jueves, 1 de noviembre de 2018

Los establos de Cospedal -- Villarejo



El caso Cospedal – Villarejo le ha estallado a Pablo Casado en mal momento. Precisamente en puertas de las elecciones andaluzas y justamente cuando se hace más áspera su pugna con los de Rivera por el control de las derechas. Es una bomba de relojería en el Partido Popular cuando todavía su líder está recién estrenado. Y es que el pasado persigue a dicho partido. Todo indica que durante mucho tiempo los nuevos dirigentes se comerán la abundante mugre de sus ancestros, una mugre que ellos nunca denunciaron.

Cospedal -«que cada palo aguante su vela», dijo en tiempos de Bárcenas-  debe dimitir de sus cargos electos. O, por mejor decir, el PP debería cesarla de manera fulminante. Con ella, después de su affaire con Villarejo, la vida política está más putrefacta. Los establos de Augiás, en comparación con esto, relucen como los chorros del oro. 

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