domingo, 11 de noviembre de 2018

La inevitable prórroga de los Presupuestos





Las derechas carpetovetónicas se niegan a aprobar los Presupuestos Generales del Estado por una razón de fondo: son la plasmación de una parcial unidad de acción de las izquierdas españolas. Esquerra Republicana de Catalunya tampoco les dará su apoyo porque, con el viento en popa de las encuestas, no quiere que  se les escape ningún voto. Así las cosas, no parece posible ningún milagro. Por lo demás, entiendo que Pedro Sánchez esté aguantando por dos razones: ver qué pasa en las autonómicas andaluzas y mostrar a la ciudadanía la postura recalcitrante de las derechas. Con todo, unos y otros no darán su brazo a torcer.  

Con todo, Sánchez sólo tiene, en mi modesta opinión, un solo camino: prorrogar las cuentas y buscar el apoyo parlamentario con decretos sucesivos sobre el salario mínimo y otros importantes asuntos. Este sería un camino realista y, desde luego, factible. De esta manera podría despejar la presión que los Presupuestos están imprimiendo en la arena política.

La autoridad de Sánchez parece consolidada en su partido. De manera que está en condiciones de: a) seguir generando parcelas de unidad de acción con Podemos, que sólo concita irritabilidad en sectores minoritarios de su partido, las vacas sagradas; y b) buscar las alianzas  en los diversos grupos parlamentarios, susceptibles de llegar a acuerdos. París bien vale una misa.

Sobre chispa más o menos esto es lo que le manifesté, cenando, al joven maestro Jordi Amat en Sevilla en el ya famoso encuentro de los diálogos entre andaluces y catalanes. En presencia de Javier Aristu y Javier Tébar, los orfebres de tales jornadas.  

P/S.  Ayer cumplió sus primeros noventa años el maestro Ennio Morricone. Somos muchos los que hemos alzado nuestra copa a su salud.



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