

La juventud se nos va


 

Lean con detenimiento el reportaje de La Vanguardia de hoy –página 6— titulado «La juventud  europea se derechiza». Se trata de un breve estudio bastante serio. En todo caso, entiendo que en realidad el problema de fondo no es sólo que la juventud se haya derechizado o se esté derechizando sino que se ha marchado –tal vez, definitivamente de la política. Lo curioso del caso es que no hace tantos años protagonizó un resurgir de la política en España con el 15 M y en otros países como Egipto y Argelia. Poco rescoldo queda de aquello.

Nuestro principal problema no es el paro, ni la corrupción. El primer problema que tenemos es la situación de la juventud. Los jóvenes lo perciben con un presente a trancas y barrancas, un mañana incierto y un futuro inquietante. Y sin embargo la política ha tiempo que enmudeció sobre ese particular. Ni siquiera las ´ramas juveniles´ de las organizaciones saben nada en concreto. Esas juventudes están a la espera  de que se vaya llenando el vertedero de los escombros políticos para ir cubriendo el escalafón. Mientras tanto, en la franja de edad de 18 a 34 años se opta por inscribirse en la derecha. De manera que la ausencia del problema de la juventud oscurece la política general que se haga.

De entrada, me parece a mí, las derechas tienen un lenguaje para la juventud; las izquierdas, sin embargo, están rotundamente silentes, por lo que ni quieren saber ni desean contestar. Y comoquiera que nadie –o yo no lo he sabido encontrar— opina sobre ello, tengo la impertinente pretensión de apuntar los siguientes rasgos que provocan que la juventud esté hecha unos zorros.

Primero. El tránsito del fordismo a la sociedad informacional se ha producido sobre la base de profundísimas desigualdades sociales, salarios basura y trabajos precarios a cascoporro, que ha golpeado salvajemente a la juventud. Las izquierdas han descuidado esa situación.

Segundo. Los continuos planes de estudio han provocado una desorientación en el profesorado y en los alumnos: nadie tenía asegurado que lo diseñado por el Ministerio durara una temporada. Para rematar la cuestión, la faena  más tremenda fue la eliminación de la asignatura de la Filosofía: aprender esa disciplina ha sido considerado por la política (en su conjunto) como una baratija.

Tercero. La revolución conservadora –dispensen el oxímoron--  de finales del siglo pasado envió a la izquierda a los balates de las carreteras. Solo en momentos puntuales levantó la cabeza.

Corrijan y enmienden lo dicho, maticen lo que gusten y, si lo prefieren, tírenlo a la basura, pero investiguen, hagan tanteos y aproxímense al problema.

 

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Next Generation Catalonia, por  Manuel Gómez Acosta

 

EVITAR LA OLEADA DE DESPIDOS EN CAIXABANK Y BBVA por Antonio Baylos

 

ENCONTRAR LO QUE HABÍAMOS PERDIDO, por Paco Ródríguez de Lecea.

 

domingo, 16 de mayo de 2021

¿Bicefalia en Unidas Podemos?


 

Yolanda Díaz, la valiosa Ministra de Trabajo, ha substituido a Pablo Iglesias el Joven en la política institucional de Unidas Podemos. Ahora bien, el testigo que deja el dimisionario tiene otra protagonista en las tareas propiamente de partido, que todavía está por dilucidar. Se habla de Ione Belarra, ministra de Asuntos Sociales. Digamos pues que, tras Iglesias, se produce la novedad de la bicefalia podemita. Ellos mismos comprobarán la bondad o los inconvenientes de ese reparto de funciones. Podría significar en una mejor organización del trabajo o un germen de roces y problemas. Tiempo al tiempo. Lo que sí parece claro es que se relativizará no poco el culto a la personalidad que el pueblo podemita profesaba a Iglesias. Ahora será substituido –o debería serlo--  por la auctoritas y el prestigio.

