miércoles, 9 de septiembre de 2020

Cataluña decadente


¿Cataluña está en decadencia o va camino de ella? Sobre tan interesante asunto dicen la suya, cada cual por su lado, Joan Coscubiela, Antoni Puigvert y Fernando Sánchez Costa, presidente de Sociedad Civil Catalana. Los dos primeros lo hacen sin concesiones a la parroquia: Cataluña no está en decadencia, pero va camino de ello; el segundo le da vidilla a sus espoliques: Cataluña ya está en franca decadencia (1).  Lean atentamente y verán que, con sus matices, no estamos ante un tema irrelevante.  

Recordemos los datos que hemos dado en anteriores ocasiones: hace diez años Cataluña ocupaba un lugar mediocre en el ranking de la productividad de las regiones europeas, que son 271. Estábamos en el puesto103, ahora hemos bajado al 161, o sea, 58 peldaños. Con ser grave ese descenso, más lo es todavía que nadie con mando en plaza lo fuera advirtiendo: estaban ocupados en otros asuntos. Más todavía, Barcelona ha ido perdiendo «peso atractivo», pasando del lugar cuarto al undécimo. Las adelfas de ese patio se han incrementado con la fusión de Caixa Bank con Bankia. Por cierto, les sugiero encarecidamente que lean el artículo de Dolors Llobet y Ricard Ruiz sobre la fusión en La Vanguardia: sindicalismo de regadío (2). Los vemos en las fotos. 



Los datos de Cataluña son, ciertamente, muy preocupantes. Lo peor es que no se vislumbra la necesaria rectificación política para frenar esa bajada a los infiernos. De hecho no hay nada que vertebre Cataluña, hecha la excepción de la Seguridad Social. El peligro de caer en la decadencia, en la que todavía no estamos, según Coscubiela y el riesgo de que Barcelona se convierta en Marsella, según Puigverd, son ciertos. A decir verdad, nada está escrito en las estrellas. Ahora bien, el mecanismo de freno, primero, y volver a despegar, después, pasa por una nueva guía político—institucional de Cataluña. Con los de ahora en el govern tenemos la certeza de que pronto llegaremos a la decadencia pura y dura.

La descomposición política del independentismo, la inepcia y niñatez de sus dirigentes, de un lado, y la poquedad de la oposición harían extremadamente dificultosa  la salida de esa decadencia.

Post scriptum.--- «Lo primero es antes», no lo dijo Maquiavelo; lo fijó don Venancio Sacristán. Se sabe desde Figueras hasta Izavieja y desde Chauchina hasta Betanzos.

 

1)           Joan Coscubiela, (1) https://www.eldiario.es/opinion/zona-critica/empantanados-ensimismados-camino-decadencia_129_6206168.html?fbclid=IwAR3o9_M7fmNVWHuIQ-lBOIAHFbaSbzxYBA1xg4rNVRtViIJ-GzlpeX1VBoQ

Antoni Puigverd, https://www.lavanguardia.com/politica/20200908/483383071442/la-cocina-y-el-crater.html

F. Sánchez Costa, https://www.lavanguardia.com/politica/20200908/483383105239/paremos-la-decadencia-rehagamos-catalunya.html

2) https://www.lavanguardia.com/economia/20200909/483383276987/riesgos-oportunidades-dolors-llobet-ricard-ruiz.html

 

 

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