martes, 15 de septiembre de 2020

El jefe de los empresarios contra Ada Colau


También a la derecha de toda la vida le cuesta ser sensata. Parece que la derecha ilustrada se contagia de los estilos peculiares de sus cuñaos, las derechas de hoz y coz. Sánchez Llibre, actualmente presidente de la patronal catalana Foment y antiguo diputado por Convergéncia i Unió, ha rebañado en la alacena de la derecha frases rebozadas con fosfina (PH3).  

Sánchez Llibre se ha apuntado al deporte político que practican desde las derechas de toda laya, independentistas, españolistas y nosaben—nocontestan, hasta diversas tonalidades de la izquierda aflorada o sumergida: apuntar y disparar contra Ada Colau. Que, en ocasiones y siempre según nuestro quisquilloso parecer, Colau salga por peteneras no justifica esa confusa militancia de (casi) todos contra ella. Yo, que en alguna ocasión la llamé ´atolondrada´  no me reconozco en esa abigarrada tribu urbana.

El presidente de la patronal catalana ha arremetido contra Colau afirmando desvergonzadamente «de actuar con ´nocturnidad y alevosía´ para arruinar el comercio y la hostelería de la ciudad … tratando de ´desertizar´ la ciudad con sus políticas». Exhibición de sobreactuación. Gratuita irascibilidad. Y, por encima de todo, hacer responsable a Colau de los efectos devastadores de la pandemia es una caballuna irresponsbilidad. Más todavía, olvida intencionadamente que lo que censura el jefe de los empresarios es el Pacto de ciudad que firmaron todos los partidos. Colau se ha limitado a aplicar el tan conocido como tan frecuentemente violado «pacta sunt servanda» que en Izavieja, allá en los Montes Orientales, traducirían como «hay que cumplir los acuerdos».

En apretada conclusión Sánchez Llibre no entiende la máxima de don Venancio Sacristán: «Lo primero es antes». El empresario sería partidario más bien de otra idea: «Luego, es decir, nunca».

  

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