Con todo, Unidas Podemos tiene un tendón de Aquiles de extremada vulnerabilidad: su debilidad organizativa en el territorio. Iglesias creyó suplir ese significativo déficit dirigiéndose directamente al pueblo podemita y sus islas adyacentes. Pero ni Yolanda ni Belarra tienen ese ascendiente sobre la militancia que tenía Iglesias. De manera que el tuiter y la técnica televisiva tendrán que pasar a un segundo plano en favor de la organización. Palmiro Togliatti enseñaba  que «en cada campanario, una organización de partido». Pero se han tirado tantos muebles y estanterías por las ventanas de la izquierda que, tal vez, muy pocos sepan quién era Togliatti y, sobre todo, la utilidad de muchas de sus enseñanzas. No todas, por supuesto.

 

Post scriptum.---  Inauguramos la sección de Blogoteca con los línks a los artículos que nos parezcan de interés para los amigos, conocidos, saludados y alejados de Metiendo bulla. Me parece que no será posible que salga a diario, pero no será infrecuente.


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Isidor Boix: Sindicatos: antes de disparar, hay que acertar el destinatario

 

Quim González: El peaje de las carreteras, que gran oportunidad para el populismo.

Josep M. Fradera / Paola Lo Cascio «Els actors polítics catalans estan del tot acabats»

 

 Lluis Rabell: Total, por cuatro votos. https://lluisrabell.com/2021/05/12/total-por-cuatro-votos/?fbclid=IwAR1M57Yvr9gHT1p3AsCVpl2jBMRxGjgdcYxFRbaV_1pnq28yt_1avcRTFZU

sábado, 15 de mayo de 2021

Togliatti y Thorez sobre el fascismo


Palmiro Togliatti y Maurice Thorez fueron los máximos dirigentes de los partidos comunistas italiano y francés respectivamente. Dos gigantes del movimiento obrero. En diferentes conversaciones con amigos, conocidos y saludados he referido un debate público famoso entre estos dos leones de la política.

Paris años 30. Una manifestación de los metalúrgicos de la CGT es violentamente reprimida por la policía. Maurice Thorez escribe en L´Humanité un artículo, “C´est le fascisme”, donde acusa al gobierno de la república de fascista. Togliatti le responde tajantemente: «No es el fascismo, es la lucha de clases, fascismo es lo que hay en Italia».

Lo que viene a cuento porque en las recientes elecciones madrileñas una parte de la izquierda ha basado su acción electoral en «la lucha contra el fascismo». Y hubo, además, quien pronosticó que «los barrios obreros serán la tumba del fascismo». Fue un error caballuno. ´Lo´ de Madrid es otra cosa.

Reflexionen, pues, sobre la respuesta del itaiano Togliatti a su camarada francés. Dispensen, pero soy del parecer que ´esa izquierda´ es pura paleontología.

 

P/S.---           La foto de arriba se corresponde con las ruinas romanas en la ciudad de Calella de la Costa. La Calella de Paco Mias.   (Foto de Doménec Benet) 

jueves, 13 de mayo de 2021

Cataluña, de aquí a doce días …


 

Faltan doce días para saber si se forma gobierno en Cataluña o se va a unas segundas elecciones. El profesor Andreu Mas—Colell, de sensatez sobrevenida, tira de retranca mediterránea y apunta «hacia las terceras elecciones».  Estamos en una situación cangrejil: cada día que pasa se produce un paso atrás.

La reunión de desbloqueo de la situación, propuesta por la CUP –toda una anomalía que un partido antisistema llame al orden a sus hermanos mayores indepedentistas— fue un fiasco, que se ha vendido caritativamente como un pasito adelante. Mentiras piadosas. Así lo han entendido la Assemblea Nacional Catalana y el Omnium. La primera ha convocado una manifestación para que los partidos estén por la labor y formen gobierno; Omnium advierte de las consecuencias de una repetición electoral. Lo que indicaría, en mi opinión, que: a) la reunión de ayer ERC, Junts y CUP fue sólo un paripé, un brindis a Saturno; y b) que hay grietas entre el movimientismo y los partidos independentistas. Todo indica que el secesionismo es una potente motosierra que fa destrozándose a sí mismo y a sus alrededores. Hipótesis arriesgada: puede que dicha motosierra liquide a algún partido secesionista. Cosas veredes.

