Tener
una cierta edad y haber ocupado determinados puestos de responsabilidad en la
vida pública catalana explican que un servidor sea, en determinadas ocasiones,
paño de lágrimas de algunas personalidades relevantes de la política. Nada les
pido a los que me hacen de confidentes de sus pesares. Eso sí, les advierto que
lo que me expliquen puede servir de crónica en Metiendo bulla. La respuesta de uno de ello fue cínicamente
interesada: «¿Para qué te crees que te lo cuento?». Y añade a su respuesta un
inquietante «camarada», tal vez como guiño a su compromiso de leninismo almibarado de tiempos antiguos.
El
´camarada´ se hartó de las viejas reuniones de célula, de ceniceros repletos de
colillas de celtas cortos, de discusiones sin epílogo y, según él, de viejos
horizontes inasibles. Hablando en plata: el ´camarada´ veía que pasaba el
tiempo y seguía sin tocar pelo. Y pasó a cobijarse definitivamente en un árbol que tuviera una
sombra más rentable. Desvergonzadamente me dijo que, cansado, se iba de aquel «olor
a pies». Se refugió en el chanel número 5 de Convergència y continuó su
excursión a todas las trasmutaciones teológicas que en el post pujolismo han
sido. Cuando vio que en su archipiélago empezaba a oler a chamusquina decidió
emular a Garganta Profunda.
Era –se me excusó-- un acto de atrición.
El
´camarada´ me tiene al corriente de las hablillas de la sala de máquinas del
independentismo y, según cómo, de ciertos entresijos del puente de mando.
«¿Para qué si no te lo explico, camarada?».
Posiblemente es una manera, de quitar un poco de tutía de la chimenea de su
biografía.
Y
larga sin rubor: «La última reunión del Govern catalán fue la expresión de la
decadencia del equipo de Torra.
Hubo voces discrepantes, muy agrias. Se enfrentaron al president por dos
motivos: la forma de tratar la cuestión de los presos y lo del juicio. Con lo
que ha fallado el compromiso de que la desunión y el enfrentamiento entre las
fuerzas políticas del procés no contaminaran la acción del gobierno catalán. Que
hoy viene a ser como aquel Mercat de Calaf». Garganta
Profunda se refiere a la famosa leyenda que narra el tumulto a garrotazo limpio
en la no menos famosa ciudad de Calaf.
Addenda. Garganta sabe que no publicaré los nombres de
los consejeros contestatarios. No es rentable matar a la gallina de los huevos
de oro.
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