Pablo Casado busca
la actualidad tan desesperada como irasciblemente. Todo lo que haga y diga el
Gobierno es tratado por este rábula con
título subvencionado con una negativa jupiterina. Aunque Pedro Sánchez dijera que la serie de los números
primos es infinita la respuesta del pintoresco líder del Partido Popular sería que
eso es un disparate. Ahora vocifera contra la propuesta de abrir una ronda
similar a la de los Pactos de la Moncloa afirmando que es «un anzuelo».
Casado
teme que una situación de negociaciones para conseguir eso que se ha dado en
llamar pactos de Estado favorecería en exclusiva al Gobierno y concretamente al
PSOE y Unidas Podemos.
Al Partido Socialista por razones de liderazgo del hipotético acuerdo. Y
también a Unidas Podemos porque dejaría de ser la excusa que esgrimen las
derechas –de secano y orinal, de caspa y brillantina-- ante las capas medias, siempre asustadizas,
de que vuelven los comunistas. A estas derechas siempre les interesó una
izquierda insurreccional, y cuando no la tienen se la inventan. Pero hay otra
razón de no menos calado que explicaría el ataque de alferecía de este Casado
al oír hablar de pacto. Sin pacto les cabe la posibilidad de la imposición; con
un acuerdo, la derecha tiene la certeza de que no puede sacarlo todo para sí.
Esta
es la extraña situación: con acuerdos la derecha no puede imponerlo todo; y,
sin ellos, un sector minoritario (aunque latoso) de la izquierda cree que puede
alcanzarlo todo, aunque nunca plantea concreta y creíblemente de qué
manera. De ahí que veamos que el
´´no´´ a
los pactos tiene con cierta frecuencia padrinos y pilas bautismales muy
diferentes. Con lo que, desde diferentes orígenes y por distintas trochas se
llega a la misma conclusión: ´´No´´. Pero en los hechos concretos las
repercusiones de los dos noes son las
mismas.
En
resumidas cuentas, Pablo Casado y sus compañeros de «el no de los niños» va en
dirección opuesta al consejo fuerte que envía Paco
Rodríguez de Lecea: «Ha llegado el momento de pensar en grande, think
big en la expresión de Keynes» en (clica aquí) Este gobierno merece crédito.
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