Uno
de los principios más recurrentemente sagrados de la Alta Dirección –sea ésta
política, empresarial o comoquiera que sea--
es que «la culpa siempre la tiene la secretaria»: otro elemento más del
machismo de la organización del trabajo.
La cosa viene a cuento por una aparente –hemos dicho aparente-- rectificación
de las falsedades que se vertieron en el manifiesto que clausuró el gatillazo
de la concentración (de ámbito nacional) del pasado domingo en Madrid.
Leemos
en La Vanguardia de hoy que, fuentes del Partido Popular (concretamente de su portavoz, Marta González) nos dicen
que «no todo lo que se dice en el manifiesto es cierto». Lo sabíamos. Así las
cosas, es claro que se vertieron toneladas
de falsedades a sabiendas y queriendas. Un documento que fue redactado por
altos escribas sentados de la derecha una y trina. Y, como es natural, tuvo que
ser revisado por sus tres capitostes. Sin embargo, la culpa será de «la secretaria».
De todas formas, el esperpento –mitad monje, mitad soldado-- adquiere proporciones inauditas en el intento
de aclarar las cosas por parte de la portavoz González con respecto a la
negociación de Pedro Sánchez con los
indepenendistas: «No sabemos cuánto puede haber avanzado Pedro Sánchez con los
independentistas, pero ahí está la evidencia de que se empezaba a
negociar». Un paralogismo de alto
calibre. Digno de la caco elocuencia de Dolors Montserrat. Sin embargo, no sabiendo cuánto puede
haberse avanzado no ha impedido que se construyera el relato subversivo de la
traición y felonía. Hubo quien, en aquellos tiempos, sobre esa piedra construyó
su iglesia; otros, ahora, sobre ese barro construyeron su discurso. Por cierto,
no tuvieron ningún reparo los tres lectores del manifiesto en propalar tan
falaz escrito. Paris bien vale una misa.
Quiero decir que el cachet de los tres habrá subido en tertulias y otras formas
de dejarse ver.
A
los redactores, a los que le dieron el visto bueno y quienes leyeron el
manifiesto Dante los hubiera enviado al círculo
octavo del Infierno de La Comedia con los
fraudulentos. Fraudulentos de cabeza, cuerpo y extremidades.
Addenda.-- Pregunta retórica: ¿se sabe si Casado y Rivera han dicho algo
sobre la profanación de las tumbas de Pablo Iglesias y
Pasionaria?
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