La palabra del secretario general de Junts per Cat (para entendernos, Waterloo), Jordi Sánchez, quedará a la altura del betún si no se forma gobierno. Este versátil dirigente –otrora hechura de Rafael Ribó—prometió solemnemente que por ellos no quedaría. Pronto le saltaron al cuello algunas vacas sagradas de la dirigencia de su partido. «Tú no eres para negra», vinieron a decirle. Hasta el día de hoy Jordi Sánchez no ha rectificado, al menos públicamente, su propuesta.

En definitiva, ni siquiera los auríspices están en condiciones de adivinar qué pasará de aquí a doce días. Lo han probado todo: examinar las entrañas de los animales, observar el vuelo de los buitres, consultar al pitoniso Pito… Ni por esas.

Empantanamiento total. Una observación: no se trata de incompetencia política, ni de infantilismo. Este tapón está puesto ahí a cosica hecha.

El almanaque vuela.

miércoles, 12 de mayo de 2021

Nos faltan miles, miles, miles de enfermeras


 

 

No es que lo ignoraran, es que lo tenían archivado en la recámara de las cosas eternamente pendientes. Es ese negociado que acumula asuntos con la voluntad de que duerman plácidamente el sueño eterno. Al grano: España tiene un déficit de 120.000 profesionales de enfermería; de ellos, 24.000 corresponden a Cataluña, un 20 %.

En tiempos de normalidad sería escandaloso ese déficit, que es un grano en el culo del welfare español, que interpela a la grandísima mayoría de las comunidades autónomas, auténticas responsables de esos agujeros negros. Y en estos tiempos pandémicos el problema tiene una costra de escándalo. Se trata fundamentalmente –me dicen amigos que están al tanto del asunto--  de un gigantesco vacío en la primaria con jornadas de agobio.

Es de reseñar la paradoja que viene de muy atrás: los salarios más bajos se pagan en las residencias y centros sociosanitarios; y, a más carga de trabajo, menos personal contratado (en precario, por supuesto). Sin pelos en la lengua: las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud se las pasan las autoridades autonómicas por la cruz de los leotardos.

Por último, nunca habíamos tenido un plantel de profesionales de la enfermería como de un tiempo a esta parte. Académicamente preparados y con una acumulación envidiable de práctica en el día a día. Es un personal que se ha formado aquí en nuestras Universidades y, pasado un tiempo, ha decidido hacer las maletas y marcharse allende nuestras fronteras, donde se les tiene en alta consideración, mejores condiciones de contratación y buenos salarios.

No es de extrañar que los cuatro amigos de arriba hagamos lo posible por cuidarnos, comiendo sano, en buena compañía y en la montaña.         

martes, 11 de mayo de 2021

La pugna por el relato--esperpento


 

Lo que faltaba para arreglar el asunto: unos centenares de mesnaderos de alguna fracción de Waterloo se concentraron ayer ante la sede de Esquerra Republicana de Catalunya para abuchear a las  actuales generaciones de este partido. Son primates de todas las edades como botón de muestra que la cabeza, el tronco y las extremidades de los post post post convergentes están en concordancia, al menos en considerar a Aragonès García como botifler.

Es la lengua bífida de Junts per Cat, el partido que tiene como dirigentes desavenidos a Puigdemont, Jordi Sánchez y Laura Borràs. Desavenidos en lo fundamental (formar gobierno) y unidos en lo accesorio (multiplicar el quilombo).

