domingo, 2 de agosto de 2020

Pablo Casado endosa sus patologías a los medios de comunicación


Pablo Casado estalla contra la prensa: Pedro Sánchez "gana" porque "tiene más medios, portadas y presupuesto" (1). Error de manual el de este Casado casaseno. No pierdas nunca los estribos en público y, sobre todo, no vincules la palabra «gana» a tu adversario. Un error ciertamente disculpable en el joven Casado, aunque imperdonable cuando coincide con el de jefe de la oposición. En todo caso debe reconocerse que el caballerete tiene motivos para estar de los nervios. 

En mi opinión el problema del desasosiego que angustia a Casado estriba fundamentalmente en que es consciente de que no cuaja como líder del Partido Popular. No decimos que Aznar y Rajoy le hayan puesto el listón alto; lo que queremos significar es que no tiene fuste ni siquiera para suceder a aquellos personajes, que tampoco eran una cosa del otro jueves. La tenebrosa derecha aznariana y la burocrático-administrativa de Rajoy no tienen quien la suceda. 

Cuando un político reconoce que su rival «le gana», la audiencia ya no escucha las razones de ello: se queda con la copla del núcleo duro, a saber, que el rival le ha mojado la oreja. Ni siquiera las estridencias del dueto Cayetana – Teodoro tapan tan descomunal salida de pata de banco. Ahora bien, como descargo de esta pareja debe decirse que no desentonan a la sombra del jefe. Dichosa la rama que al tronco sale.  

Lo más estrafalario de estas declaraciones es que se hicieron en las jornadas periodísticas sobre ´Prensa y poder´ donde   un descompuesto dirigente enseñó  coram populo los palominos de sus calzoncillos. Pero, qué más da donde las hiciera, porque a continuación salían en los medios televisivos. Posiblemente son las enseñanzas de su turiferario de cabecera, el redicho Pablo Montesinos.  

La consolidada impericia política de Casado, y del grupo que le acompaña, sugiere una cuestión que, hasta donde yo sé –mejor dicho, desconozco— no ha sido abordada en los textos sagrados de la politología, esto es: el permanente descenso de la capacidad política de los dirigentes de la derecha. (Hoy toca esto, en otra ocasión abordaremos si a la izquierda le sucede o no lo mismo o algo parecido). Es como si una entropía acompaña a la derecha de un tiempo, un tanto lejano, a esta parte. Por supuesto, no es un problema español, sino que atraviesa por lo menos la Europa de nuestros días. Es como si Atenea, diosa de la Sabiduría, hubiera agotado el reparto de sus gracias tras la desaparición de Churchill, Roosvelt, De Gasperi, Adenauer y otras personalidades de similares predios. Eran de derechas y ejercieron de tales. Pero nada que ver con las derechas de hoy. Fueron líderes que intervinieron decisivamente en tiempos convulsos, dramáticamente difíciles, y a ellos las izquierdas de aquel tiempo se enfrentaron. Las derechas de hoy –también estos tiempos son ásperos, aunque no tanto--  parecen incapaces de generar líderes de fuste. Aquellos fueron, además, capaces de reconstruir Europa, devastada por la guerra,  y construir un Estado de bienestar con la izquierda. Hoy eso parece imposible en España. Y lo preocupante, sobre todo, es que no aparece en el banquillo de la derecha ningún suplente que pueda substituir a este Casado casaseno. 

El problema es claro: con esta derecha cimarrona y levantisca el escenario político está permanente e inutilmente tensionado. Quienes habían predicho que la nueva normalidad traería consigo una acción política de la derecha casadiana civilizada confundieron el culo con las témporas. El inmaduro dirigente derechista  se porta como un niño bitongo endosando sus patologías a los medios de comunicación. Es como si el rey godo don Rodrigo, tras perder la batalla del río Guadalete, le echara la culpa a Radio Parapanda

Por cierto, por menos de lo que ha dicho el caballerete no pocos periodistas y tertulianos pusieron como un pingo a Pablo Iglesias. Doble moral y doble contabilidad. 

 

1)        https://www.infolibre.es/noticias/politica/2020/07/30/casado_enfada_con_prensa_con_esto_propaganda_igual_verdad_igual_que_mientas_parlamento_109522_1012.html

 

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