Ahora bien, de un lado, los dirigentes de Waterloo afirman ambiguamente que por ellos no quedará la cosa y que, de una una u otra forma, habrá gobierno en Catalunya; de otro lado, el capataz envía a los mesnaderos para que organicen la grita: una muestra garrula del «partido de lucha y de gobierno».

Al joven Aragonès se lo llevan los demonios. Sabe que el quid de la cuestión es quién gana el relato, tanto si al final hay acuerdo entre los dos grandes del independentismo como si fracasa el asunto y se va a nuevas elecciones. De ahí que para ganar el relato de la formación de gobierno haya declarado que gobernará en minoría y, ahora, lanza una oferta a los Comunes que, así las cosas, se convierte en plato de segunda mesa. Los dedos se le vuelven huéspedes a los comunes.

Ahora bien, este embrollo puede y debe ser mirado como una muestra palpable del definitivo fracaso del procés y la incapacidad de los grupos dirigentes de ambos partidos –ERC y Waterloo— para  hacer política. Sus dirigentes son ya una generación perdida. Precisamente cuando el 15 por ciento de la población catalana está en situación de pobreza.

Desorientación en ERC, intransigencia pro domo sua de Waterloo. Despiste en las covachuelas de ERC: la secretaría de información manda unos comunicados a los medios informativos, como lo oyen, en latín. ¿Exhibición de romanistas?  No, simplemente un lorem ipsum. Los nervios. 

¿Cómo acabará este esperpento?: averígüelo Vargas.

 

lunes, 10 de mayo de 2021

Ayuso, la Cantinera de Occidente


 

Escribe: Mano de Mortero

 

El Rasputín madrileño al que se conoce con el apodo de MAR ha vuelto. Desde hace semanas degusta el puro, si todavía fuma, y apura el brindis, si todavía bebe, por haber logrado construir un nuevo personaje en la escena política. Lo ha hecho de nuevo. Si ayer fue el icono de un bigote, a veces mostacho y a veces sombra, identificado con un Cid proyectado para campear durante unos años y unificar a la derecha, hoy ha lanzado una Agustina de Aragón con ribetes de Marianne guiando al pueblo, pero con recatado pecho cubierto. 

El fondo de armario de la historia da para mucho. Se llama Isabel, la presidenta rectilínea de la Comunidad de Madrid, la cantinera de Occidente: «me tomo una caña porque me da la gana y porque soy libre», afirma (quién le va a decir lo que tiene o no tiene que beber…). Nacida para acabar con el gobierno de coalición de Pedro Sánchez, la recién elegida presidenta madrileña ha encontrado el tono, la voz y la perspectiva. Además de la innovadora merienda de la pizza merendola en los barrios más pobres de la capital, del “cribado” del Doctor Muerte en las residencias, de la tentación de la diplomacia exterior con el zorro ruso, etc., este personaje rectilíneo, guiado por el místico castellano-leonés, ha hecho dos aportaciones a la política patria que requieren una particular atención. La primera es habernos descubierto que Madrid tiene la virtud de ser Madrid y además toda España, rompiendo espacio y tiempo. Si España se va, que se venga a Madrid. Si Madrid se queda, España se libera de la hidra del “sanchismo”: ¡Viva la Confederación! La segunda aportación exitosa y propagada como una onda es la de: “socialismo o libertad”. Los votantes han elegido democráticamente, nada que decir. La libertad de elegir morir o vivir en Madrid (camina o revienta). ¿Dónde está el norte y el sur? Esto se llama persuasión, sí. Pero también se llama demagogia y populismo. Prometer una vuelta al pasado de una libertad sin oportunidades. “Madrid ha marcado el camino”, se dice. (Entra en escena un nuevo madrileño que viene de Cataluña: calcetines con olor a gasolina y grito gutural: Jo vull això!). Lenguajes y signos, promesas y expectativas inmediatas sobre unas birras sobre la barra. Hoy se empieza de nuevo, nos dice la Cantinera, la conocida sensación de comienzo para el canguelo del enemigo político.

Aciertos de la derecha extrema en una campaña bien llevada si atendemos, y debemos hacerlo, a los resultados electorales. Ni siquiera requiere del apoyo de su socio de la extrema derecha. Desacierto total de buena parte de la izquierda, cada uno con sus problemas y comprometida con el gobierno de coalición cada uno a su manera, y acierto de un proyecto estrictamente madrileño como es Más Madrid. Desmoralización, bajón e incomprensión del vendaval ayusero en la Comunidad por parte de la izquierda.

Es obligado ponerse a estudiar. Dejar atrás el escenario de cartón piedra montado para las elecciones. Dejarse de mercadotecnia política. Arremangarse y pensar en cómo recuperar el voto prestado de un electorado que padece el síndrome de la precarización y el contrato temporal también en la política.

El grupo dirigente del PP va a darle cuerda a este asunto, es su personal balón de oxígeno cuando la infección de la corrupción estaba en su fase más aguda de exposición pública (tribunales, piezas separadas y traslado de Génova…). Llevamos semanas, y las que nos esperan, hablando de Madrid, Madrid, Madrid… Euforia es el nuevo perfume. Las encuestas irán haciendo el caldo a fuego lento. Euforia es la marca nueva que impregna Génova para tapar el olor de unas cañerías atascadas. Pero el mercado de las noticias tiene su punto de saturación, la carne no puede perder brillo ni color, la novedad, que no "lo nuevo", vendrá más tarde o más temprano. Las contradicciones están e irán apareciendo. La primera contradicción que asoma es que la libertad de tomar copas era para hacerlo en los locales nocturnos y de ocio, en los bares y cafeterías pero no en la calle. Orden y seguridad para los negocios. El botellón pronóstico que se hará de manera más intensa un tema informativo, nueva carne fresca, durante los días y semanas próximas así como motivo de lanzamiento de puntiaguda jabalina en la arena política (alcalde y vicealcaldelsa madrileños ya han salido al ruedo). Éxito y contradicciones con los que convivirá el ayusismo como nuevo color del partido de la gaviota primaveral que parece haber levantado el vuelo.

Sin embargo, Rodríguez--Rasputín conoce el mercado político más que su pupila cantinera, sabe que después de la fatiga pandémica existen probabilidades que venga otra fatiga: la de la Cantina y la libertad. El voto tiene un carácter volátil -que se lo digan a los socialistas madrileños-, se diría que es un voto temporal, incluso a tiempo parcial. MAR Sabe qué contiene de verdad el viejo refrán castellano según el cual “Ni sirvas a quien sirvió, ni pidas a quien pidió, ni mandes a quien mandó”, porque los cambios en la fortuna suelen causar inconvenientes en los ánimos. También sabe que estas elecciones en la Comunidad no eran la finalísima, sino una fase de eliminación de cara a dos años vista. Ojo con las confusiones, la pandemia tiene los días contados, la recuperación económica --en la forma que ésta adquiera finalmente y con las nuevas y viejas contradicciones que traiga-- se producirá más tarde o más temprano.

Las izquierdas deberían abandonar la confusión, el miedo escénico, de cara a las que se presentan como próximas finalísimas en este escenario de la política futbolera. Romper esta lógica hooliganera y autoconvencerse que dependen de ellas, de su proyecto, de su estudio y de su trabajo, y no del auto incienso.  Ahogados en la cacofonía de "democracia frente a fascismo", perdieron la posibilidad de defender a fondo el bien común, de oponerse a los discursos contra la igualdad material, de la libertad para vivir con trabajo, vivienda, educación y sanidad, de una libertad más allá de la barra libre y la fiesta alegre. Atacar el falso dilema que ha dado el triunfo electoral a Isabel Díaz Ayuso, porque ante ¿la bolsa o la vida? La respuesta es una nueva “normalidad” que sólo puede venir de un proyecto de robusto reformismo sin complejos y con todas las dificultades que entraña un orden en tránsito como el actual.